<p>La insistencia de Wen sobre cautela y políticas consistentes, aunque no ortodoxas, se reitera desde septiembre de 2008, cuando se presentó un programa en parte keynesiano por US$ 590.000 millones en estímulos. Poco después, Estados Unidos hacía casi lo mismo: US$ 700.000 millones en rescate de malos banqueros (octubre) y 787.000 millones para la economía real.<br />
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En esta oportunidad, hay un solo “desvío” de la cartilla estructuralista, que también emplean Brasil o India: se sindica la inflación como riesgo. Sin embargo, la mayor economía mundial –en volumen- muestra todavía signos de deflación.<br />
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Hablando en un foro económico mundial del sector privado, sostuvo que “pondremos en práctica o mejoraremos políticas para afrontar nuevos problemas. Pero no modificaremos los fundamentos de nuestros planes”, señaló Wen haciéndose eco del presidente Hu Jintao. Sus equipos preparan un documento dirigido a la cumbre del Grupo de los 20 (24 y 25 de este mes). <br />
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En verdad, los precios minoristas bajaron en agosto por sexto mes consecutivo. Pero los analistas occidentales estiman que esa tendencia está tocando piso. Su motor, un alza récord del crédito bancario, tal vez pierda ritmo advierten analistas como Stephen Roach (Morgan Stanley) o Marshall Meyer (Wharton). No obstante, pasan por alto que las entidades chinas son estatales y se manejan sociopolíticamente.</p>
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Según Wen Jiabao, China sigue con los estímulos sistémicos
Beijing no abandonará la mezcla de alto gasto público y acceso al crédito, pues estima que su recuperación económica continúa frágil. Pero el primer ministro no aplicará las recetas de los bancos occidentales que presionan vía Hongkong o Singapur.