Senado: inminentes decisiones

Levantarían el secreto de la Side. Algunos sectores del gobierno no quieren que Liporaci continúe en la causa. Apuestan a la recusación al juez y a que prospere el juicio político. Cantarero estaría por renunciar.

25 septiembre, 2000

Fernando de la Rúa firmaría –en las próximas horas de hoy– un decreto que levanta el secreto sobre las actividades y cuentas de la Secretaría de Inteligencia del Estado (Side).

La extraordinaria medida responde a un pedido directo de su titular–Fernando de Santibañes–, quien manifiesta querer demostrar a la Justicia que no pagó sobornos a senadores nacionales.

Santibañes sugirió la iniciativa a De la Rúa el viernes pasado y, tras obtener su aprobación, le entregó anteayer una carta formal con la solicitud.

Tras la firma del decreto, Liporaci podrá recibir información sobre la cuenta que contiene los fondos de las operaciones en el exterior–a veces comunes con otros países–. De allí que esta estrategia tiene el riesgo de afectar la cooperación con los servicios de inteligencia extranjeros. Por eso, algunos funcionarios, como el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini, se oponen a la iniciativa de Santibañes.

Mientras tanto, en el Gobierno comienzan a apostar a la resolución del caso, pero, preferentemente, no en manos del juez federal Carlos Liporaci.

Se barajan cuatro motivos por los que Liporaci podría dejar la causa:

1-Que prospere alguno de los pedidos de juicio político en su contra que evalúa el Consejo de la Magistratura.

2-Que avance el expediente que tiene a cargo su par Gabriel Cavallo, que lo investiga precisamente por enriquecimiento dudoso.

3-Que el magistrado sea recusado en la causa de los sobornos. Entre otros elementos, se observa que a los pocos días de tomar el caso el magistrado dijo tener la convicción de que hubo sobornos e indicios contundentes de que éstos habrían salido de un organismo estatal.

4-Otro hecho es que se violó el secreto de sumario cuando el juzgado envió el expediente sin precintar al Senado, donde prácticamente todos los legisladores involucrados por versiones tuvieron acceso a él.

Por su parte, el bloque del PJ quiere que el senador Emilio Cantarero renuncie. Se estima que esta semana se lo intentará forzar para que renuncie a su banca o se tome una licencia, hasta tanto la Justicia aclare su responsabilidad en el escándalo de los sobornos.

Cantarero fue el senador que admitió –ante una periodista– haber recibido dinero por la ley laboral y a quien, luego, la senadora Silvia Sapag (Movimiento Popular Neuquino) acusó de querer sobornarla para aprobar la ley de hidrocarburos.

El vicepresidente, Carlos Alvarez, volvió a solicitar ayer el alejamiento del salteño por “inhabilitación moral” y consideró que “todo amerita que esta semana se lo separe del cuerpo”. El ministro del Interior–Federico Storani– pedirá a los senadores peronistas una “oxigenación” del bloque en una reunión todavía por definirse.

Fernando de la Rúa firmaría –en las próximas horas de hoy– un decreto que levanta el secreto sobre las actividades y cuentas de la Secretaría de Inteligencia del Estado (Side).

La extraordinaria medida responde a un pedido directo de su titular–Fernando de Santibañes–, quien manifiesta querer demostrar a la Justicia que no pagó sobornos a senadores nacionales.

Santibañes sugirió la iniciativa a De la Rúa el viernes pasado y, tras obtener su aprobación, le entregó anteayer una carta formal con la solicitud.

Tras la firma del decreto, Liporaci podrá recibir información sobre la cuenta que contiene los fondos de las operaciones en el exterior–a veces comunes con otros países–. De allí que esta estrategia tiene el riesgo de afectar la cooperación con los servicios de inteligencia extranjeros. Por eso, algunos funcionarios, como el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini, se oponen a la iniciativa de Santibañes.

Mientras tanto, en el Gobierno comienzan a apostar a la resolución del caso, pero, preferentemente, no en manos del juez federal Carlos Liporaci.

Se barajan cuatro motivos por los que Liporaci podría dejar la causa:

1-Que prospere alguno de los pedidos de juicio político en su contra que evalúa el Consejo de la Magistratura.

2-Que avance el expediente que tiene a cargo su par Gabriel Cavallo, que lo investiga precisamente por enriquecimiento dudoso.

3-Que el magistrado sea recusado en la causa de los sobornos. Entre otros elementos, se observa que a los pocos días de tomar el caso el magistrado dijo tener la convicción de que hubo sobornos e indicios contundentes de que éstos habrían salido de un organismo estatal.

4-Otro hecho es que se violó el secreto de sumario cuando el juzgado envió el expediente sin precintar al Senado, donde prácticamente todos los legisladores involucrados por versiones tuvieron acceso a él.

Por su parte, el bloque del PJ quiere que el senador Emilio Cantarero renuncie. Se estima que esta semana se lo intentará forzar para que renuncie a su banca o se tome una licencia, hasta tanto la Justicia aclare su responsabilidad en el escándalo de los sobornos.

Cantarero fue el senador que admitió –ante una periodista– haber recibido dinero por la ley laboral y a quien, luego, la senadora Silvia Sapag (Movimiento Popular Neuquino) acusó de querer sobornarla para aprobar la ley de hidrocarburos.

El vicepresidente, Carlos Alvarez, volvió a solicitar ayer el alejamiento del salteño por “inhabilitación moral” y consideró que “todo amerita que esta semana se lo separe del cuerpo”. El ministro del Interior–Federico Storani– pedirá a los senadores peronistas una “oxigenación” del bloque en una reunión todavía por definirse.

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