Solución poco original: bajar salarios para no echar gente

Esto es común, por ejemplo, en economías periféricas donde la inflación se encarga de licuar ingresos reales sin tocar los nominales. Ahora algunos proponen o experimentan algo similar en Estados Unidos, pero con rebaja de los segundos.

26 diciembre, 2008

Por supuesto, hay un punto de contacto entre países subdesarrollados y EE.UU. hoy: cunden los despidos y la tasa de desempleo puede llegar a 9% durante el año entrante. Esto, la pasividad sindical y el creciente número de empresas que retacen aportes a los fondos jubilatorios del personal influye en las actitudes de patronal y asalariado.
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<p>Un grupo de empleadores, con el pretexto de evitar o limitar despidos, emula un modelo europeo: semanas de cuatro d&iacute;as o 36 horas. Pero tambi&eacute;n proponen &ldquo;soluciones&rdquo; m&aacute;s leoninas. Verbigracia, licencias sin goce de sueldo, congelamiento salarial, horarios determinados por la empresa y, claro, reducci&oacute;n de futuras pensiones. </p>
<p>En general, quienes fomentan esas opciones en el sector privado sostienen estar defendiendo las fuentes de trabajo. A veces, hasta logran convencer a la gente. Un reducto de ortodoxia neocl&aacute;sica, la universidad Brandeis &ndash;por ejemplo-, sugiri&oacute; este mes que trescientos profesores y auxiliares de c&aacute;tedra renunciasen a 1% de sus pagas. </p>
<p>William Fleisch, miembro de la junta directiva y profesor de literatura inglesa, sostuvo alegremente que &ldquo;haremos un gesto simb&oacute;lico capaz de surtir consecuencias positivas&rdquo;. Pero admiti&oacute; que, en v&iacute;speras de Januk&aacute;, s&oacute;lo 30% del elenco hab&iacute;a adherido. El docente estima en unos US$ 100.000 los ahorros anuales factibles sin apelar a suspensiones, licencias sin sueldo o despidos. </p>
<p>Ese tipo de &ldquo;cooperaci&oacute;n forzosa&rdquo; para recortar costos no es del todo novedoso. S&iacute; lo son los motivos, la l&oacute;gica y su aceptaci&oacute;n en determinados sectores, c&iacute;rculos o estamentos sociales. En s&iacute;ntesis, reflejan peculiaridades de la actual recesi&oacute;n, su potencial deflatorio &ndash;inclusive en el plano salarial-, el riesgo de una depresi&oacute;n y la mutante din&aacute;mica planteada por la crisis financiera occidental. </p>
<p>Sin llegar a extremos, desde que estall&oacute; la crisis de malas hipotecas (agosto de 2007) y, especialmente cuando gener&oacute; la de liquidez (noviembre del mismo a&ntilde;o), el sector privado norteamericano viene podando elencos laborales y postergando el reclutamiento de personal. M&aacute;s tarde, ya en el tercer trimestre de 2008, en varias compa&ntilde;&iacute;as los propios empleados comenzaron a aceptar &ldquo;rebajas salariales indirectas&rdquo;, lo cual lleva al deterioro de los planes jubilatorios 401 (k). L&oacute;gicamente, este factor hace que la gente mayor de cincuenta a&ntilde;os se resista a esas &ldquo;propuestas s&iacute; o s&iacute;&rdquo;. Ante estas reacciones, una empresa tras otro se quieta el guante de seda y amenaza con medidas m&aacute;s dr&aacute;sticas. </p>
<p>Estas formas de &ldquo;flexibilidad&rdquo; cuentan con adherentes de relevancia. Entre ellas, Dell (vacaciones sin paga), Cisco Systems (cuatro d&iacute;as semanales), Motorota (rebaja de salarios), casinos Nevada (igual que CS), Honda (como Dell) y varios medios gr&aacute;ficos. </p>

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