Rubén Beraja quedó detenido

El ex titular de la DAIA quedó a disposición del juez federal Norberto Oyarbide, quien dispuso su captura debido a diversas irregularidades cometidas en la administración del liquidado Banco Mayo, que dirigía.

29 diciembre, 2003

Oyarbide dictó en la víspera el procesamiento con prisión preventiva de Beraja al considerarlo como el supuesto “jefe” de una asociación ilícita, y dispuso idéntica medida con respecto a su ex socio Salomón Cheb Terrab, a quien acusó de ser el “organizador” de esa asociación y del delito defraudación a la administración infiel, y trabó un embargo sobre sus bienes de 50 millones de pesos.

Si bien la resolución fue firmada en la víspera, Beraja se
entregó hoy ante el magistrado y fue alojado en la Unidad Delitos
Complejos de la Policía Federal, mientras que Cheb Terrab haría lo
propio en las próximas horas.

“Desde 1993 hata 1998 en que se produjo la caída del Banco Mayo
existió una organización estable, permanente y sólidamente
conforme que habría nucleado por un lado a directivos de Banco
Mayo y por el otro a empresarios o sujetos formalmemte ajenos a la
misma pero vinculados a personas jurídicas”, indicó el juez en una
resolución de 170 carillas.

Oyarbide destacó que, a su entender, Beraja y Cheb Terrab
“comandaron y organizaron la asociación delictiva” y respecto del
primero de ellos estimó que “como máxima autoridad del banco e
indiscutido referente y líder de la colectividad judía en la
Argentina es quien no sólo conducía los hilos del entramado lícito
de la entidad, sino de la organización ilícita que a expensas de
ésta se montara”.

“Cada vez que se presentaba la posibilidad de seducir o de
hacerse del dinero de algún incauto, la organización estaba
preparada y lista para recibirla, lo cual denota la predisposición
de la asociación para cometer delitos indeterminados”, afirmó el
magistrado.

Con respecto a las maniobras, el juez puntualizó como
irregularidades probadas la “captación y la administración de
fondos dinerarios ajenos que habrían ingresado a través de mesas
de dinero que habrían operado en las instalaciones que respondían
al banco y a empresas vinculadas a éste”.

Además, el juez dijo que se probó el “manejo que se hizo de los
300.000.000 de dólares que el Banco Central entregó al Mayo en
concepto de redescuentos como asistencia financiera por iliquidez
entre septiembre y octubre de 1998”.

Con ese dinero “lejos de adoptar recaudos para enfrentar la
coyuntura”, se suscribieron “operaciones comerciales aparentemente
irregulares en un contexto de iliquidez de la entidad incompatible
con la toma de decisiones de esa naturaleza”, añadió el juez, y se
calcula que en “apenas seis semanas” se ocasionaron pérdidas “por
200 millones de pesos”.

“Decidieron disponer de esos bienes e intereses en beneficio
propio, de familiares y amigos, así como de otras personas físicas
o jurídicas relacionadas con ellos mediante el otorgamiento de
créditos y la realización de inusuales operaciones comerciales que
produjeron el virtual vaciamiento de la entidad y el fraude a la
confianza que los socios cooperativistas, ahorristas e inversores
del banco y el propio Estado habían dispuesto en ellos”, señaló
Oyarbide.

En la misma resolución Oyarbide dictó los procesamientos de
varios imputados vinculados al Banco Mayo por la presunta comisión
de los delitos de “estafa calificada, defraudación por
administración infiel y asociación ilícita”, al tiempo que dispuso
numerosas faltas de mérito y sobreseimientos.

Entre esos procesados se encuentran León Laniado, Isaac
Raimundo Duek, Abraham Fleisman, Felipe Kompel, Sergio Kompel,
Alberto Tawil, David Malik (ex integrantes del Consejo
Administrativo del Banco), Víctor Liniado, Jaime Hasbani, Ricardo
Elias Tobal, Alfredo Bigio, Jaime Yabra, Alberto Laham, José
Naftali y Rafael Charur y Horacio Alegre.

