Sorpresa: la expansión en EE.UU. cedió a 4% anual el último trimestre

Inesperadamente, el crecimiento del producto bruto norteamericano cedió a 4% anual en octubre-diciembre. Bajo la estimación (4,8%) y muy lejos del III trimestre (8,2%). Todo según el departamento federal de Comercio.

29 enero, 2004

El motivo esencial, en cierto modo sospechado en Wall Street desde hace algunos días, es que usuarios y consumidores gastaron menos de lo previsto. Tampoco las fiestas estimularon a la gente como suponían las cadenas minoristas. Este fenómeno se relaciona con la resistencia del desempleo a bajar o, en todo caso, a hacerlo en forma lenta o selectiva.

Pese a las cifras oficiales, siguen circulando proyecciones a veces eufórica sobre la demanda. Por lo común, se basan en la reciente burbuja bursátil o en las exiguas tasas. Pero el reciente comunicado del comité de mercado abierto (Sistema de Reserva Federal) eliminó el compromiso de mantener los tipos en el piso desde 1958. Parte de la “onda positiva” proviene de gurúes y analistas allegados a la campaña electoral de George W.Bush.

El PBI del IV trimestre y el de todo 2003 (3,1% también pescaron desprevenidos a los mercados de riesgo, cuyos estadígrafos esperaban 5 y 4%, respectivamente. Ahora, admiten que sobrestimaron el impacto de las rebajas tributarias aplicadas en el II trimestre, como efecto combinado de los dos paquetes en vigencia (2001-9, 2003-12).

Técnicamente, el crecimiento de octubre-diciembre y del año continúan sobre la media histórica de largo plazo (3% anual). Pero la reticencia de los consumidores hace temer que la próxima tanda de rebajas tributarias (marzo-abril) no surta los efectos calculados para el II trimestre.

Velozmente, el secretario de Hacienda, John Snow, salió a decir: “las estadísticas oficiales muestran que la recuperación del PBNI continúa en marcha”. Pero admitió “la necesidad de fomentar creación de empleos”.

Lo cierto es que, durante el actual gobierno, la economía –en realidad, el sector privado- ha eliminado casi 2.300.000 puestos laborales y que el consumidor tiene una deuda total de US$ 4,8 billones. “Bush se ha apresurado a atribuirse la reactivación, pero no admite su responsabilidad por 8.400.000 desocupados”, afirmó Peter Stark, diputado por California y principal opositor en el Comité Económico Conjunto del Congreso”.

En Wall Street, la reacción fue más bien moderada. Los principales paneles se limitaron a ceder el viernes lo ganado el jueves, lo cual llevó a un enero casi neutro.

El motivo esencial, en cierto modo sospechado en Wall Street desde hace algunos días, es que usuarios y consumidores gastaron menos de lo previsto. Tampoco las fiestas estimularon a la gente como suponían las cadenas minoristas. Este fenómeno se relaciona con la resistencia del desempleo a bajar o, en todo caso, a hacerlo en forma lenta o selectiva.

Pese a las cifras oficiales, siguen circulando proyecciones a veces eufórica sobre la demanda. Por lo común, se basan en la reciente burbuja bursátil o en las exiguas tasas. Pero el reciente comunicado del comité de mercado abierto (Sistema de Reserva Federal) eliminó el compromiso de mantener los tipos en el piso desde 1958. Parte de la “onda positiva” proviene de gurúes y analistas allegados a la campaña electoral de George W.Bush.

El PBI del IV trimestre y el de todo 2003 (3,1% también pescaron desprevenidos a los mercados de riesgo, cuyos estadígrafos esperaban 5 y 4%, respectivamente. Ahora, admiten que sobrestimaron el impacto de las rebajas tributarias aplicadas en el II trimestre, como efecto combinado de los dos paquetes en vigencia (2001-9, 2003-12).

Técnicamente, el crecimiento de octubre-diciembre y del año continúan sobre la media histórica de largo plazo (3% anual). Pero la reticencia de los consumidores hace temer que la próxima tanda de rebajas tributarias (marzo-abril) no surta los efectos calculados para el II trimestre.

Velozmente, el secretario de Hacienda, John Snow, salió a decir: “las estadísticas oficiales muestran que la recuperación del PBNI continúa en marcha”. Pero admitió “la necesidad de fomentar creación de empleos”.

Lo cierto es que, durante el actual gobierno, la economía –en realidad, el sector privado- ha eliminado casi 2.300.000 puestos laborales y que el consumidor tiene una deuda total de US$ 4,8 billones. “Bush se ha apresurado a atribuirse la reactivación, pero no admite su responsabilidad por 8.400.000 desocupados”, afirmó Peter Stark, diputado por California y principal opositor en el Comité Económico Conjunto del Congreso”.

En Wall Street, la reacción fue más bien moderada. Los principales paneles se limitaron a ceder el viernes lo ganado el jueves, lo cual llevó a un enero casi neutro.

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