Si cae Grecia, otros correrán el riesgo

<p>El nuevo encuentro del Eurogrupo se hace en Luxemburgo, patria de Juncker. Su nombre mismo asusta, &ldquo;dos jornadas para encarar la crisis&rdquo;, vale decir, el problema de liberar en julio -o no- la quinta cuota (&euro; 12.000 millones) del rescate por &euro; 110.000 millones aprobado hace un a&ntilde;o.<br />
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Naturalmente, la insolvencia resultante si no se autoriza ese pago puede golpear los t&iacute;tulos soberanos de Portugal, Irlanda y Espa&ntilde;a. Pero tambi&eacute;n amenazar&aacute; a Italia y B&eacute;lgica, por su elevada relaci&oacute;n entre deuda p&uacute;blica y producto bruto interno.<br />
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Ahora bien, algunos observadores anglosajones, allegados a grandes bancos, no las tienen todas consigo en materia pol&iacute;tica. Emulando a una ex funcionaria del Fondo Monetario, nadie menos que Anne Krueger, temen que &ndash;como sucedi&oacute; en Malasia, Argentina o Rusia- Grecia pueda preferir a sus clases media y baja (o sea, los votantes), por encima de acreedores institucionales y bonistas privados.<br />
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El ejemplo argentino ya es de texto. En 2001, el problema de Buenos Aires no era falta de voluntad pol&iacute;tica, sino incapacidad&nbsp;para seguir imponiendo pol&iacute;ticas de austeridad similares a las griegas de hoy. Esto es, en extremo costosas para la gente. Los mercados tampoco ten&iacute;an fe en el gobierno ni en la convertibilidad y acabaron aceptando una quita de 65% para refinanciar obligaciones (2003/4). En 2009, Letonia no lo hizo y su PBI se desplom&oacute; 18% en el a&ntilde;o.<br />
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