Red de chacras para vender
En Misiones, los pequeños productores organizaron un sistema comunitario de producción y de venta .Los productos se venden 15% más baratos que en los mercados tradicionales.
Los habitantes del campo misionero crearon una red de chacras (tiene un promedio de 20 hectáreas cada una) que en la actualidad venden sus productos en 28 ferias francas ubicadas en diferentes lugares de la provincia. Compuesto por aproximadamente 2 mil familias, se trata de un núcleo de emprendimientos que llevan adelante personas que fueron abandonando el monocultivo del tabaco y de la yerba para evitar las consecuencias de la toxicidad de los agroquímicos que usaban e impedir la temible deforestación.
Los productores ahora cultivan diversas especies vegetales sin plaguicidas de síntesis, derivados de animales, e industrializan parte de los productos que generan. Asistidos y capacitados por técnicos de Pro Huerta del INTA y el Ministerio del Agro y de la Producción de Misiones, la iniciativa que es apoyada por el Programa Social Agropecuario (ver “Programa Agropecuario sin Fondos”) y por el Movimiento Agrario Misionero, es una experiencia inédita que está sirviendo de modelo para correntinos, chaqueños, salteños, puntanos y mendocinos.
Este proyecto intenta cortar la cadena de intermediarios para disminuir costos y armar un sistema de certificación orgánica que avale la calidad de los productos que probablemente comiencen a comercializarse en los supermercados. Aunque todavía no hay datos acerca de los volúmenes de producción global, la experiencia misionera de ferias francas con producciones comunitarias emerge en el sistema como una solución de avanzada para asistir a los agricultores nacionales.
Los habitantes del campo misionero crearon una red de chacras (tiene un promedio de 20 hectáreas cada una) que en la actualidad venden sus productos en 28 ferias francas ubicadas en diferentes lugares de la provincia. Compuesto por aproximadamente 2 mil familias, se trata de un núcleo de emprendimientos que llevan adelante personas que fueron abandonando el monocultivo del tabaco y de la yerba para evitar las consecuencias de la toxicidad de los agroquímicos que usaban e impedir la temible deforestación.
Los productores ahora cultivan diversas especies vegetales sin plaguicidas de síntesis, derivados de animales, e industrializan parte de los productos que generan. Asistidos y capacitados por técnicos de Pro Huerta del INTA y el Ministerio del Agro y de la Producción de Misiones, la iniciativa que es apoyada por el Programa Social Agropecuario (ver “Programa Agropecuario sin Fondos”) y por el Movimiento Agrario Misionero, es una experiencia inédita que está sirviendo de modelo para correntinos, chaqueños, salteños, puntanos y mendocinos.
Este proyecto intenta cortar la cadena de intermediarios para disminuir costos y armar un sistema de certificación orgánica que avale la calidad de los productos que probablemente comiencen a comercializarse en los supermercados. Aunque todavía no hay datos acerca de los volúmenes de producción global, la experiencia misionera de ferias francas con producciones comunitarias emerge en el sistema como una solución de avanzada para asistir a los agricultores nacionales.
