Sorpresa: Putin pone a Zubkov de premier y disuelve el gabinete

Vladyímir Putin reemplazó como primer ministro a Míjail Fradkin. En su lugar va Víktor Zubkov, hasta ahora jefe de la agencia que investiga el lavado de fondos. La movida desató especulaciones sobre la sucesión presidencial.

13 septiembre, 2007

En efecto, el año próximo pueden suceder dos cosas: o Putin reforma la constitución y se queda en el trono, o pone un sucesor a dedo para seguir gobernado desde bambalinas. Analistas en Estocolmo, Helsinki, Varsovia y Berlìn suponen más factible lo segundo, en cuyo caso Zubkov resultaría ideal.

El nuevo primer ministro es un contador de 65 años y viene trabajando para Putin desde que, en los años 90, éste era alcalde de santa Petersburgo. En realidad, ambos habían trabajado juntos en la filial local del ex comité de seguridad estatal (KGB). Resulta significativo que Putin haya disuelto el gabinete federal, salvo una excepción.

El presidente insiste en que no se sucederá a sí mismo. Pero el inesperado nombramiento de un incondicional sin peso propio se toma en Europa occidental como signo de que retendrá el poder hasta retomar la presidencia, tras el “interinato” de Zubkov (o algún otro). “El nuevo jefe de gobierno es un desconocido y no precisamente un joven. Esto confirma la impresión de que será un títere”, señalaba un analista de Alfa Bank, Moscù.

Circula otra variante de la misma tesis, según la cual Putin mantendrá la jefatura de gabinete en manos neutras hasta resolver quién será su verdadero sucesor en marzo. Ello deja como principal candidato “in pectore Caesaris” a Syerghiéi Ivánov, que sigue siendo viceprimer ministro. Borís Gryzlov, cabeza de la bancada oficialista (partido Rusia unida, dominante en la dumá), dijo que “en los hechos, Zubkov viene manejando las finanzas federales desde 2001”.

En efecto, el año próximo pueden suceder dos cosas: o Putin reforma la constitución y se queda en el trono, o pone un sucesor a dedo para seguir gobernado desde bambalinas. Analistas en Estocolmo, Helsinki, Varsovia y Berlìn suponen más factible lo segundo, en cuyo caso Zubkov resultaría ideal.

El nuevo primer ministro es un contador de 65 años y viene trabajando para Putin desde que, en los años 90, éste era alcalde de santa Petersburgo. En realidad, ambos habían trabajado juntos en la filial local del ex comité de seguridad estatal (KGB). Resulta significativo que Putin haya disuelto el gabinete federal, salvo una excepción.

El presidente insiste en que no se sucederá a sí mismo. Pero el inesperado nombramiento de un incondicional sin peso propio se toma en Europa occidental como signo de que retendrá el poder hasta retomar la presidencia, tras el “interinato” de Zubkov (o algún otro). “El nuevo jefe de gobierno es un desconocido y no precisamente un joven. Esto confirma la impresión de que será un títere”, señalaba un analista de Alfa Bank, Moscù.

Circula otra variante de la misma tesis, según la cual Putin mantendrá la jefatura de gabinete en manos neutras hasta resolver quién será su verdadero sucesor en marzo. Ello deja como principal candidato “in pectore Caesaris” a Syerghiéi Ivánov, que sigue siendo viceprimer ministro. Borís Gryzlov, cabeza de la bancada oficialista (partido Rusia unida, dominante en la dumá), dijo que “en los hechos, Zubkov viene manejando las finanzas federales desde 2001”.

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