Qué esperar del 4º gobierno de Putin

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El nuevo mandato, visto por dos analistas políticos rusos.

Dmitry Oreshkin. Vladimir Putin juró el lunes pasado como presidente de Rusia por cuarto período consecutivo en una ceremonia fastuosa en el Gran Palacio del Kremlin. Ganó las elecciones de marzo con más de 70% de los votos. Oeshkin conversó con varios analistas políticos usos para ver qué piensan ellos que hay que esperar de sus próximos seis años en el poder.

Este va a ser su término más difícil como presidente porque antes funcionaba en circunstancias favorables. En los 2000 las condiciones económicas eran buenas, colocó a los oligarcas en su lugar y la gente comenzó a vivir mejor. Claro que eso tuvo que ver con las reformas realizadas en los 90 pero la gente las vio como ligadas a Putin y él se elevó con la ola. Luego se mantuvo sobre esa ola a partir del 2008 con Georgia, Ucrania y Crimea, aunque ésas fueron victorias ilusorias.

De pie en el grandiosamente decorado Andreyevsky Hall en el Gran Palacio del Kremlin, con su mano sobre la constitución, Putin juró servir al pueblo ruso, salvaguardar sus derechos y libertades y defender la soberanía de Rusia.

Putin inauguró así su cuarto período en la presidencia después de que 70% de los votantes lo respaldara en unas elecciones donde no había ningún contrincante serio.

A su opositor más peligroso, Alexei Navalny, se le prohibió presentarse en esa elección y cientos de sus seguidores fueron detenidos por la policía mientras protestaban contra el presidente con el eslogan “Putin no es nuestro zar”.

Putin, ahora 65, se embarca en su cuarto período en el cargo con mucho apoyo popular pero abrumado por una costosa confrontación con Occidente, una economía frágil e mucha incertidumbre sobre lo que pase cuando finalice este período en 2024, dado que la constitución le prohibe presentarse nuevamente,

La gente pensaba que se habán puesto de pie y se habían independizado de Estados Unidos. “Pensamos que eramos más fuertes y más ricos. Somos más fuertes, pero todavía débiles”, dice Oreshkin.  

“Nuestro crecimiento económico de la última década promedió menos de 1% anual. ¿Cómo podemos resolver esos problemas de estancamiento económico, sanciones y ausencia de inversión? El principal problema de Putin es económico. No puede ir a ninguna parte con política exterior porque ya todos saben qué se puede esperar de él.”

Según Grigory Golosov, analista político de San Petersburgo, el tono general será duro contra Occidente. Sus prioridades para este término están dirigidas hacia la situación en curso, pero eso cambia rápido. En este momento, quiere tener un rol importante en geopolítica y asegurar un acuerdo con Occidente para impedir nuevas sanciones porque las últimas hicieron mucho daño. Pero esas son dos metas contradictorias. Es difícil.

Lo que haga y lo que priorice dependerá de cómo se desarrolle la situación. Nadie lo considera un estratega; sus metas de largo plazo no importan. Ahora quiere exhibir lo que hizo en Siria y en Ucrania y lograr que Occidente lo trate mejor. Eso es todo lo que hay en cuanto a táctica.

Los rusos están muy descontentos con Vladimir Putin por la desigual distribución de la riqueza en el país, según la última encuesta independiente del Centro Levada.

Putin proyecta arrancar el crecimiento económico con un aumento de US$ 162.000 millones de gasto en salud, educación e infraestructura en seis años.

La encuesta realizada en el mes de abril encontró que 45% de los respondentes acusan al presidente de no asegurar una distribución equitativa de la riqueza a favor de la gente del común.

Paralelamente, 47% le reconocen haber devuelto Rusia el estatus de gran potencia resptable, y 38″ lo aplaude por estabilidad la situación en el caucaso. Levada encuestó entre el 20 y el 24 de abril a 1.600 personas en 52 regiones de Rusia.

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