El gobierno turco tomó dos decisiones que, según los analistas económicos, calmaron los mercados internacionales especialmente en el caso de los emergentes: liberó su tipo de cambio y devaluó su moneda casi 30%.
La determinación de Turquía, respaldada por el Fondo Monetario Internacional coadyuvó a que las bolsas de Buenos Aires y de San Pablo lograron subas superiores a 2% y los títulos de la deuda rebotaron más de 0,75%, lo que posibilitó un retroceso de 9 puntos en la tasa de riesgo país.
Algunos analistas creen ahora que el episodio está prácticamente superado pero advierten que los inversores actuarán con cautela en los mercados emergentes.
El economista jefe para América latina del ABN-Amro Bank, Arturo Porsecanzky, fue algo más optimista con respecto a la situación argentina; “Hoy (por ayer jueves 22) es un día para comprar bonos argentinos, después del susto que hemos pasado del lunes al miércoles”, dijo.
El gobierno argentino, de la mano de José Luis Machinea reafirmó el rumbo económico y dijo que la país está mejor preparada que hace tres meses para enfrentar casos de volatilidad.
importante referente del sector bancario turco, que pidió el anonimato, pronosticó que se “pondrá en marcha otro plan, sin duda menos ambicioso en lo formal, pero con las mismas intenciones”.
Por su parte, el director gerente del FMI, Horst Koehler, se mostró confiado en que la actual crisis financiera de Turquía no afectará a la Argentina.
“No creo que la crisis de Turquía tenga un efecto de contagio en la Argentina”—dijo—.
El gobierno turco tomó dos decisiones que, según los analistas económicos, calmaron los mercados internacionales especialmente en el caso de los emergentes: liberó su tipo de cambio y devaluó su moneda casi 30%.
La determinación de Turquía, respaldada por el Fondo Monetario Internacional coadyuvó a que las bolsas de Buenos Aires y de San Pablo lograron subas superiores a 2% y los títulos de la deuda rebotaron más de 0,75%, lo que posibilitó un retroceso de 9 puntos en la tasa de riesgo país.
Algunos analistas creen ahora que el episodio está prácticamente superado pero advierten que los inversores actuarán con cautela en los mercados emergentes.
El economista jefe para América latina del ABN-Amro Bank, Arturo Porsecanzky, fue algo más optimista con respecto a la situación argentina; “Hoy (por ayer jueves 22) es un día para comprar bonos argentinos, después del susto que hemos pasado del lunes al miércoles”, dijo.
El gobierno argentino, de la mano de José Luis Machinea reafirmó el rumbo económico y dijo que la país está mejor preparada que hace tres meses para enfrentar casos de volatilidad.
importante referente del sector bancario turco, que pidió el anonimato, pronosticó que se “pondrá en marcha otro plan, sin duda menos ambicioso en lo formal, pero con las mismas intenciones”.
Por su parte, el director gerente del FMI, Horst Koehler, se mostró confiado en que la actual crisis financiera de Turquía no afectará a la Argentina.
“No creo que la crisis de Turquía tenga un efecto de contagio en la Argentina”—dijo—.