(EFE).- La iniciativa diplomática del presidente ruso, Vladímir Putin, exigirá grandes sacrificios a israelíes y palestinos, pero es bienvenida por dos pueblos duramente castigados por la violencia.
La primera luz en este oscuro túnel, que causó la muerte a más de 250 palestinos y 34 israelíes, sorprendió hoy (viernes 24) en círculos gubernamentales de este país, tras las predicciones de los altos mandos israelíes de que los enfrentamientos continuarían durante un largo período de tiempo.
El Gobierno israelí informó hoy, viernes, de que su ministro de Asuntos Exteriores, Shlomo Ben Ami, viajará a Moscú el próximo domingo para estudiar el plan ruso de pacificación, del que hasta el momento no trascendió ningún detalle sustancial.
Ben Ami conversó hoy con su colega ruso, Igor Ivanov, para conocer las bases de esta nueva iniciativa, que consiguió dejar al margen la mediación de Washington, como querían los palestinos.
Se trata de un plan para profundizar en los acuerdos de Sharm el Sheij, dijo en Moscú el viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Alexander Avdéyev, en alusión a la fracasada cumbre del mes pasado en Egipto.
El encargado de romper el hielo entre israelíes y palestinos fue en este caso el presidente ruso, quien hoy se entrevistó en Moscú con el líder palestino, Yaser Arafat.
Durante la reunión, Putin telefoneó al jefe del Gobierno israelí, Ehud Barak, para conocer su postura sobre una posible iniciativa diplomática rusa y, en mitad de la conversación, le preguntó si estaba interesado en dialogar con el líder palestino.
En la conversación, que duró apenas unos minutos, Barak y Arafat acordaron que sus organismos de seguridad, que hasta esta tarde seguían enfrentados, reanudarán en los próximos días la cooperación para poner fin a la violencia.
Como primera medida, altos mandos militares israelíes y palestinos se reunirán en el terreno para encarrilar el proceso de pacificación en Cisjordania y Gaza.
Estos encuentros de rutina, al igual que las patrullas conjuntas, fueron suspendidas cuando estalló la Intifada al Aqsa, el pasado 29 de septiembre.
Otro de los resultados de la conversación entre Barak y Arafat es la reapertura de las Oficinas de Enlace y Cooperación (DCO, por sus siglas en inglés), el último foro de cooperación entre ambas partes.
El Ejército israelí ordenó ayer el cierre de dichas Oficinas, ubicadas en las afueras de las localidades palestinas más importantes, tras un atentado contra la DCO del asentamiento judío de Nevé Dekalim, en la franja de Gaza, que causó la muerte a dos soldados israelíes y a un palestino.
Aunque la iniciativa diplomática rusa generó gran optimismo, en el terreno la violencia siguió hoy su ritmo galopante.
Dos palestinos de 15 y 20 años murieron hoy en las ciudades cisjordanas de Jenin y Kalkilia, en los enfrentamientos que siguieron a las manifestaciones convocadas por los movimientos islámicos.
A lo largo de la tarde se registraron intensos enfrentamientos armados entre soldados israelíes y palestinos cerca de los asentamientos judíos de Neve Dekalim, en la franja de Gaza, y en el cruce de Ayosh, al norte de la ciudad cisjordana de Ramala.
Tanques israelíes abrieron fuego contra militantes palestinos en la tumba de Raquel, próxima a la ciudad autónoma cisjordana de Belén, aunque en este caso no se informó de víctimas.
Asimismo, una carga explosiva fue activada al paso de un autobús israelí en la ciudad cisjordana de Hebrón y francotiradores palestinos dispararon contra el asentamiento judío de Rafiaj-Yam, en la franja de Gaza.
La iniciativa rusa obligará ahora a los soldados israelíes y los policías palestinos, que desde hace dos meses se han disparado mutuamente, a colaborar para frenar a los más extremistas de ambas partes.
