Relaciones China-EE.UU., tensas pero cada vez más complejas

A poco de la reunión entre los presidentes Hu Jintao y George W.Bush, en Washington, China incursiona en ¡oh! Wall Street. Nada menos que buscando una parte minoritaria en la firma de valores Bear Stearns.

18 abril, 2006

China Construction Bank (CCB), uno de los cuatro grandes controlados por el estado central, ha abierto tratativas con Bear Stearns –otrora campeona del ofertismo y admiradora de Domingo F.Cavallo-, con el objeto de tomar una participación minoritaria en la antigua firma bursátil. Se habla de hasta US$ 4.000 millones, cifra que reveló el “Wall Street Journal” en la web.

Este martes, Chang Zhenming –presidente ejecutivo de CCB- se encontraba con James Caynes, CEO de BS. También figuraba en la reunión Donald Tang, chino étnico, gerente de la filial en Los Ángeles y principal promotor de los contactos. Tal como trascendió, el tercer banco en activos comprará de dos a cuatro mil millones en bonos convertibles.

En una fase posterior, el monto se capitalizará en forma de acciones. Eso involucrará una participación de 10 a 20% en el paquete BS. De paso, hará del CCB el mayor accionista individual de la sociedad. Dado que se trata de bonos, no de una adquisición directa de papeles, el eventual trato le permitirá a la entidad china eludir el complicado proceso que implica cualquier inversión directa en el exterior.

No por casualidad, este lunes la comisión china de valores flexibilizó algunas norma al respecto. Eso indica, de paso, que pronto se reanudarán las ofertas públicas iniciales de acciones, por parte de empresas locales. Ello dejará sin efecto la veda impuesta en mayo de 2005. Así presume el “Financial Times”, que ve en la medida un esfuerzo para destrabar el mercado bursátil chino fuera de Hongkong.

Lo curioso de todo esto es que, en los últimos tiempos, no hay problemas con inversiones norteamericanas en el Reino del Medio, sino con inversiones chinas en EE.UU. Así quedó evidente, meses atrás, cuando una ola de “nacionalismo anticomunista” en el congreso impidió que Cnooc (firma de Beijing dedicada a gas natural) comprase las operaciones de la californiana Unocal en aguas indochinas. Ni en Taiwán se oye ya ese tipo de reinvindicaciones.

Según declaraciones del primer ministro Wen Jiabao a un medio surcoreano, los temas que encararán ambos presidentes en Washington abarcan control de la proliferación nuclear en Irán, Norcorea e India (asunto típico de los chinos), apoyo de Beijing a dictaduras ricos en recursos primarios –algo que siempre ha hecho EE.UU.-, Taiwán y derechos civiles en la propia China. Pero los nexos económicos, financieros y empresarios parecen orientados a mantener el ritmo de los últimos años.

China Construction Bank (CCB), uno de los cuatro grandes controlados por el estado central, ha abierto tratativas con Bear Stearns –otrora campeona del ofertismo y admiradora de Domingo F.Cavallo-, con el objeto de tomar una participación minoritaria en la antigua firma bursátil. Se habla de hasta US$ 4.000 millones, cifra que reveló el “Wall Street Journal” en la web.

Este martes, Chang Zhenming –presidente ejecutivo de CCB- se encontraba con James Caynes, CEO de BS. También figuraba en la reunión Donald Tang, chino étnico, gerente de la filial en Los Ángeles y principal promotor de los contactos. Tal como trascendió, el tercer banco en activos comprará de dos a cuatro mil millones en bonos convertibles.

En una fase posterior, el monto se capitalizará en forma de acciones. Eso involucrará una participación de 10 a 20% en el paquete BS. De paso, hará del CCB el mayor accionista individual de la sociedad. Dado que se trata de bonos, no de una adquisición directa de papeles, el eventual trato le permitirá a la entidad china eludir el complicado proceso que implica cualquier inversión directa en el exterior.

No por casualidad, este lunes la comisión china de valores flexibilizó algunas norma al respecto. Eso indica, de paso, que pronto se reanudarán las ofertas públicas iniciales de acciones, por parte de empresas locales. Ello dejará sin efecto la veda impuesta en mayo de 2005. Así presume el “Financial Times”, que ve en la medida un esfuerzo para destrabar el mercado bursátil chino fuera de Hongkong.

Lo curioso de todo esto es que, en los últimos tiempos, no hay problemas con inversiones norteamericanas en el Reino del Medio, sino con inversiones chinas en EE.UU. Así quedó evidente, meses atrás, cuando una ola de “nacionalismo anticomunista” en el congreso impidió que Cnooc (firma de Beijing dedicada a gas natural) comprase las operaciones de la californiana Unocal en aguas indochinas. Ni en Taiwán se oye ya ese tipo de reinvindicaciones.

Según declaraciones del primer ministro Wen Jiabao a un medio surcoreano, los temas que encararán ambos presidentes en Washington abarcan control de la proliferación nuclear en Irán, Norcorea e India (asunto típico de los chinos), apoyo de Beijing a dictaduras ricos en recursos primarios –algo que siempre ha hecho EE.UU.-, Taiwán y derechos civiles en la propia China. Pero los nexos económicos, financieros y empresarios parecen orientados a mantener el ritmo de los últimos años.

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