lunes, 25 de noviembre de 2024

Se acelera el uso de los medios de pagos digitales

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Desde que inició la pandemia en marzo del año pasado, las organizaciones comenzaron una serie de transformaciones que alteraron sustancialmente el manejo de dinero por parte de grandes y pequeñas empresas.

Las actividades de cobranzas y de servicios financieros fueron algunas de las que mayor impacto tuvieron en este aspecto, y se encuentran en medio de una gran transformación, acelerada por la pandemia de COVID-19.

Este impulso se debe al crecimiento del rol de la digitalización en la vida financiera y económica de las personas, donde los pagos electrónicos están ocupando un lugar central.

La pandemia, entonces, impulsó de manera exponencial los pagos digitales, y por eso, en este contexto, las billeteras virtuales se convirtieron en una herramienta muy demandada por los usuarios que buscan concentrar en una misma aplicación las distintas cuentas bancarias, tarjetas y poder transferir dinero de una manera más fácil y ágil.

Se suma a esto la situación de la economía que llevó a muchas entidades financieras y grandes, medianas y pequeñas empresas a buscar distintas alternativas para transformar sus procesos y operaciones. Esas operaciones son posibles a partir de un importante desarrollo en los sistemas que dan soporte a las compañías bancarias, casas de pago y plataformas que habilitan todo tipo de transacciones de manera digital.

Según un Informe elaborado por el Banco Central de la República Argentina (BCRA) en base a datos de bancos, “las transferencias totales en pesos aumentaron 96,5% en cantidades y 50% en montos reales, con incrementos tanto en las transferencias inmediatas como en las que tienen acreditación en 24 horas”.

Esto demuestra el gran apoyo que hay por parte de los consumidores en aceptar este tipo de modalidad de pago convirtiéndose entonces en una “nueva normalidad” en términos de disminución en el uso del dinero “físico” y un crecimiento en todos los canales de pagos electrónicos.

La transformación continúa, por ello, es momento de seguir reinventándose, de revisar procesos y seguramente continuar creando soluciones que antes no se habían pensado. Hay que repensar y no quedarse atrás.

Vamos hacia un mundo “sin efectivo”, y la pandemia ha potenciado esta apuesta, que seguirá creciendo de manera exponencial los próximos años, y esta aceleración va a abrir nuevas oportunidades para todo el ecosistema de los medios de pago.

Se espera un largo período de incertidumbre, pero es necesario que todos los sectores vinculados a pagos trabajemos para tener un modelo más compensado entre lo físico y lo digital. Concientizando y evangelizando a nuevos usuarios cada vez más sobre los medios de pago electrónicos, teniendo en cuenta las barreras generacionales y socioculturales que pueden interponerse.

Esta crisis pone a prueba nuestra capacidad de adaptación, nuestra resiliencia y nuestra habilidad para trabajar juntos en equipo, y nos deja un gran avance en el desarrollo de herramientas para perfeccionar la efectivización de los pagos.

(*) Director del Estudio Palmero de Belizán & Asociados (EPB&A)

 

 

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