Ramallo: roban un banco y toman seis rehenes

El asalto comenzó a las 8.10. Los seis delincuentes retienen a tres personas, en la sede del Banco Nación. Anoche seguían atrincherados, pidiendo que les abrieran el tesoro.

17 septiembre, 1999

Un grupo de seis delincuentes tomaron por asalto la sucursal Villa Ramallo del Banco Nación a las 8.10 de la mañana y, al verse rodeado por la policía, decidió tomar a seis personas como rehenes. Pero la noche cayó y los seis ladrones seguían encerrados en una de las oficinas de la entidad, blindada, con la mitad de los rehenes -liberaron a tres-, a la espera del cumplimiento de su demanda: que les abrieran el tesoro del banco. Como gesto de buena voluntad, para que el juez federal Carlos Villafuerte Ruzzo aceptara que les entregaran una llave y la combinación del tesoro, los delincuentes entregaron a dos rehenes recién a las 21. Cuando recibieron la llave, a la medianoche, liberaron a otro rehén. Durante toda la jornada, en Ramallo circularon dos versiones acerca del motivo del robo. Primero se dijo que se trataba de un asalto “común”, donde el objetivo era la plata. Luego, con el correr de las horas, tomó fuerza una segunda hipótesis, según la cual los delincuentes buscaban documentos. “Si atacan el banco, lamentablemente va a morir mucha gente. No me importa nada”, amenazó uno de los asaltantes, por teléfono, durante una comunicación con una radio porteña.
(Clarín, Página/12, La Nación)

Un grupo de seis delincuentes tomaron por asalto la sucursal Villa Ramallo del Banco Nación a las 8.10 de la mañana y, al verse rodeado por la policía, decidió tomar a seis personas como rehenes. Pero la noche cayó y los seis ladrones seguían encerrados en una de las oficinas de la entidad, blindada, con la mitad de los rehenes -liberaron a tres-, a la espera del cumplimiento de su demanda: que les abrieran el tesoro del banco. Como gesto de buena voluntad, para que el juez federal Carlos Villafuerte Ruzzo aceptara que les entregaran una llave y la combinación del tesoro, los delincuentes entregaron a dos rehenes recién a las 21. Cuando recibieron la llave, a la medianoche, liberaron a otro rehén. Durante toda la jornada, en Ramallo circularon dos versiones acerca del motivo del robo. Primero se dijo que se trataba de un asalto “común”, donde el objetivo era la plata. Luego, con el correr de las horas, tomó fuerza una segunda hipótesis, según la cual los delincuentes buscaban documentos. “Si atacan el banco, lamentablemente va a morir mucha gente. No me importa nada”, amenazó uno de los asaltantes, por teléfono, durante una comunicación con una radio porteña.
(Clarín, Página/12, La Nación)

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