¿Taiwán podrá convertir a Barack Obama en republicano?
Estados Unidos entrega US$ 6.400 millones en armas de última generación a Formosa. Esto irrita a China, pone en peligro el flamante grupo de los dos y plantea interrogantes sobre la política exterior de Obama en una zona compleja y volátil.
<p>Como si el gobierno demócrata ensayase un repliegue hacia posturas conservadoras, al mismo tiempo se suspende el traslado de haitianos graves, mientras Washington averigua quiénes pagarán la factura médica. Esto contrasta con la venta subsidiada a Taiwán de sesenta helicópteros, sistemas avanzados de comunicación y 114 proyectiles Patriot.<br />
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Tal vez no sea casual que esta decisión -pone en riesgo el G-2, China y EE.UU.- figure en la incipiente plataforma de Scott Brown, el republicano ultraderechista que le arrebató Massachusetts al clan Kennedy y buscará la presidencia en 2012. Sin duda, la isla secesionista vuelve a crear severas divergencias y alterar el equilibrio militar entre Washington, Beijing, Taipei y Tokio.<br />
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Antes de la decisión norteamericana (Jeffrey Sachs la contrasta con las reticencias en Haití), las fuerzas en esos mares sumaban 290.000 efectivos embarcados en la flota china, 250.000 en la estadounidense, 70.000 en la taiwanesa y 46.000 en la japonesa. En materia de fragatas, eran respectivamente 43, 35, 22 y 34, con 23, 45, 17 y ocho anfibios. <br />
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El problema es que la iniciativa norteamericana surge justo cuando hay desencuentros bilaterales por el caso Google y la represión de disidentes musulmanes en Xingjiang o tántricos en Tibet y Qinghai. De hecho, China amenaza con “contramedidas” militares y políticas.<br />
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Para añadir su grano de arena, la secretaria de estado Hillary Rodham Clinton exhortó a que Beijing no trabe sanciones contra Irán en el consejo de seguridad. Lo hizo ante el presidente francés. Se sabe que Nicolas Sarkozy, como otros dirigentes de la Unión Europea y los rusos, suelen ser cautos tratándose de Teherán o Beijing.<br />
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Por otra parte, las ventas militares norteamericanas a Formosa (así designan a Taiwán sus publicaciones en castellano y portugués) desvelan a Rusia desde otro ángulo. Allegados a Vladyímir Putin y Dmitri Miedvyédev observan con inquietud a Norcorea, nexo crítico entre Pacífico septentrional y occidental. <br />
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