Suecia ¿un mejor modelo de gestión que el de Eurozona?
Dentro o fuera de la tormentosa Unión Europea, muchos analistas sostienen que la clase política debiera cambiar de matriz económica y optar por la escandinava. En realidad, eso quiere decir incorporar factores de su versión sueca.
26 marzo, 2010
<p>Menos grescas en la cúpula (Gran Bretaña), menos espectáculos dignos de la peor televisión (Italia), menos egoísmo en estados prósperos (Alemania, Holanda), menos gobiernos tambaleantes (Francia) y menos republiquetas inviables o en bancarrota parece la fórmula del futuro. En efecto, mirando desde Estocolmo, Bruselas (comisión europea), Estrasburgo (parlamento) o Francfort (banco central), “la marquetería europea no es para nada atractiva”, señala Romano Prodi, ex presidente de la Unión Europea.<br />
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En primer lugar, al fin de la Segunda guerra mundial ya no subsistían “potencias europeas” verdaderas. La Unión Soviética lo era, pero en Eurasia, como hoy lo es Rusia. En 1945 terminó una larga fase geopolítica iniciada en el congreso de Viena (1814/5) y, ya a principios del siglo XXI, el mapa muestra un solo estado no castigado por guerras ni ocupado por potencias de turno: Suecia.<br />
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El reino de los Bernadotte-Vasa (increíblemente, creación de Napoleón I) entró en un solo pacto (Área Europea de Libre Comercio, 1967, auspiciada por Gran Bretaña) y recién adhirió en 1995 a la Unión Europea, para no quedar aislado. Más tarde, la sagacidad de políticos y votantes en 2003 la excluyeron de la Eurozona y, por ende, de lo que hoy se percibe como su error clave, el acuerdo de Maastricht.<br />
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En ese momento, 56,1% del padrón se opuso a entrar en el euro. Como los británicos, los suecos prefirieron su corona, hoy más estable que la libra esterlina o la divisa europea. Ahora, la crisis de endeudamiento que golpea una euroeconomía tras otra y amenaza a la misma UE, analistas políticos y financieros muy diversos sopesan una opción: replantear la Eurozona según el modelo anglosueco. <br />
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