A raíz de la escalada de violencia que registró hoy (jueves 12) el conflicto armado entre israelíes y palestinos, en Medio Oriente, la Policía Federal reforzó esta noche la vigilancia a objetivos judíos, árabes y estadounidenses en Buenos Aires, para prevenir eventuales actos terroristas.
Pese a que durante la tarde hubo febriles reuniones entre funcionarios del gobierno y representantes de las comunidades judía y árabe en la Argentina, se decidió extender el refuerzo de la seguridad también a objetivos norteamericanos, puesto que Estados Unidos está involucrado en el conflicto.
Según la agencia noticiosa DYN, las autoridades de la Policía Federal pusieron todas las unidades móviles de la fuerza a disposición de este operativo.
La semana pasada, la Policía Federal reasumió en forma exclusiva la custodia de objetivos israelíes y árabes en la Ciudad de Buenos Aires, que desde hace años estaban protegidos por personal de la Gendarmería Nacional y la Prefectura Naval.
Fernando de Santibañes, que como secretario de Inteligencia del Estado es el presidente del Consejo Nacional de Inteligencia (CNI), dijo esta tarde, tras una reunión de ese organismo convocada de urgencia por el presidente Fernando de la Rúa, que el Gobierno estaba decidido a “tomar las mejores medidas posibles” porque “nunca se sabe si se está preparado” para evitar ataques terroristas.
Al respecto, nadie olvida los atentados contra la embajada de Israel, en 1992, y contra la Asociación de Mutuales Israelitas Argentinas (Amia), en 1994.
El embajador de Israel en la Argentina, Benjamín Orón, manifestó su comprensión por el hecho de que se hayan adoptado “algunas medidas preventivas”, pero llamó a no “exagerar” el análisis sobre posibles consecuencias terroristas del conflicto de Medio Oriente.
La ola de violencia que se desató en Jerusalén a principios de este mes alcanzó hoy uno de los picos más virulentos, con los ataques israelíes contra oficinas de Yasser Arafat en Gaza y contra la estación de televisión palestina en la región, entre otros blancos.
A raíz de la escalada, la jefa del Departamento de Estado de Estados Unidos, Madeleine Allbright, pidió a Israel que cesara las hostilidades.
Más información en “Israel bombardeó edificios palestinos”, en esta misma sección.
A raíz de la escalada de violencia que registró hoy (jueves 12) el conflicto armado entre israelíes y palestinos, en Medio Oriente, la Policía Federal reforzó esta noche la vigilancia a objetivos judíos, árabes y estadounidenses en Buenos Aires, para prevenir eventuales actos terroristas.
Pese a que durante la tarde hubo febriles reuniones entre funcionarios del gobierno y representantes de las comunidades judía y árabe en la Argentina, se decidió extender el refuerzo de la seguridad también a objetivos norteamericanos, puesto que Estados Unidos está involucrado en el conflicto.
Según la agencia noticiosa DYN, las autoridades de la Policía Federal pusieron todas las unidades móviles de la fuerza a disposición de este operativo.
La semana pasada, la Policía Federal reasumió en forma exclusiva la custodia de objetivos israelíes y árabes en la Ciudad de Buenos Aires, que desde hace años estaban protegidos por personal de la Gendarmería Nacional y la Prefectura Naval.
Fernando de Santibañes, que como secretario de Inteligencia del Estado es el presidente del Consejo Nacional de Inteligencia (CNI), dijo esta tarde, tras una reunión de ese organismo convocada de urgencia por el presidente Fernando de la Rúa, que el Gobierno estaba decidido a “tomar las mejores medidas posibles” porque “nunca se sabe si se está preparado” para evitar ataques terroristas.
Al respecto, nadie olvida los atentados contra la embajada de Israel, en 1992, y contra la Asociación de Mutuales Israelitas Argentinas (Amia), en 1994.
El embajador de Israel en la Argentina, Benjamín Orón, manifestó su comprensión por el hecho de que se hayan adoptado “algunas medidas preventivas”, pero llamó a no “exagerar” el análisis sobre posibles consecuencias terroristas del conflicto de Medio Oriente.
La ola de violencia que se desató en Jerusalén a principios de este mes alcanzó hoy uno de los picos más virulentos, con los ataques israelíes contra oficinas de Yasser Arafat en Gaza y contra la estación de televisión palestina en la región, entre otros blancos.
A raíz de la escalada, la jefa del Departamento de Estado de Estados Unidos, Madeleine Allbright, pidió a Israel que cesara las hostilidades.
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