QUEDÓ PRESO

Menem fue detenido esta mañana por orden del juez Urso, quien lo imputó como el "jefe" de una asociación ilícita, y se convirtió así en el primer presidente constitucional detenido durante un Gobierno democrático.

7 junio, 2001

(NA). – El ex presidente Carlos Menem quedó detenido hoy (jueves 8) en una quinta del Gran Buenos Aires por orden del juez federal Jorge Urso, quien lo imputó como “jefe” de una asociación ilícita que vendió armas a Croacia y Ecuador, y de falsedad ideológica en la firma de tres decretos.

Cuando el juez le dijo que estaba detenido, ni bien pisó su despacho, Menem lo miró y le dijo: “Usted está cometiendo una injusticia”.

Menem se convirtió así en el primer presidente constitucional detenido durante un Gobierno democrático por delitos cometidos durante su gestión, lo que provocó convulsión en la clase política y una reacción dispar entre economistas y empresarios.

La situación se torna aún más compleja debido a que el ex presidente es además el titular del justicialismo, el principal partido de oposición al Gobierno de Fernando de la Rúa.

Menem quedó detenido apenas ingresó esta mañana al despacho de Urso, quien lo imputó como el “jefe” de una asociación ilícita, un delito que no es excarcelable porque la pena mínima es de cinco años de prisión y le agregó la acusación de “falsedad ideológica” en la firma de tres decretos.

Se trata de los decretos secretos de 1991 y de 1993 que originaron las ventas de armamento con destino declarado a Panamá y Croacia, pero el material fue desembarcado en Croacia y Ecuador hasta 1995.

La esposa de Menem, Cecilia Bolocco, rompió en llanto cuando escuchó la resolución de Urso y aceptó aparecer como “garante” de la prisión domiciliaria que ya está cumpliendo el ex presidente en una quinta que el ex funcionario Armando Gostanián tiene en la localidad bonaerense de Don Torcuato.

Esa decisión de la esposa de Menem implica que, mientras dure la prisión domiciliaria de su marido, se verá imposibilitada de salir del país o en todo caso, debe nombrar a alguna otra persona que la reemplace.

Todo sucedió rápidamente en el despacho de Urso, en el cuarto piso de los tribunales federales de Comodoro Py, en el barrio porteño de Retiro, donde además del juez, Menem y Bolocco estuvieron el fiscal Carlos Stornelli, el secretario Juan Hermiday los abogados defensores Oscar Roger y Mariano Cavagna Martínez.

Cuando el juez comunicó a Menem la detención, los abogados presentaron un escrito a través del cual manifestaron su intención de que se diera por cumplida la declaración indagatoria, pero sin que su defendido respondiera a un interrogatorio.

Aunque en esta oportunidad el ex presidente no respondió al interrogatorio, podría pedir una “ampliación indagatoria” en los próximos días, según revelaron sus abogados.

Cavagna Martínez y Roger no pidieron la excarcelación de Menem ni hicieron un pedido para recusar al juez Urso, aunque no se descarta que lo hagan en los próximos días, indicaron fuentes judiciales.

Menem quedó imputado de liderar la asociación ilícita que entre 1991 y 1995, durante su primer mandato, unas 6.500 toneladas de armamento llegaron a Croacia y Ecuador, dos países sobre los que pesaban embargos internacionales.

Al conocer la noticia, el presidente Fernando de la Rúa advirtió que la detención de Menem “no debe significar problemas institucionales o políticos” y aseguró que “está garantizada la
independencia y funcionamiento de los poderes del Estado”.

El sector del PJ más cercano a Menem acusó por su parte a la Justicia de “prestarse a una persecución política del ex presidente de la Nación” y denunció “parcialidad”, acusando a “un sector del Gobierno” que no identificó por esa situación.

Así lo hizo el senador Eduardo Menem, en coincidencia con otros dirigentes de esa facción política que mantuvieron durante todo el día reuniones y comunicaciones telefónicas entre sí y también con funcionarios del Gobierno.

En cambio, el gobernador bonaerense, Carlos Ruckauf, señaló que no iba a “opinar” sobre la detención de Menem porque estaba “trabajando”; y su par santafesino Carlos Reutemann sostuvo que el delito por el que se acusa al ex presidente es “muy grave”.

