La amplia popularidad del presidente Luiz Inácio da Silva (75% en algunos sondeos) no se contagió a sus candidatos, especialmente la paulista Marta Suplicy, derrotada por el actual intendente, Gilberto Kassab, un derechista. La diferencia puede excluir a Suplicy como candidata en las elecciones presidenciales de 2010.
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<p>Otra mujer, Maria do Rosario, cayó ante el centrista José Foga ḉ a en lo que consideraba bastión laborista, la capital gaucha, que el oficialiso dominó de 1988 a 2005. Además, los derechistas habían obtenido Río de Janeiro en primera vuelta. Amén de viejos prejuicios locales contra las mujeres, pesó un factor alarmante: debajo de Lula, el laborismo carece de nombres para integrar listas atractivas. </p>
<p>Un inesperado gesto presidencial es significativo. La noche del domingo, Brasilia negó intenciones de estatizar bancos y entidades financieras privadas. “No se ofrecerá recapitalizar a quienes ganaban sin producir un botón, convirtieron las finanzas en un casino. Sólo habrá apoyo a empresas que producen”. Por supuesto, el “<em>establishment</em>” banquero aportó mucho a la campaña opositora. </p>
<p>En Chile, el problema es inverso. Sin una clase media fuerte (el “milagro” tarda en generarla), las clases alta o media alta –nunca renegaron de Augusto Pinochet- pueden influir sobre la otra punta del espectro social, un proletariado atrasado y, de paso, machista. </p>
<p>Estas elecciones municipales dejan a Michelle Bachelet casi siete puntos bajo la derechista Alianza por Chile y le otorgan a esta coalición control territorial del país. Los conservadores representan la Unión demócrata independiente y Renovación nacional. Un error del oficialismo fue ir con dos alianzas separadas: Concertación democrática (DC-PPD) y Concertación progresista (PPD-PRSD). Como se ve, el PPD ni siquiera puso mantenerse unido. </p>
<p>En términos nacionales, pues, la oposición lograba 40.2% contra 38,5% del oficialismo para intendencias (gobernaciones). Para concejales, quedan esperanzas, pues el oficialismo reunió 45% contra 36,3% de los conservadores. Santiago de Chile fue un inesperado batacazo de la derecha: Pablo Zalaquet derrotó al democristiano Jaime Ravinet. Pero en la patria chica del primero, La Florida –tercer distrito en padrón-, ganó el socialista Jorge Fajardo. Curiosamente, en el segundo (Puente Alto), fue reelegido el neopinochetista José Osandón. </p>
<p>Con semejantes resultados, el prestigioso ex presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle pidió autocrítica al gobierno de Bachelet y a la propia Concertación. Naturalmente, el multimillonario Sebastián Piñera, un ultraconservador que conduce la alianza opositora, confirmó su precandidatura presidencial en 2009. </p>
Severos reveses locales del oficialismo en Brasil y Chile
En San Pablo, el partido Laborista perdió por unos veinte puntos ante el Demócrata (derechista). También fue vencido en San Salvador (Bahía), Pộrto Alegre y Florianópolis. Igual castigo sufrió el gobierno en los comicios municipales chilenos.