<p>El asediado funcionario salió malparado del peor interrogatorio sufrido desde que, a fines de los años 90, Alan Greenspan fuera vapuleado en el Capitolio. En esencia fueron tres horas de preguntas –a veces sin respuestas claras- sobre el mal manejo de la fusión Bank of America-Merrill Lynch.</p>
<p>Según diputados republicanos, fue claro que la RF había interferido en decisiones propias de las entidades financieras. Según los demócratas, Bernanke debió haberles arrancado más concesiones a BofA y ML, a cambio de obtener dinero de los contribuyentes. Ninguna bancada defendió a quien preside el sistema de trece bancos regionales creado hace 96 años.</p>
<p>A esta altura, parece obvio que a Barack Obama le será más difícil convertir la RF en instancia hegemónica del futuro régimen de supervisión y control. Al menos mientras Bernanke siga en el puesto, los legisladores retacearán otorgarle al emisor mayores facultades atinentes a determinar capitales mínimos (encajes), liquidez y gestión de riesgos sobre una vasta red interconectada de instituciones financieras privadas.</p>
<p>“Quizá debamos encontrar otro regulador sistémico, pues ni Greesnpan ni Bernanke supieron hacerlo”, sostiene el representante demócrata Paul Kanjorski (Pennsilvania), miembro del comité de supervisión financiera. “Con su conducción actual, la RF no están en condiciones de cumplir esa futura misión”. Similar postura manifiesta el republicano Darell Issa Ohio), miembros de esa misma comisión.</p>
<p>Fiel a su discurso desde septiembre, Bernanke insistió en que sus medidas “impideron un colapso financiero y una depresión como en los años 30”. En realidad, la fusión BofA-ML no era lo bastante grande como para eso. Además, Bernanke, Timothy Geithner (secretario de hacienda) y Lawrence Summers (jefe de asesores económicos presidenciales) distar muchos de John Maynard Keynes.</p>
<p>Las escasas respuestas del primero no convencieron en el Capitolio, “Hay algo podrido en Dinamarca, sin vueltas”, afirma el demócrata Edolphus Towns (Nueva York). “Las bodas de Bank of America con Merrill Lynch se celebraron a punta de pistola y debemos averiguar quién la desenfundaba”. Nadie prestó atención a un pálido respaldo del vocero presidencial a Bernanke. Geithner y Summers mantenían cauto silencio, quizá porque ambos aspiran desde hace tiempo a manejar la Reserva Federal.</p>
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Se debilitan Bernanke y el poder de la Reserva Federal
Las duras andanadas legislativas sobre Benjamin Bernanke ponen en duda la renovación de un mandato que concluye en enero. Pero lo malo es que también peligra la posibilidad de aumentar facultades del banco central, claves de la reforma financiera.