Tras ser detenido, Menem no abandonó en público su imagen de distensión y se mostró sonriente junto a su esposa cuando subió al helicóptero de la Policía Federal que lo trasladó desde los tribunales de Retiro al aeropuerto de Don Torcuato.

Antes de ser llevado a la casaquinta de su amigo Gostanián, Menem se tomó incluso un minuto para saludar a un grupo de partidarios que se congregó para apoyarlo frente a los Tribunales federales de Retiro.

Menem fue trasladado en medio de un impresionante operativo de seguridad montado por la Policía Federal, la bonaerense y la Secretaría de Inteligencia del Estado (Side).

Por la mañana, en el pasillo del cuarto piso de los Tribunales se habían congregado durante la declaración de Menem unas 50 personas entre diputados, senadores y empresarios que aguardaban a que se decidiera la suerte del ex mandatario.

Mientras tanto, en la calle, frente al portón principal, unos 500 manifestantes coreaban consignas a favor de su líder, aunque sin saber que ya estaba preso.

Menem se convirtió en el cuarto detenido en la causa, luego de que ayer fuera a prisión el ex jefe del Ejército Martín Balza acusado de ser el “organizador” de la asociación ilícita, la misma carátula imputada a los también presos Emir Yoma y Antonio Erman González.

Balza, quien fuera durante casi nueve años el jefe del Ejército durante la década del ´90, fue acusado por la Justicia de haber entregado 90% del material bélico vendido en forma ilícita.

La causa por la venta ilegal de armas –que comenzó a ser investigada en 1995– dio un vuelco este año cuando el ex interventor de Fabricaciones Militares Luis Sarlenga confesó ante Urso que “todos” en el Gobierno de Menem sabían de la operación ilegal.

Sarlenga quedó libre luego de que imputara en su declaración a Balza, Yoma y otros ex funcionarios del Gobierno anterior, y de que el juez Urso cambiara su calificación de organizador a “integrante”, un delito que es excarcelable.

Urso había fijado en principio la declaración indagatoria de Menem para el 13 de julio próximo, pero sorpresivamente el lunes último la cambió para hoy, cuando finalmente lo detuvo.

(NA). – El ex presidente Carlos Menem quedó detenido hoy (jueves 8) en una quinta del Gran Buenos Aires por orden del juez federal Jorge Urso, quien lo imputó como “jefe” de una asociación ilícita que vendió armas a Croacia y Ecuador, y de falsedad ideológica en la firma de tres decretos.

Cuando el juez le dijo que estaba detenido, ni bien pisó su despacho, Menem lo miró y le dijo: “Usted está cometiendo una injusticia”.

Menem se convirtió así en el primer presidente constitucional detenido durante un Gobierno democrático por delitos cometidos durante su gestión, lo que provocó convulsión en la clase política y una reacción dispar entre economistas y empresarios.

La situación se torna aún más compleja debido a que el ex presidente es además el titular del justicialismo, el principal partido de oposición al Gobierno de Fernando de la Rúa.

Menem quedó detenido apenas ingresó esta mañana al despacho de Urso, quien lo imputó como el “jefe” de una asociación ilícita, un delito que no es excarcelable porque la pena mínima es de cinco años de prisión y le agregó la acusación de “falsedad ideológica” en la firma de tres decretos.

Se trata de los decretos secretos de 1991 y de 1993 que originaron las ventas de armamento con destino declarado a Panamá y Croacia, pero el material fue desembarcado en Croacia y Ecuador hasta 1995.

La esposa de Menem, Cecilia Bolocco, rompió en llanto cuando escuchó la resolución de Urso y aceptó aparecer como “garante” de la prisión domiciliaria que ya está cumpliendo el ex presidente en una quinta que el ex funcionario Armando Gostanián tiene en la localidad bonaerense de Don Torcuato.

Esa decisión de la esposa de Menem implica que, mientras dure la prisión domiciliaria de su marido, se verá imposibilitada de salir del país o en todo caso, debe nombrar a alguna otra persona que la reemplace.

