Sin esperar mucho de las economías centrales

Los comentaristas del escenario internacional oscilan entre el pesimismo irracional y el optimismo sin causa. Un tropiezo en la negociación de Grecia con los demás países europeos, implica que los griegos abandonan el euro y que se desata una crisis de efectos imprevisibles. Una modestísima recuperación del empleo en Estados Unidos permite suponer que lo peor quedó atrás y que la recuperación avanza a paso firme.

17 febrero, 2012

<p>Ni tanto ni tan poco.</p>
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<p>Una mirada serena al escenario es clara. No existen razones para suponer una recuperaci&oacute;n en&eacute;rgica, al menos en las econom&iacute;as m&aacute;s desarrolladas del planeta (toda Europa, Estados Unidos y Jap&oacute;n). <br />
El desenlace en la eurozona podr&iacute;a ser un desastre que se expanda por todo el mundo. Incluso la recuperaci&oacute;n en Estados Unidos puede ser muy fr&aacute;gil. <br />
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Las apreciaciones m&aacute;s recientes sobre crecimiento probable para este a&ntilde;o son muy inferiores a las que se esperaban un a&ntilde;o atr&aacute;s. Esto es especialmente cierto en el caso de la eurozona, que se calcula caer&aacute; en recesi&oacute;n. Se espera contracci&oacute;n en las econom&iacute;as de Italia y Espa&ntilde;a y para Francia y Alemania las expectativas son de crecimiento insignificante. De Gran Breta&ntilde;a se espera que se ubique en la misma situaci&oacute;n que los dos miembros m&aacute;s grandes de la eurozona. S&oacute;lo de Jap&oacute;n y Estados Unidos se espera algo cercano a un crecimiento razonable este a&ntilde;o. En el caso de Estados Unidos, se previ&oacute; un crecimiento de 2,1% en diciembre (contra 1,9% en noviembre). <br />
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Lo que la crisis de 2008 y 2009 puso de manifiesto fue que los a&ntilde;os anteriores vieron un extraordinario ciclo de cr&eacute;dito privado, especialmente en Estados Unidos, Gran Breta&ntilde;a y Espa&ntilde;a, respaldado por suba de precios de la vivienda. La explosi&oacute;n de esas burbujas condujo a una explosi&oacute;n de los d&eacute;ficit fiscales.<br />
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Puede que Estados Unidos est&aacute; listo para la recuperaci&oacute;n, aunque una recuperaci&oacute;n limitada por el prematuro ajuste fiscal, el desapalancamiento en curso, los riesgos en la eurozona y tal vez suba en el precio de los combustibles. La recuperaci&oacute;n tambi&eacute;n estar&aacute; construida sobre lo que sigue siendo una econom&iacute;a desequilibrada.<br />
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El gran riesgo, sin embargo, es la fragilidad de la eurozona. El gran peligro para las d&eacute;biles econom&iacute;as de la eurozona es que los sectores p&uacute;blico y privado van a buscar reducirse simult&aacute;neamente. Esta es una f&oacute;rmula para depresiones prolongadas. Los soberanos insolventes est&aacute;n atrapados en un esfuerzo, probablemente condenado al fracaso, por ajustar sus posiciones fiscales en ausencia de un sector privado adecuado y de compensaciones externas. Para esos pa&iacute;ses, una recesi&oacute;n en toda la eurozona es una calamidad: va a da&ntilde;ar enormemente el ajuste externo que necesitan. Ante este panorama, la oferta del Banco Central Europeo de financiamiento barato a los bancos por tres a&ntilde;os que podr&iacute;an re-prestarle a soberanos en apuros es poco m&aacute;s que un paliativo; inteligente, pero inadecuado.</p>
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