Reaparece el gurú que augura choques China-Estados Unidos

Al fin de la era George W.Bush-Richard Cheney, Robert Kaplan asumía una obsesión del Pentágono. Esto es, una guerra entre fuerzas chinas y norteamericanas, causada por ambas Coreas. Hoy cambia el eje y lo actualiza: un conflicto económico.

21 octubre, 2010

<p>&ldquo;La competencia econ&oacute;mica y comercial Beijing-Washington se agudiza, mientras se vislumbran presiones militares de ambos lados y puede temerse una guerra nuclear&rdquo;. As&iacute; afirmaba en 2007 el analista, aludiendo a las espectaculares maniobras de entonces con fuerzas chinas y rusas en el mar Amarillo, en un extenso trabajo publicado por el belicoso Atlantic Monthly. Las fuentes remit&iacute;an a &ldquo;estrategas del Pent&aacute;gono&rdquo;.<br />
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A criterio de Kaplan, un neoconservador vinculado a Paul Wolfowitz (ef&iacute;mero presidente del Banco Mundial), Washington &ldquo;simula empe&ntilde;arse en democratizar Levante, pero sus verdaderas preocupaciones estrat&eacute;gicas se cifran en el Pac&iacute;fico occidental. As&iacute; lo vislumbran los juegos de guerra habituales en el Pent&aacute;gono y sus equivalentes en China, Rusia, Jap&oacute;n, Taiw&aacute;n, Surcorea y Vietmam&rdquo;.<br />
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Por lo mismo, su f&eacute;rtil imaginaci&oacute;n detect&oacute; en EE.UU. doscientos vietnamitas entren&aacute;ndose, porque Saig&oacute;n sabe que ser&aacute; el primer objetivo de Beijing. Eso no es nuevo: Vietnam fue durante siglos tributario del Imperio Celeste y sus herederos nunca han renunciado a reivindicaciones territoriales. Tambi&eacute;n lo fueron toda Corea, media Birmania, Nepal, etc.<br />
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&ldquo;Hasta el presente &ndash;insist&iacute;a Kaplan tiempo atr&aacute;s en el bolet&iacute;n Stratford- no ha habido fuerzas de mar y tierra capaces de amenazar a EE.UU. Esta situaci&oacute;n cambia y la amenaza es de ra&iacute;z econ&oacute;mica&rdquo;. Ahora bien, el futur&oacute;logo repite ideas formuladas en 1968/9 por del difunto Hermann Kahn, el &ldquo;doctor No&rdquo; de Woody Allen. Desde el Hudson Institute, vislumbraba que &ldquo;el sistema armado en la segunda posguerra durar&aacute; poco&rdquo;. Las guerras en la ex Yugoslavia, Irak o Afganist&aacute;n-Pakist&aacute;n han puesto en evidencia el colapso interno de la OTAN.<br />
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En la fase actual, peligra el dominio norteamericano del Pac&iacute;fico (PaCom), cuya jurisdicci&oacute;n llega hasta Australia y Nueva Zelanda. Tras se&ntilde;alar que la guerra cambiar&aacute; y puede servir de detonante, el profeta apela a Michael Vickers (Centro de evaluaciones presupuestarias y estrat&eacute;gicas, Washington), a cuyo criterio &ldquo;embarcarse en una guerra de origen econ&oacute;mico contra China es tan simple como inevitable. El problema ser&aacute; salir. Existe un estudio reservado del Pent&aacute;gono, seg&uacute;n el cual para lograrlo ser&aacute; preciso reducir dr&aacute;sticamente la capacidad militar y econ&oacute;mica del enemigo, amenazar sus fuentes de energ&iacute;a, combustibles y agua, mientras se busca el colapso del Partido Comunista como aparato de gobierno&rdquo;. <br />
Kaplan y sus amigos olvidan que resulta imposible ocupar siquiera las principales ciudades &ndash;m&aacute;s de 15 millones de residentes cada una- de un pa&iacute;s con 9.600.000 km2 (tercero del mundo en superficie) y 1.340 millones de habitantes. S&oacute;lo los mongoles lo consiguieron en el siglo XIII, pero a costa de sinificarse y abandonar su patria.<br />
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Seg&uacute;n la visi&oacute;n &ldquo;pentagonal&rdquo; China destinar&aacute; cada vez m&aacute;s recursos al gasto b&eacute;lico. &ldquo;Lo &uacute;nico realista es que EE.UU. haga lo mismo. A diferencia de la perimida Uni&oacute;n Sovi&eacute;tica, Beijing tiene tanto poder blando como duro. Su peculiar mezcla de autoritarismo y econom&iacute;a de mercado (pero no libre) seduce a Latinoam&eacute;rica y media Eurasia&rdquo;.<br />
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El analista, disc&iacute;pulo de Henry Kissinger, reconoce que &ldquo;la democracia resulta viable en pocas zonas fuera de las econom&iacute;as centrales&rdquo;. Eso explica la proliferaci&oacute;n de tropas norteamericanas sobre las fronteras chinas, rusas e indias, con presencia en Uzbekist&aacute;n, Afganist&aacute;n, Tadyikist&aacute;n, Pakist&aacute;n, Tailandia, Filipinas, Taiw&aacute;n, Jap&oacute;n, Surcorea y Australia. Salvo los &uacute;ltimos tres, el resto no es precisamente un grupo de democracias.</p>
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