Récords del euro y la libra, dólar en riesgo creciente

El euro marcó el 7° récord seguido, US$ 1,223. El mercado presionaba para que –en la última reunión del año- el SRF eleve hoy las tasas referenciales (1% anual, piso desde 1958). Pero nadie lo espera y el dólar afronta graves riesgos.

8 diciembre, 2003

La explicación elegida el viernes remitía a un equívoco: mientras los gurúes bursátiles calculaban en 150.000 el aumento de la plantilla laboral en noviembre, éste resultó ser apenas 57.000. Ello pone nuevamente en tela de juicio el optimismo sobreactuado que manifiesta el departamento federal de Trabajo.

Economistas y observadores más serios creen que, aun si el repunte laboral hubiese coincidido con los deseos del mercado, poco habría influido para frenar el sostenido deterioro del dólar (no lo hizo otra estadística positiva: el desempleo urbano cedió de 6 a 5,9%). Con el euro avanzando 42,5% desde el piso del año (US$ 0,858, 26 de febrero), el fenómeno puede desembocar en un problema sistémicos global.

En otras palabras, un desequilibrio cambiario capaz de frustrar el repunte manifestado en las tres economías mayores, Estados Unidos, Unión Europea y Japón. Se entiende, entonces, que cambistas y banqueros presionasen al Sistema Federal de Reserva, a ver si aumenta hoy mismo las tasas referenciales en la última sesión del año. Pero nadie cree que ocurra eso.

Por ende, la consigna general es seguir comprando posiciones cortas y largas en euros. También en francos suizos: en Zürich, el dólar caía ayer a FS 1,269 y, en Londres, la libra alcanzaba US$ 1,7363, el máximo en once años. Entretanto, sólo en Tokio el banco central continúa comprando dólares, para que no bajen de ¥ 107. En lo tocante a Wall Street, este denso clima hizo bajar –el viernes- de 0,70 a 1,75% los indicadores principales. Ayer hubo repuntes parciales.

La explicación elegida el viernes remitía a un equívoco: mientras los gurúes bursátiles calculaban en 150.000 el aumento de la plantilla laboral en noviembre, éste resultó ser apenas 57.000. Ello pone nuevamente en tela de juicio el optimismo sobreactuado que manifiesta el departamento federal de Trabajo.

Economistas y observadores más serios creen que, aun si el repunte laboral hubiese coincidido con los deseos del mercado, poco habría influido para frenar el sostenido deterioro del dólar (no lo hizo otra estadística positiva: el desempleo urbano cedió de 6 a 5,9%). Con el euro avanzando 42,5% desde el piso del año (US$ 0,858, 26 de febrero), el fenómeno puede desembocar en un problema sistémicos global.

En otras palabras, un desequilibrio cambiario capaz de frustrar el repunte manifestado en las tres economías mayores, Estados Unidos, Unión Europea y Japón. Se entiende, entonces, que cambistas y banqueros presionasen al Sistema Federal de Reserva, a ver si aumenta hoy mismo las tasas referenciales en la última sesión del año. Pero nadie cree que ocurra eso.

Por ende, la consigna general es seguir comprando posiciones cortas y largas en euros. También en francos suizos: en Zürich, el dólar caía ayer a FS 1,269 y, en Londres, la libra alcanzaba US$ 1,7363, el máximo en once años. Entretanto, sólo en Tokio el banco central continúa comprando dólares, para que no bajen de ¥ 107. En lo tocante a Wall Street, este denso clima hizo bajar –el viernes- de 0,70 a 1,75% los indicadores principales. Ayer hubo repuntes parciales.

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