Reestructuración del Gabinete: no se crearían más ministerios
Se habría decidido no elevar a rango ministerial el futuro organismo que concentrará la política de inversiones. Varios economistas se oponen a que haya más burocracia.
18 diciembre, 2000
Además de la confianza inversora que debería generar el blindaje financiero, el Presidente sostiene que ,para atraer capitales extranjeros, hará falta tomar medidas en materia fiscal y unificar las acciones directrices y gestiones en una sola repartición.
La iniciativa de crear un área en el Gabinete que se ocupe de delinear las políticas de inversiones se ha ido modificando en el transcurso de los últimos días; el organismo no sería un nuevo ministerio, sino una estructura de menor rango.
Con el objetivo de crear un terreno propicio para las inversiones, el jefe del Estado estaría evaluando la conveniencia de encarar una reformulación de la política impositiva.
Esto supone seguir reduciendo o anulando tributos que frenen el desarrollo productivo y la corriente de capitales extranjeros y, por otra parte, conseguir eficiencia en los entes de recaudación.
En la Casa Rosada saben que no basta con el reaseguro financiero internacional acordado con el FMI, por lo cual se procura que bajen las tasas de interés y que se profundicen reformas en el Estado y se analiza la posibilidad de morigerar o suprimir gravámenes que puedan significar una doble imposición, generalmente conocidos como distorsivos.
Además de la confianza inversora que debería generar el blindaje financiero, el Presidente sostiene que ,para atraer capitales extranjeros, hará falta tomar medidas en materia fiscal y unificar las acciones directrices y gestiones en una sola repartición.
La iniciativa de crear un área en el Gabinete que se ocupe de delinear las políticas de inversiones se ha ido modificando en el transcurso de los últimos días; el organismo no sería un nuevo ministerio, sino una estructura de menor rango.
Con el objetivo de crear un terreno propicio para las inversiones, el jefe del Estado estaría evaluando la conveniencia de encarar una reformulación de la política impositiva.
Esto supone seguir reduciendo o anulando tributos que frenen el desarrollo productivo y la corriente de capitales extranjeros y, por otra parte, conseguir eficiencia en los entes de recaudación.
En la Casa Rosada saben que no basta con el reaseguro financiero internacional acordado con el FMI, por lo cual se procura que bajen las tasas de interés y que se profundicen reformas en el Estado y se analiza la posibilidad de morigerar o suprimir gravámenes que puedan significar una doble imposición, generalmente conocidos como distorsivos.