Oyarbide dictó en la víspera el procesamiento con prisión preventiva de Beraja al considerarlo como el supuesto “jefe” de una asociación ilícita, y dispuso idéntica medida con respecto a su ex socio Salomón Cheb Terrab, a quien acusó de ser el “organizador” de esa asociación y del delito defraudación a la administración infiel, y trabó un embargo sobre sus bienes de 50 millones de pesos.

Si bien la resolución fue firmada en la víspera, Beraja se
entregó hoy ante el magistrado y fue alojado en la Unidad Delitos
Complejos de la Policía Federal, mientras que Cheb Terrab haría lo
propio en las próximas horas.

“Desde 1993 hata 1998 en que se produjo la caída del Banco Mayo
existió una organización estable, permanente y sólidamente
conforme que habría nucleado por un lado a directivos de Banco
Mayo y por el otro a empresarios o sujetos formalmemte ajenos a la
misma pero vinculados a personas jurídicas”, indicó el juez en una
resolución de 170 carillas.

Oyarbide destacó que, a su entender, Beraja y Cheb Terrab
“comandaron y organizaron la asociación delictiva” y respecto del
primero de ellos estimó que “como máxima autoridad del banco e
indiscutido referente y líder de la colectividad judía en la
Argentina es quien no sólo conducía los hilos del entramado lícito
de la entidad, sino de la organización ilícita que a expensas de
ésta se montara”.

“Cada vez que se presentaba la posibilidad de seducir o de
hacerse del dinero de algún incauto, la organización estaba
preparada y lista para recibirla, lo cual denota la predisposición
de la asociación para cometer delitos indeterminados”, afirmó el
magistrado.

Con respecto a las maniobras, el juez puntualizó como
irregularidades probadas la “captación y la administración de
fondos dinerarios ajenos que habrían ingresado a través de mesas
de dinero que habrían operado en las instalaciones que respondían
al banco y a empresas vinculadas a éste”.

Además, el juez dijo que se probó el “manejo que se hizo de los
300.000.000 de dólares que el Banco Central entregó al Mayo en
concepto de redescuentos como asistencia financiera por iliquidez
entre septiembre y octubre de 1998”.

Con ese dinero “lejos de adoptar recaudos para enfrentar la
coyuntura”, se suscribieron “operaciones comerciales aparentemente
irregulares en un contexto de iliquidez de la entidad incompatible
con la toma de decisiones de esa naturaleza”, añadió el juez, y se
calcula que en “apenas seis semanas” se ocasionaron pérdidas “por
200 millones de pesos”.

“Decidieron disponer de esos bienes e intereses en beneficio
propio, de familiares y amigos, así como de otras personas físicas
o jurídicas relacionadas con ellos mediante el otorgamiento de
créditos y la realización de inusuales operaciones comerciales que
produjeron el virtual vaciamiento de la entidad y el fraude a la
confianza que los socios cooperativistas, ahorristas e inversores
del banco y el propio Estado habían dispuesto en ellos”, señaló
Oyarbide.

En la misma resolución Oyarbide dictó los procesamientos de
varios imputados vinculados al Banco Mayo por la presunta comisión
de los delitos de “estafa calificada, defraudación por
administración infiel y asociación ilícita”, al tiempo que dispuso
numerosas faltas de mérito y sobreseimientos.

Entre esos procesados se encuentran León Laniado, Isaac
Raimundo Duek, Abraham Fleisman, Felipe Kompel, Sergio Kompel,
Alberto Tawil, David Malik (ex integrantes del Consejo
Administrativo del Banco), Víctor Liniado, Jaime Hasbani, Ricardo
Elias Tobal, Alfredo Bigio, Jaime Yabra, Alberto Laham, José
Naftali y Rafael Charur y Horacio Alegre.

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