La prudente recuperación de las bolsas mundiales y los indicios de reactivación industrial dados a conocer por el ministro Machinea, hacen surgir cautas esperanzas de un crecimiento económico, aunque todo indica que, de confirmarse, repercutirá en un alza en la demanda de empleo en la segunda mitad del año. Precisamente en marzo el índice de ocupación acumulado del primer trimestre señala un retroceso de 2,6%.
El titular de Economía marcó el martes síntomas favorables:
· La producción industrial de marzo subió 3,8% sobre igual período del año pasado
· La producción automotriz creció 70%
· Se espera conseguir una cosecha que bordee el récord histórico, a lo que se suma la suba de los precios internacionales de 15%
· La cauta reacción de Wall Street luego de la jornada negativa del viernes, tranquilizó los mercados mundiales y el impacto será relativo en la Argentina
· El gobierno tiene la seguridad de cumplir, con un margen favorable sobre las expectativas de entre $ 100 y 150 millones, con las metas estipuladas con el FM I para el primer trimestre
· Como datos objetivos apeló a los índices de consumo del aparato productivo: electricidad, gas, y transporte de carga por las rutas con peaje, crecieron 10%
· Las exportaciones aumentaron 15%
El optimismo del ministro no es compartido por todos los sectores. Los índices de desempleo en la industria de la construcción, principal tractor de la economía de un país, cayeron en todo el país: 4,5% en la capital, 2,5% en Córdoba y 6,3% en Rosario. El empleo privado, en general, descendió en un 2.6% en el primer trimestre.
Un atenuante a esta percepción fueron las manifestaciones del presidente de la Asociación de Bancos de la Argentina, Eduardo Escasany quien, el lunes, durante el almuerzo mantenido por los banqueros con el Presidente De la Rúa, informó que los aumentos de pedidos de préstamos hipotecarios permiten esperar un aumento en abril de un 50%. Una vez cubiertas las actuales disponibilidades de unidades de vivienda sin vender, se advertiría la reactivación de la industria, con la concreción de los proyectos en carpeta.
De todas maneras, los economistas se muestran entre cautos y escépticos sobre la reactivación económica a corto plazo.
La prudente recuperación de las bolsas mundiales y los indicios de reactivación industrial dados a conocer por el ministro Machinea, hacen surgir cautas esperanzas de un crecimiento económico, aunque todo indica que, de confirmarse, repercutirá en un alza en la demanda de empleo en la segunda mitad del año. Precisamente en marzo el índice de ocupación acumulado del primer trimestre señala un retroceso de 2,6%.
El titular de Economía marcó el martes síntomas favorables:
· La producción industrial de marzo subió 3,8% sobre igual período del año pasado
· La producción automotriz creció 70%
· Se espera conseguir una cosecha que bordee el récord histórico, a lo que se suma la suba de los precios internacionales de 15%
· La cauta reacción de Wall Street luego de la jornada negativa del viernes, tranquilizó los mercados mundiales y el impacto será relativo en la Argentina
· El gobierno tiene la seguridad de cumplir, con un margen favorable sobre las expectativas de entre $ 100 y 150 millones, con las metas estipuladas con el FM I para el primer trimestre
· Como datos objetivos apeló a los índices de consumo del aparato productivo: electricidad, gas, y transporte de carga por las rutas con peaje, crecieron 10%
· Las exportaciones aumentaron 15%
El optimismo del ministro no es compartido por todos los sectores. Los índices de desempleo en la industria de la construcción, principal tractor de la economía de un país, cayeron en todo el país: 4,5% en la capital, 2,5% en Córdoba y 6,3% en Rosario. El empleo privado, en general, descendió en un 2.6% en el primer trimestre.
Un atenuante a esta percepción fueron las manifestaciones del presidente de la Asociación de Bancos de la Argentina, Eduardo Escasany quien, el lunes, durante el almuerzo mantenido por los banqueros con el Presidente De la Rúa, informó que los aumentos de pedidos de préstamos hipotecarios permiten esperar un aumento en abril de un 50%. Una vez cubiertas las actuales disponibilidades de unidades de vivienda sin vender, se advertiría la reactivación de la industria, con la concreción de los proyectos en carpeta.
De todas maneras, los economistas se muestran entre cautos y escépticos sobre la reactivación económica a corto plazo.