El 13 de junio, Fernando de la Rúa coincidirá con el gobernador de Buenos Aires, Carlos Ruckauf, en la ciudad de Washington. Se sentarán en la misma mesa en la cena organizada por el embajador, Guillermo Martínez en honor del Presidente argentino.
Seguramente tendrán ocasión de colocar sobre el tapete coincidencias y discrepancias. Porque Ruckauf se reunirá con representantes del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para exhibir el modelo de ajuste que aplica en su provincia, en el que propone la disminución gradual de la carga impositiva para, paradójicamente para el criterio ortodoxo financiero, mejorar los ingresos y reactivar la economía. Es probable que exhiba los logros que se atribuye en la materia su compañero de partido, José Manuel De la Sota, en Córdoba.
Se anticipa que el gobernador tiene en su agenda anotadas varias reuniones con banqueros e inversores en la ciudad de Nueva York. La estereotipada sonrisa de Ruckauf acompañó en la víspera los trazos de su lapicera cuando firmó, con el embajador israelí, un contrato para la construcción de 780 viviendas para el personal del Parque Industrial de Pilar, uno de los polos de desarrollo que forman parte de su constante preocupación.
El 13 de junio, Fernando de la Rúa coincidirá con el gobernador de Buenos Aires, Carlos Ruckauf, en la ciudad de Washington. Se sentarán en la misma mesa en la cena organizada por el embajador, Guillermo Martínez en honor del Presidente argentino.
Seguramente tendrán ocasión de colocar sobre el tapete coincidencias y discrepancias. Porque Ruckauf se reunirá con representantes del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para exhibir el modelo de ajuste que aplica en su provincia, en el que propone la disminución gradual de la carga impositiva para, paradójicamente para el criterio ortodoxo financiero, mejorar los ingresos y reactivar la economía. Es probable que exhiba los logros que se atribuye en la materia su compañero de partido, José Manuel De la Sota, en Córdoba.
Se anticipa que el gobernador tiene en su agenda anotadas varias reuniones con banqueros e inversores en la ciudad de Nueva York. La estereotipada sonrisa de Ruckauf acompañó en la víspera los trazos de su lapicera cuando firmó, con el embajador israelí, un contrato para la construcción de 780 viviendas para el personal del Parque Industrial de Pilar, uno de los polos de desarrollo que forman parte de su constante preocupación.