Propinan más golpes al gobierno de George W.Bush

George Tenet, director de la Agencia central de inteligencia hasta la invasión, reveló que ésta se decidió “entre gallos y medianoche”, sin debate interno serio. Así señala en un libro que se distribuye sin “imprimatur” de la Casa Blanca.

30 abril, 2007

En “At the center of the storm”, algunas aseveraciones coinciden, por casualidad, con las del teniente coronel Paul Yingling, cuya unidad estuvo hasta hace poco en Irak. El militar subrayó, este sábado, “serias fallas intelectuales y éticas de altos mandos que han conducido mal la guerra, mientras el gobierno engañaba al congreso”.

Cargos similares, aunque más amplios, formula Tenet. Durante siete años al frente de la CIA, hablaba casi a diario con Bush y eso le permite demostrar que la invasión fue resuelta sin debates serios. Por el contrario, “el vicepresidente Richard Cheney, el secretario de defensa Donald Rumsfeld y un grupo de civiles (inclusive Paul Wolfowitz, hoy presidente del Banco Mundial y envuelto en un escándalo de faldas) casi fanáticos”.

Tal como afirma un citatorio parlamentaria a Condoleezza Rice –hace pocos días-, la actual titular de estado mintió a legisladores sobre los móviles reales de la guerra, “relacionados con intereses petroleros encarnados en Cheney”, dice el libro. En cuanto a otro pretexto esgrimido, “a Colin Powell y a mí nos crucificaron por manifestar que no existían nexos en al-Qa’eda y Saddam Huséin”.

En lo tocante a Yingling, sus declaraciones salieron en la revista “Armed forces journal” y refirman “la creciente brecha entre oficiales de alta jerarquía comprometidos con el gobierno republicano y los mandos medios en el escenario bélico”, comentaba el “Washington post” este fin de semana. El objeto de ese militar y muchos otros es frenar nuevos envíos de tropas a Irak y Afganistán.

En “At the center of the storm”, algunas aseveraciones coinciden, por casualidad, con las del teniente coronel Paul Yingling, cuya unidad estuvo hasta hace poco en Irak. El militar subrayó, este sábado, “serias fallas intelectuales y éticas de altos mandos que han conducido mal la guerra, mientras el gobierno engañaba al congreso”.

Cargos similares, aunque más amplios, formula Tenet. Durante siete años al frente de la CIA, hablaba casi a diario con Bush y eso le permite demostrar que la invasión fue resuelta sin debates serios. Por el contrario, “el vicepresidente Richard Cheney, el secretario de defensa Donald Rumsfeld y un grupo de civiles (inclusive Paul Wolfowitz, hoy presidente del Banco Mundial y envuelto en un escándalo de faldas) casi fanáticos”.

Tal como afirma un citatorio parlamentaria a Condoleezza Rice –hace pocos días-, la actual titular de estado mintió a legisladores sobre los móviles reales de la guerra, “relacionados con intereses petroleros encarnados en Cheney”, dice el libro. En cuanto a otro pretexto esgrimido, “a Colin Powell y a mí nos crucificaron por manifestar que no existían nexos en al-Qa’eda y Saddam Huséin”.

En lo tocante a Yingling, sus declaraciones salieron en la revista “Armed forces journal” y refirman “la creciente brecha entre oficiales de alta jerarquía comprometidos con el gobierno republicano y los mandos medios en el escenario bélico”, comentaba el “Washington post” este fin de semana. El objeto de ese militar y muchos otros es frenar nuevos envíos de tropas a Irak y Afganistán.

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