Salarios: los camioneros obtuvieron aumento de 19,5% más $ 200 extras

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Ese porcentaje parece un triunfo del gobierno, pues se acerca al techo de 20% que buscaba el ministro de economía. Pero Martín Lousteau lo desmintió luego y, ahora, lo impone un Hugo Moyano todavía fuerte.

A primera vista, el gobierno pretende poner un límite a las alzas salariales durante todo 2008. Pero las crecientes perspectivas inflacionarias –aquí y en el mundo-, pese al descenso del gasto público en enero, apuntan en sentido contrario a los deseos oficiales.

El acuerdo con el sindicato de camioneros y la federación empresaria del sector (la encabeza Luis Morales) fue anunciado por el ministro de trabajo, Carlos Tomada, aliado táctico de Moyano. Los tres firmantes habían estado un rato con la presidente Cristina Fernández Kirchner.

El aumento será en tres fases: 10% en julio, 5% en octubre, 4,5% en diciembre. Pero las intenciones del gobierno podrían frustrarse por una especie de cláusula gatillo: una “asignación no remunerativa” de $ 260 en dos cuotas (abril, junio). En otras palabras, una suma que –como ha sido común ya bajo Néstor Kirchner- acabará incorporándose al salario en algún momento del segundo semestre.

Por el contrario, se frustraron las negociaciones con los docentes, que el gobierno proyectaba cerrar otorgando hasta 24% de alza (¿y el techo de 20%?). Pero esto es una gimnasia que viene de años: la parte gremial, en permanente estado de conflicto, presionará con la cercanía de clases, hará paros al comenzar (ya los anuncian en algunas provincias) y los famosos 180 días quedarán en menos de 120, seminarios de “perfeccionamiento” y otros trucos típicos mediante.

A primera vista, el gobierno pretende poner un límite a las alzas salariales durante todo 2008. Pero las crecientes perspectivas inflacionarias –aquí y en el mundo-, pese al descenso del gasto público en enero, apuntan en sentido contrario a los deseos oficiales.

El acuerdo con el sindicato de camioneros y la federación empresaria del sector (la encabeza Luis Morales) fue anunciado por el ministro de trabajo, Carlos Tomada, aliado táctico de Moyano. Los tres firmantes habían estado un rato con la presidente Cristina Fernández Kirchner.

El aumento será en tres fases: 10% en julio, 5% en octubre, 4,5% en diciembre. Pero las intenciones del gobierno podrían frustrarse por una especie de cláusula gatillo: una “asignación no remunerativa” de $ 260 en dos cuotas (abril, junio). En otras palabras, una suma que –como ha sido común ya bajo Néstor Kirchner- acabará incorporándose al salario en algún momento del segundo semestre.

Por el contrario, se frustraron las negociaciones con los docentes, que el gobierno proyectaba cerrar otorgando hasta 24% de alza (¿y el techo de 20%?). Pero esto es una gimnasia que viene de años: la parte gremial, en permanente estado de conflicto, presionará con la cercanía de clases, hará paros al comenzar (ya los anuncian en algunas provincias) y los famosos 180 días quedarán en menos de 120, seminarios de “perfeccionamiento” y otros trucos típicos mediante.

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