Ruckauf privatiza
Se privatizarían el juego y los trenes provinciales con el fin de buscar liquidez.
En busca de fondos, el gobierno de la provincia de Buenos Aires, privatizaría el juego y los trenes de su territorio, sin tocar el Banco Provincia. Esta operatoria aportaría algo más de $ 3.000 millones. Los organismos a privatizar: el hipódromo de La Plata, los trenes y la lotería.
Hasta 1998, el hipódromo generó pérdidas aunque se estabilizó con la intervención de Orlando Caporal, nombrado por el ex gobernador Duhalde; el año pasado, según Caporal, dio superávit pero ahora volvió a ser deficitario.
Los trenes, a cargo de la Unidad Ejecutora del Programa Ferroviario Provincial, dan pérdidas desde el comienzo. Cuando se privatizaron los ferrocarriles, a principios de los 90’, ningún consorcio privado mostró interés en estos ramales; los únicos rentables serían los de Mar del Plata y Pinamar. Los demás revisten un carácter social.
La liquidación del juego oficial es más delicada. Este sector es el más atractivo porque no requiere grandes inversiones y ya es rentable, pero una claúsula constitucional prohibe entregar la explotación del juego. Sólo sería posible la privatización si la claúsula se reforma, para lo cual se necesita el aval de la Alianza.
En busca de fondos, el gobierno de la provincia de Buenos Aires, privatizaría el juego y los trenes de su territorio, sin tocar el Banco Provincia. Esta operatoria aportaría algo más de $ 3.000 millones. Los organismos a privatizar: el hipódromo de La Plata, los trenes y la lotería.
Hasta 1998, el hipódromo generó pérdidas aunque se estabilizó con la intervención de Orlando Caporal, nombrado por el ex gobernador Duhalde; el año pasado, según Caporal, dio superávit pero ahora volvió a ser deficitario.
Los trenes, a cargo de la Unidad Ejecutora del Programa Ferroviario Provincial, dan pérdidas desde el comienzo. Cuando se privatizaron los ferrocarriles, a principios de los 90’, ningún consorcio privado mostró interés en estos ramales; los únicos rentables serían los de Mar del Plata y Pinamar. Los demás revisten un carácter social.
La liquidación del juego oficial es más delicada. Este sector es el más atractivo porque no requiere grandes inversiones y ya es rentable, pero una claúsula constitucional prohibe entregar la explotación del juego. Sólo sería posible la privatización si la claúsula se reforma, para lo cual se necesita el aval de la Alianza.
