Reclamo de la ONU al G-8
Annan pidió medidas para aliviar la deuda de los países pobres y, directamente, la condonación para aquellos que atraviesan conflictos serios o sufrieron grandes desastres naturales.
(EFE).- El secretario general de la ONU, Kofi Annan, sugirió al Grupo de los Ocho (G-8), que conforman los siete países más industrializados del mundo y Rusia, medidas para reducir la deuda de los países pobres que atraviesan conflictos graves o que han sufrido grandes desastres naturales.
Las propuestas figuran en una carta, cuyo contenido fue divulgado hoy (martes 11), dirigida a los presidentes de esos ocho países (Estados Unidos, Canadá, Alemania, Japón, Reino Unido, Francia, Italia y Rusia).
En ella, Annan recuerda que 40% de los ingresos de los gobiernos de Africa, que es la región más pobre del mundo, están asignados al servicio de una deuda total de US$ 350.000 millones, lo que va en detrimento de la salud, la educación y los servicios sociales esenciales.
El secretario general pide al G-8 considerar “de cara a una acción urgente” las propuestas de reducción de la deuda que mencionó en un informe que debatirá la Asamblea del Milenio, la cita anual que reúne en la ONU a todos los países miembros, representados, en muchos casos, por sus presidentes y primeros ministros.
La carta, enviada en vísperas de la cumbre del G-8 que se celebrará en Okinawa (Japón), menciona algunas de las medidas, como cancelar la deuda de los países que atraviesen conflictos importantes o los que han sufrido grandes desastres naturales.
También pide la cancelación de la deuda oficial de todos los países pobres muy endeudados, a cambio de que éstos demuestren su compromiso con la reducción de la pobreza.
Igualmente, insta a flexibilizar los requisitos exigidos para beneficiarse de la iniciativa HIPC para aliviar la deuda de los países pobres más endeudados, que presentaron el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) en 1996, de manera que se pueda aplicar a otros estados, como Nigeria.
Por otra parte, estima que la devolución de la deuda debería estar vinculada a un máximo porcentaje de los ingresos del país por operaciones con el exterior, y recomienda la instauración de un proceso de arbitrio para la deuda que equilibre los intereses de los acreedores y los países deudores “introduciendo mayor disciplina en sus relaciones”.
Annan plantea también el problema de la brecha que divide a países industrializados y pobres por el dominio de las nuevas tecnologías de la información.
“Insto a que se comprometan con el objetivo de hacer las tecnologías de la información accesibles para todo el mundo” y destinar recursos a tal fin, afirma el secretario general.
El diplomático admite que la tecnología de la información no puede “resolver todos los problemas del mundo en desarrollo”, pero señala que sus beneficios potenciales, como mejorar los cuidados de salud y la educación o hacer el gobierno más transparente, “son cada vez más obvios”.
“El acceso es crucial” para que una mayoría de personas puedan desempeñar el papel que les corresponde en la nueva economía global, dice.
(EFE).- El secretario general de la ONU, Kofi Annan, sugirió al Grupo de los Ocho (G-8), que conforman los siete países más industrializados del mundo y Rusia, medidas para reducir la deuda de los países pobres que atraviesan conflictos graves o que han sufrido grandes desastres naturales.
Las propuestas figuran en una carta, cuyo contenido fue divulgado hoy (martes 11), dirigida a los presidentes de esos ocho países (Estados Unidos, Canadá, Alemania, Japón, Reino Unido, Francia, Italia y Rusia).
En ella, Annan recuerda que 40% de los ingresos de los gobiernos de Africa, que es la región más pobre del mundo, están asignados al servicio de una deuda total de US$ 350.000 millones, lo que va en detrimento de la salud, la educación y los servicios sociales esenciales.
El secretario general pide al G-8 considerar “de cara a una acción urgente” las propuestas de reducción de la deuda que mencionó en un informe que debatirá la Asamblea del Milenio, la cita anual que reúne en la ONU a todos los países miembros, representados, en muchos casos, por sus presidentes y primeros ministros.
La carta, enviada en vísperas de la cumbre del G-8 que se celebrará en Okinawa (Japón), menciona algunas de las medidas, como cancelar la deuda de los países que atraviesen conflictos importantes o los que han sufrido grandes desastres naturales.
También pide la cancelación de la deuda oficial de todos los países pobres muy endeudados, a cambio de que éstos demuestren su compromiso con la reducción de la pobreza.
Igualmente, insta a flexibilizar los requisitos exigidos para beneficiarse de la iniciativa HIPC para aliviar la deuda de los países pobres más endeudados, que presentaron el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) en 1996, de manera que se pueda aplicar a otros estados, como Nigeria.
Por otra parte, estima que la devolución de la deuda debería estar vinculada a un máximo porcentaje de los ingresos del país por operaciones con el exterior, y recomienda la instauración de un proceso de arbitrio para la deuda que equilibre los intereses de los acreedores y los países deudores “introduciendo mayor disciplina en sus relaciones”.
Annan plantea también el problema de la brecha que divide a países industrializados y pobres por el dominio de las nuevas tecnologías de la información.
“Insto a que se comprometan con el objetivo de hacer las tecnologías de la información accesibles para todo el mundo” y destinar recursos a tal fin, afirma el secretario general.
El diplomático admite que la tecnología de la información no puede “resolver todos los problemas del mundo en desarrollo”, pero señala que sus beneficios potenciales, como mejorar los cuidados de salud y la educación o hacer el gobierno más transparente, “son cada vez más obvios”.
“El acceso es crucial” para que una mayoría de personas puedan desempeñar el papel que les corresponde en la nueva economía global, dice.