(EFE).- La iniciativa diplomática del presidente ruso, Vladímir Putin, exigirá grandes sacrificios a israelíes y palestinos, pero es bienvenida por dos pueblos duramente castigados por la violencia.
La primera luz en este oscuro túnel, que causó la muerte a más de 250 palestinos y 34 israelíes, sorprendió hoy (viernes 24) en círculos gubernamentales de este país, tras las predicciones de los altos mandos israelíes de que los enfrentamientos continuarían durante un largo período de tiempo.
El Gobierno israelí informó hoy, viernes, de que su ministro de Asuntos Exteriores, Shlomo Ben Ami, viajará a Moscú el próximo domingo para estudiar el plan ruso de pacificación, del que hasta el momento no trascendió ningún detalle sustancial.
Ben Ami conversó hoy con su colega ruso, Igor Ivanov, para conocer las bases de esta nueva iniciativa, que consiguió dejar al margen la mediación de Washington, como querían los palestinos.
Se trata de un plan para profundizar en los acuerdos de Sharm el Sheij, dijo en Moscú el viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Alexander Avdéyev, en alusión a la fracasada cumbre del mes pasado en Egipto.
El encargado de romper el hielo entre israelíes y palestinos fue en este caso el presidente ruso, quien hoy se entrevistó en Moscú con el líder palestino, Yaser Arafat.
Durante la reunión, Putin telefoneó al jefe del Gobierno israelí, Ehud Barak, para conocer su postura sobre una posible iniciativa diplomática rusa y, en mitad de la conversación, le preguntó si estaba interesado en dialogar con el líder palestino.
En la conversación, que duró apenas unos minutos, Barak y Arafat acordaron que sus organismos de seguridad, que hasta esta tarde seguían enfrentados, reanudarán en los próximos días la cooperación para poner fin a la violencia.
Como primera medida, altos mandos militares israelíes y palestinos se reunirán en el terreno para encarrilar el proceso de pacificación en Cisjordania y Gaza.
Estos encuentros de rutina, al igual que las patrullas conjuntas, fueron suspendidas cuando estalló la Intifada al Aqsa, el pasado 29 de septiembre.
Otro de los resultados de la conversación entre Barak y Arafat es la reapertura de las Oficinas de Enlace y Cooperación (DCO, por sus siglas en inglés), el último foro de cooperación entre ambas partes.
El Ejército israelí ordenó ayer el cierre de dichas Oficinas, ubicadas en las afueras de las localidades palestinas más importantes, tras un atentado contra la DCO del asentamiento judío de Nevé Dekalim, en la franja de Gaza, que causó la muerte a dos soldados israelíes y a un palestino.
Aunque la iniciativa diplomática rusa generó gran optimismo, en el terreno la violencia siguió hoy su ritmo galopante.
Dos palestinos de 15 y 20 años murieron hoy en las ciudades cisjordanas de Jenin y Kalkilia, en los enfrentamientos que siguieron a las manifestaciones convocadas por los movimientos islámicos.
A lo largo de la tarde se registraron intensos enfrentamientos armados entre soldados israelíes y palestinos cerca de los asentamientos judíos de Neve Dekalim, en la franja de Gaza, y en el cruce de Ayosh, al norte de la ciudad cisjordana de Ramala.
Tanques israelíes abrieron fuego contra militantes palestinos en la tumba de Raquel, próxima a la ciudad autónoma cisjordana de Belén, aunque en este caso no se informó de víctimas.
Asimismo, una carga explosiva fue activada al paso de un autobús israelí en la ciudad cisjordana de Hebrón y francotiradores palestinos dispararon contra el asentamiento judío de Rafiaj-Yam, en la franja de Gaza.
La iniciativa rusa obligará ahora a los soldados israelíes y los policías palestinos, que desde hace dos meses se han disparado mutuamente, a colaborar para frenar a los más extremistas de ambas partes.