Puerto brasileño paralizado por huelga

Se trata de Santos, la mayor terminal marítima de América latina. Los estibadores reclaman contra una medida judicial que les impide distribuir el trabajo. El paro lleva tres días.

29 marzo, 2001

(EFE).- Los 6.400 estibadores del puerto brasileño de Santos decidieron hoy (jueves 29) en una asamblea continuar con la protesta que mantiene paralizada desde hace tres días la mayor terminal marítima de América latina.

La decisión de seguir con el paro fue tomada después de que el presidente del Sindicato de Estibadores, Wanderley José da Silva, informó a los operarios que no hubo avances en la reunión sostenida el miércoles con la patronal para discutir la forma como se asignarán las tareas en los muelles.

Los estibadores protestan porque la Justicia ordenó que el sindicato deje en manos del Organo Gestor de Mano de Obra, gestionado por los empresarios, la función de repartir las funciones en los puertos.

El sindicato argumenta que desde hace 70 años cumple esa función y que está más capacitado para hacerlo, porque reparte los trabajos según las aptitudes y la condición física de los estibadores, mientras la patronal lo haría mediante una “rotación numérica”, sin tener en cuenta la preparación de cada operario.

“El puerto de Santos es nuestro y queremos que nuestros derechos sean respetados”, dijo Da Silva al terminar la asamblea, y agregó que los estibadores consideran “inmoral” el traspaso del reparto de las tareas del sindicato a la patronal.

La Justicia advirtió que si el sindicato no cede hoy, su presidente puede ser arrestado por desacato a la autoridad, a lo cual Da Silva respondió que “continuaré dirigiendo el movimiento pacífico desde donde quiera que esté”.

La protesta dejó prácticamente vacíos los muelles del puerto, que moviliza 28% del comercio exterior brasileño, y provoca pérdidas cercanas a los US$ 250.000 diarios.

El Sindicato de Estibadores quiere además el pago de reajustes salariales atrasados, pero la alcaldía, que tiene participación en la administración, dijo que le faltan unos US$ 35 millones para poder atender esa demanda.

Los estibadores se manifestaron hoy por tercer día consecutivo en el centro de San Pablo, pero, a diferencia de lo ocurrido el martes y el miércoles, cuando el comercio cerró sus puertas por miedo a disturbios, hoy recibieron muestras de apoyo de la ciudadanía.

(EFE).- Los 6.400 estibadores del puerto brasileño de Santos decidieron hoy (jueves 29) en una asamblea continuar con la protesta que mantiene paralizada desde hace tres días la mayor terminal marítima de América latina.

La decisión de seguir con el paro fue tomada después de que el presidente del Sindicato de Estibadores, Wanderley José da Silva, informó a los operarios que no hubo avances en la reunión sostenida el miércoles con la patronal para discutir la forma como se asignarán las tareas en los muelles.

Los estibadores protestan porque la Justicia ordenó que el sindicato deje en manos del Organo Gestor de Mano de Obra, gestionado por los empresarios, la función de repartir las funciones en los puertos.

El sindicato argumenta que desde hace 70 años cumple esa función y que está más capacitado para hacerlo, porque reparte los trabajos según las aptitudes y la condición física de los estibadores, mientras la patronal lo haría mediante una “rotación numérica”, sin tener en cuenta la preparación de cada operario.

“El puerto de Santos es nuestro y queremos que nuestros derechos sean respetados”, dijo Da Silva al terminar la asamblea, y agregó que los estibadores consideran “inmoral” el traspaso del reparto de las tareas del sindicato a la patronal.

La Justicia advirtió que si el sindicato no cede hoy, su presidente puede ser arrestado por desacato a la autoridad, a lo cual Da Silva respondió que “continuaré dirigiendo el movimiento pacífico desde donde quiera que esté”.

La protesta dejó prácticamente vacíos los muelles del puerto, que moviliza 28% del comercio exterior brasileño, y provoca pérdidas cercanas a los US$ 250.000 diarios.

El Sindicato de Estibadores quiere además el pago de reajustes salariales atrasados, pero la alcaldía, que tiene participación en la administración, dijo que le faltan unos US$ 35 millones para poder atender esa demanda.

Los estibadores se manifestaron hoy por tercer día consecutivo en el centro de San Pablo, pero, a diferencia de lo ocurrido el martes y el miércoles, cuando el comercio cerró sus puertas por miedo a disturbios, hoy recibieron muestras de apoyo de la ciudadanía.

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