Putin lanza petrorrublos convertibles para competir con dólar

Una ofensiva moscovita busca ajustar cuentas con dos enemigos hoy débiles: el dólar y el Fondo Monetario Internacional. Con crudos sobre US$ 70 el barril, el PBI ruso se doblará en 7,5 años pero, si llegan a 100, lo hará en apenas cinco.

11 mayo, 2006

Objetivamente, el rublo ha recorrido un largo camino desde la violenta depreciaciòn de 1998. Hoy, las crecientes exportaciones de hidrocarburos y otros productos primarios ponen la vieja moneda de los tsares en camino a la convertibilidad plena con el euro, el dólar, el yen, la libra y hasta el franco suizo.

En cierto modo, Rusia cumple ahora el papel de los jeques en los años 70. Con una substancial diferencia geopolìtica: es un solo estado y lo limitan al sur aliados también ricos en petróleo (Asia central, el Cáucaso, Irán). No sorprende, pues, que – en el mensaje a la federación- Vladyímir Putin haya hablado de “petrorrublos convertibles”. Tiene una excelente razón: durante el primer trimestre, el superávit en balanza comercial sumó US$ 42.000 millones.

Además de “petrorrublos”, el presidente propuso “una bolsa rusa para compraventa de combustibles y energía. Eso les quitaría negocios a ”quienes especulan en Londres y Nueva York, dos mercados a términos en realidad manejados por un puñado de grandes compañías privadas occcidentales”, No por casualidad, Saudiarabia piensa lo mismo, por eso mantiene Aramco, su YPF, controlada por el estado; o sea, el clan wajjabita gobernante.

“Estamos fortaleciéndonos y queremos que el mundo nos tenga en cuenta”, sostuvo Putin, cuando faltaban nueve semanas para la reunión del Grupo de los 8, mediados de julio en Petersburgo la santa. Eran exigencias fuertes, a ocho años del espectacular cese de pagos soberano.

Respecto de la convertibilidad, originalmente estaba prevista para inicios de 2007, pero ahora el gobierno desea adelantarla al 1º de julio próximo. Este anuncio presidencial es, por cierto, mucho más trascendente que las críticas casi personales de George W.Bush. “Esperamos que algunos países con quienes tenemos vínculos comerciales fuertes emplearán el rublo como divisa de reserva, sea cual fuere la reacción del FMI”, afirmó Putin.

Sin duda, el avance del euro, los hidrocarburos y los metales precisos pone en aprietos al dólar como unidad de reserva pero, también como patrón tarifario. Retomando una idea surgida hace casi treinta años en la Organización de Países Exportadores de Petróleo, Moscú subraya que una cosa es un euro a menos de un dólar y otra uno a más de 1,28. Por cierto, ni tasas cortas o largas a más de 5% anual impiden que el poder adquisitivo de la moneda norteamericana siga licuándose alrededor del planeta. Aunque Martín Pérez Redrado no lo crea, tampoco es buen negocio como moneda de reserva.

Objetivamente, el rublo ha recorrido un largo camino desde la violenta depreciaciòn de 1998. Hoy, las crecientes exportaciones de hidrocarburos y otros productos primarios ponen la vieja moneda de los tsares en camino a la convertibilidad plena con el euro, el dólar, el yen, la libra y hasta el franco suizo.

En cierto modo, Rusia cumple ahora el papel de los jeques en los años 70. Con una substancial diferencia geopolìtica: es un solo estado y lo limitan al sur aliados también ricos en petróleo (Asia central, el Cáucaso, Irán). No sorprende, pues, que – en el mensaje a la federación- Vladyímir Putin haya hablado de “petrorrublos convertibles”. Tiene una excelente razón: durante el primer trimestre, el superávit en balanza comercial sumó US$ 42.000 millones.

Además de “petrorrublos”, el presidente propuso “una bolsa rusa para compraventa de combustibles y energía. Eso les quitaría negocios a ”quienes especulan en Londres y Nueva York, dos mercados a términos en realidad manejados por un puñado de grandes compañías privadas occcidentales”, No por casualidad, Saudiarabia piensa lo mismo, por eso mantiene Aramco, su YPF, controlada por el estado; o sea, el clan wajjabita gobernante.

“Estamos fortaleciéndonos y queremos que el mundo nos tenga en cuenta”, sostuvo Putin, cuando faltaban nueve semanas para la reunión del Grupo de los 8, mediados de julio en Petersburgo la santa. Eran exigencias fuertes, a ocho años del espectacular cese de pagos soberano.

Respecto de la convertibilidad, originalmente estaba prevista para inicios de 2007, pero ahora el gobierno desea adelantarla al 1º de julio próximo. Este anuncio presidencial es, por cierto, mucho más trascendente que las críticas casi personales de George W.Bush. “Esperamos que algunos países con quienes tenemos vínculos comerciales fuertes emplearán el rublo como divisa de reserva, sea cual fuere la reacción del FMI”, afirmó Putin.

Sin duda, el avance del euro, los hidrocarburos y los metales precisos pone en aprietos al dólar como unidad de reserva pero, también como patrón tarifario. Retomando una idea surgida hace casi treinta años en la Organización de Países Exportadores de Petróleo, Moscú subraya que una cosa es un euro a menos de un dólar y otra uno a más de 1,28. Por cierto, ni tasas cortas o largas a más de 5% anual impiden que el poder adquisitivo de la moneda norteamericana siga licuándose alrededor del planeta. Aunque Martín Pérez Redrado no lo crea, tampoco es buen negocio como moneda de reserva.

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