Todo sucedió rápidamente en el despacho de Urso, en el cuarto piso de los tribunales federales de Comodoro Py, en el barrio porteño de Retiro, donde además del juez, Menem y Bolocco estuvieron el fiscal Carlos Stornelli, el secretario Juan Hermiday los abogados defensores Oscar Roger y Mariano Cavagna Martínez.

Cuando el juez comunicó a Menem la detención, los abogados presentaron un escrito a través del cual manifestaron su intención de que se diera por cumplida la declaración indagatoria, pero sin que su defendido respondiera a un interrogatorio.

Aunque en esta oportunidad el ex presidente no respondió al interrogatorio, podría pedir una “ampliación indagatoria” en los próximos días, según revelaron sus abogados.

Cavagna Martínez y Roger no pidieron la excarcelación de Menem ni hicieron un pedido para recusar al juez Urso, aunque no se descarta que lo hagan en los próximos días, indicaron fuentes judiciales.

Menem quedó imputado de liderar la asociación ilícita que entre 1991 y 1995, durante su primer mandato, unas 6.500 toneladas de armamento llegaron a Croacia y Ecuador, dos países sobre los que pesaban embargos internacionales.

Al conocer la noticia, el presidente Fernando de la Rúa advirtió que la detención de Menem “no debe significar problemas institucionales o políticos” y aseguró que “está garantizada la
independencia y funcionamiento de los poderes del Estado”.

El sector del PJ más cercano a Menem acusó por su parte a la Justicia de “prestarse a una persecución política del ex presidente de la Nación” y denunció “parcialidad”, acusando a “un sector del Gobierno” que no identificó por esa situación.

Así lo hizo el senador Eduardo Menem, en coincidencia con otros dirigentes de esa facción política que mantuvieron durante todo el día reuniones y comunicaciones telefónicas entre sí y también con funcionarios del Gobierno.

En cambio, el gobernador bonaerense, Carlos Ruckauf, señaló que no iba a “opinar” sobre la detención de Menem porque estaba “trabajando”; y su par santafesino Carlos Reutemann sostuvo que el delito por el que se acusa al ex presidente es “muy grave”.

Tras ser detenido, Menem no abandonó en público su imagen de distensión y se mostró sonriente junto a su esposa cuando subió al helicóptero de la Policía Federal que lo trasladó desde los tribunales de Retiro al aeropuerto de Don Torcuato.

Antes de ser llevado a la casaquinta de su amigo Gostanián, Menem se tomó incluso un minuto para saludar a un grupo de partidarios que se congregó para apoyarlo frente a los Tribunales federales de Retiro.

Menem fue trasladado en medio de un impresionante operativo de seguridad montado por la Policía Federal, la bonaerense y la Secretaría de Inteligencia del Estado (Side).

Por la mañana, en el pasillo del cuarto piso de los Tribunales se habían congregado durante la declaración de Menem unas 50 personas entre diputados, senadores y empresarios que aguardaban a que se decidiera la suerte del ex mandatario.

Mientras tanto, en la calle, frente al portón principal, unos 500 manifestantes coreaban consignas a favor de su líder, aunque sin saber que ya estaba preso.

Menem se convirtió en el cuarto detenido en la causa, luego de que ayer fuera a prisión el ex jefe del Ejército Martín Balza acusado de ser el “organizador” de la asociación ilícita, la misma carátula imputada a los también presos Emir Yoma y Antonio Erman González.

Balza, quien fuera durante casi nueve años el jefe del Ejército durante la década del ´90, fue acusado por la Justicia de haber entregado 90% del material bélico vendido en forma ilícita.

La causa por la venta ilegal de armas –que comenzó a ser investigada en 1995– dio un vuelco este año cuando el ex interventor de Fabricaciones Militares Luis Sarlenga confesó ante Urso que “todos” en el Gobierno de Menem sabían de la operación ilegal.

Sarlenga quedó libre luego de que imputara en su declaración a Balza, Yoma y otros ex funcionarios del Gobierno anterior, y de que el juez Urso cambiara su calificación de organizador a “integrante”, un delito que es excarcelable.

Urso había fijado en principio la declaración indagatoria de Menem para el 13 de julio próximo, pero sorpresivamente el lunes último la cambió para hoy, cuando finalmente lo detuvo.

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