Retornó al país el delegado del FMI

El Gobierno reanudará las negociaciones con el FMI, acelerando las tratativas que permitan llegar a un acuerdo antes del 9 de septiembre próximo.

28 agosto, 2003

El subdirector del Departamento del Hemisferio Occidental del
Fondo Monetario y encargado del caso argentino, John Dodsworth,
retornó hoy al país con las correcciones a la carta de intención y
en las próximas horas podría mantener negociaciones con
funcionarios del Ministerio de Economía.

Por su parte, el presidente del Banco Central, Alfonso
Prat-Gay, se reunirá hoy con la directora ejecutiva del Fondo
Monetario, Anne Krueger, para avanzar en las negociaciones.

Prat-Gay viajó a Estados Unidos para participar de un cónclave
de presidentes de bancos centrales, que se desarrollará a fines
de mes en Jackson Hole, Wyoming, en el norte de los Estados
Unidos, encuentro del cual también participará el titular de la
Reserva Federal de los Estados Unidos, Alan Greenspan.

En las negociaciones se tratarán de destrabar las diferencias
principales que están centradas en la pauta de superávit fiscal y
la renegociación de tarifas y contratos de empresas de servicios
públicos.

El retorno del funcionario del FMI al país coincidió con la
aprobación del Parlamento argentino de leyes consideradas clave
para avanzar en la negociación, que podrían concluir antes del 9
de septiembre próximo.
En esa fecha vence el pago de 2.900 millones de dólares que la
Argentina debe abonar al organismo multilateral de crédito.
El tratamiento de las leyes que exige el FMI, por parte del
Congreso, es uno de los avances que se registraron desde que
Dodsworth había partido hace diez días a Estados Unidos para
elevar el borrador de Carta Intención al directorio del
organismo.

Economía insiste en negociar un acuerdo de tres años de plazo,
posición que encontraría resistencias en algunas áreas del
Gobierno que no quieren llevar adelante las reformas que debería
afrontar la Argentina.

Según trascendió, en la Casa de Gobierno no se descarta la
alternativa de un nuevo acuerdo transitorio de un año que evite el
default con los organismos y que implicaría un menor grado de
exigencia en las reformas que el Fondo reclama para el próximo
año.

La meta de superávit primario discutida originalmente por los
funcionarios de Economía con los enviados del FMI para los
próximos tres años es de 3 por ciento en 2004, 3,2 por ciento en
2005 y 3,3 por ciento en 2006, números que distan del 4 por ciento
que exige el Fondo.

Las otras diferencias están centradas en la renegociación de
los contratos con las empresas privatizadas y el FMI ya advirtió
a través de su vocero, Thomas Dawson, que el organismo exige un
marco “previsible y comprensible” para el incremento de tarifas.

El subdirector del Departamento del Hemisferio Occidental del
Fondo Monetario y encargado del caso argentino, John Dodsworth,
retornó hoy al país con las correcciones a la carta de intención y
en las próximas horas podría mantener negociaciones con
funcionarios del Ministerio de Economía.

Por su parte, el presidente del Banco Central, Alfonso
Prat-Gay, se reunirá hoy con la directora ejecutiva del Fondo
Monetario, Anne Krueger, para avanzar en las negociaciones.

Prat-Gay viajó a Estados Unidos para participar de un cónclave
de presidentes de bancos centrales, que se desarrollará a fines
de mes en Jackson Hole, Wyoming, en el norte de los Estados
Unidos, encuentro del cual también participará el titular de la
Reserva Federal de los Estados Unidos, Alan Greenspan.

En las negociaciones se tratarán de destrabar las diferencias
principales que están centradas en la pauta de superávit fiscal y
la renegociación de tarifas y contratos de empresas de servicios
públicos.

El retorno del funcionario del FMI al país coincidió con la
aprobación del Parlamento argentino de leyes consideradas clave
para avanzar en la negociación, que podrían concluir antes del 9
de septiembre próximo.
En esa fecha vence el pago de 2.900 millones de dólares que la
Argentina debe abonar al organismo multilateral de crédito.
El tratamiento de las leyes que exige el FMI, por parte del
Congreso, es uno de los avances que se registraron desde que
Dodsworth había partido hace diez días a Estados Unidos para
elevar el borrador de Carta Intención al directorio del
organismo.

Economía insiste en negociar un acuerdo de tres años de plazo,
posición que encontraría resistencias en algunas áreas del
Gobierno que no quieren llevar adelante las reformas que debería
afrontar la Argentina.

Según trascendió, en la Casa de Gobierno no se descarta la
alternativa de un nuevo acuerdo transitorio de un año que evite el
default con los organismos y que implicaría un menor grado de
exigencia en las reformas que el Fondo reclama para el próximo
año.

La meta de superávit primario discutida originalmente por los
funcionarios de Economía con los enviados del FMI para los
próximos tres años es de 3 por ciento en 2004, 3,2 por ciento en
2005 y 3,3 por ciento en 2006, números que distan del 4 por ciento
que exige el Fondo.

Las otras diferencias están centradas en la renegociación de
los contratos con las empresas privatizadas y el FMI ya advirtió
a través de su vocero, Thomas Dawson, que el organismo exige un
marco “previsible y comprensible” para el incremento de tarifas.

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