Si bien el mulato sigue al frente en número de delegados, su rival no tiene motivos para abandonar la carrera. Salvo uno: dos encuestas señalan que los demócratas están cansados de la pelea y responsabilizan a Hillary por no bajarse a tiempo. Lo que suceda este martes puede forzar el retiro dela senadora- En tanto, el senador empieza a hablar como candidato presidencial
Sea como fuere, Howard Dean –presidente del partido y proclive a Obama- ya no cree factible que la neoyorquina se imponga. Pero, con apenas seis internas pendientes (Virginia oeste el martes, las restantes el 3 de junio), tampoco será posible para cualquiera de ambos reunir los 2.025 delegados indispensables.
Pero hay otro problema que Dean considera clave: la tozudez de Hillary impide negociar entre bambalinas una fórmula Obama-Clinton. Por ende, quedan los superdelegados como fiel de la balanza. Si ciertas lealtades y compromisos –como en 1968- derivan en la elección de la senadora, durante la convención (30 y 31 de agosto), es posible que el republicano John McCain llegue a la presidencia.
Por el momento, empero, la insalubre proximidad entre McCain y George W.Bush (Irak, Afganistán, intentos de estimular la economía vía los sectores más prósperos) todavía pesa entre quienes no son republicanos ni demócratas. Algunos expertos en sondeos estiman esa masa en alrededor de 40% del padrón total.
En otro plano, las primarias de este martes indican que la mayor preocupación de los votante es la economía (58%), seguida de lejos por las guerras de Bush (22%), el problema de los inmigrantes de habla castellana (12%) y la atención médica a sectores de bajos ingresos (8%). Otro obstáculo para McCain es la edad (72 años).
Si bien el mulato sigue al frente en número de delegados, su rival no tiene motivos para abandonar la carrera. Salvo uno: dos encuestas señalan que los demócratas están cansados de la pelea y responsabilizan a Hillary por no bajarse a tiempo. Lo que suceda este martes puede forzar el retiro dela senadora- En tanto, el senador empieza a hablar como candidato presidencial
Sea como fuere, Howard Dean –presidente del partido y proclive a Obama- ya no cree factible que la neoyorquina se imponga. Pero, con apenas seis internas pendientes (Virginia oeste el martes, las restantes el 3 de junio), tampoco será posible para cualquiera de ambos reunir los 2.025 delegados indispensables.
Pero hay otro problema que Dean considera clave: la tozudez de Hillary impide negociar entre bambalinas una fórmula Obama-Clinton. Por ende, quedan los superdelegados como fiel de la balanza. Si ciertas lealtades y compromisos –como en 1968- derivan en la elección de la senadora, durante la convención (30 y 31 de agosto), es posible que el republicano John McCain llegue a la presidencia.
Por el momento, empero, la insalubre proximidad entre McCain y George W.Bush (Irak, Afganistán, intentos de estimular la economía vía los sectores más prósperos) todavía pesa entre quienes no son republicanos ni demócratas. Algunos expertos en sondeos estiman esa masa en alrededor de 40% del padrón total.
En otro plano, las primarias de este martes indican que la mayor preocupación de los votante es la economía (58%), seguida de lejos por las guerras de Bush (22%), el problema de los inmigrantes de habla castellana (12%) y la atención médica a sectores de bajos ingresos (8%). Otro obstáculo para McCain es la edad (72 años).