Siete días de protestas se suman ahora en Yemen
La séptima jornada amaneció con la policía disparando al aire, tratando de calmar los ánimos. Esta vez, en el antiguo reino de Saba, se enfrentaban opositores y partidario del presidente Alí Abdullá Saleh. Escenario: el centro de la capital, Sana.
17 febrero, 2011
<p>Al presente, no ha estallado una revuelta general, justamente porque el campo está dividido y el gobierno se muestra más cauteloso que Muammar Ghaddafí o el emir de Bahrein, Alí al-Jalifa. Sin duda, intenta que amigos y enemigos del régimen se neutralicen entre sí. Los segundos sostienen que no hay ya estado y queman neumáticos en la centra calle Rabat.<br />
<br />
“Queremos que Barack Obama se lleve a Saleh a Estados Unidos y lo recluya en un hotel cinco estrellas”, proclaman este jueves los “insurgentes”. Hablando el árabe quizá más refinado y complejo del Islam, tirios y troyanos se enfrentan a los palos.<br />
<br />
Otros sostienen haber adaptado sus protestas a los modelos de Túnez y Egipto (hasta 1932, El Cairo controlaba el ángulo sur de la península arábiga). Ello explica que recurran a la Web para promover sus manifestaciones o que su contexto sea laico. <br />
<br />
Gran parte de las protestas se origina en descontento económico y una convicción arraigada: los regímenes aferrados al poder no son capaces de satisfacer las aspiraciones de una generación más informada y mejor educada. Además, la corrupción bloquea el progreso personal de los yemenitas. <br />
<br />
Al iniciarse las protestas, Saleh prometió renunciar en 2013 y esto enfrió las presiones, al menos de la oposición formal. Luego los jóvenes tomaron las calles durante la semana actual, o sea desde el viernes (domingo en el calendario musulmán).<br />
<br />
La acción rebelde incluye diarios choques entra ambas facciones, pro y contra Saleh, que involucran unos dos mil oponentes y mil oficialistas. En el medio, nutridos grupos de policías con escudos desvían piedras y cascotes. Si la cosa se recalienta, disparan al aire sus rifles de asalto.<br />
<br />
Recién el miércoles, en Taiz, al noreste de Mokka, miles de estudiantes –que comenzaron una semana de protestas nocturnas- prometieron quedarse sentados en la plaza hasta que Saleh dimitiera. En esta ocasión, la policía detuvo un centenar y otros treinta se lastimaron durante peleas con activistas del gobierno.<br />
<br />
Como si eso fuera poco, una tercera facción ha surgido: los separatistas meridionales centrados en Adén, vieja ciudad portuaria desde donde los británicos controlaron el Hadramaut desde 1890 hasta 1957.Más violentos que el resto, tuvieron un muerto el miércoles en choques con la policía.</p>
<p> </p>