Prevén una escasa recuperación del consumo

Según diversas previsiones económicas, crecerá alrededor de 2% durante el próximo año. Señalan que demandará mucho tiempo y esfuerzo recuperar la confianza de la gente, que alcanzó su piso histórico en este año.

27 diciembre, 2000

Con distintos matices, referentes de la Fundación Capital, Infupa, el Estudio Broda y Asociados, la Fundación Mediterránea, el estudio de los hermanos Roberto y Juan Alemann, y el IAE de la Universidad Austral coincidieron en que la salida de la recesión no será tarea sencilla ni rápida.

Los especialistas indicaron que los signos de recuperación comenzarán a verse recién a partir del segundo semestre del año próximo.

Además, se mostraron más pesimistas que las proyecciones incluidas en el presupuesto elaborado por el Ministerio de Economía, que prevé un crecimiento de 2,5% para el 2001.

Carlos Pérez, director de la Fundación Capital, en el año entrante el consumo crecería sólo 1,5% porque «las promesas favorables que hizo el gobierno se neutralizan, en parte, por el relajamiento fiscal y los cambios de la ley de Solvencia».

Entre las promesas positivas, el especialista de la fundación que encabeza Martín Redrado destacó la aprobación del Presupuesto, el Pacto Fiscal, la reforma previsional y la desregulación de las obras sociales.

Por su parte, Manuel Solanet, presidente de Infupa, consideró que el consumo alcanzará un crecimiento algo mayor (2% anual), pero para que ello ocurra «deberá producirse una fuerte alza de la inversión y ceder la profunda caída en el nivel de confianza de los consumidores».

En tanto, Juan Alemann se mostró más optimista que sus colegas, y señaló que la economía argentina «debería pegar un salto y crecer alrededor de 5%», porque el gobierno de Fernando de la Rúa «en un año aprendió bastante y creo que no repetirá errores».

Alemann dijo que «sin blindaje no se podía crecer, íbamos hacia la cesación de pagos» y consideró necesario tener «un buen manejo presupuestario, con un menor déficit que el previsto».

El ex secretario de Hacienda también pidió una «mayor capacidad de decisión por parte de las autoridades» y aseguró que «la recesión de 2000 la fabricó el gobierno, porque a fines de 1999 habíamos ingresado en una línea de ascenso».

Luciano Laspina, del Estudio Broda y Asociados, es uno de los más pesimistas; para él la economía crecerá sólo 0,8% , pero lo positivo es irá «de menor a mayor, ya que de una caída de 2,6% en el primer trimestre, alcanzaremos una suba de 4,2% en el último».

Para Ernesto O´Connor, investigador de la Fundación Mediterránea, existen dos escenarios: «El favorable nos indica que el consumo puede crecer 1,9% , pero siempre y cuando aumente la inversión, que es la única locomotora que puede tener la economía el año próximo».

En el escenario optimista, la Mediterránea estima un crecimiento de 2,5% en el Producto Bruto, y de 7% en la inversión.

En tanto, Eduardo Fracchia, del IAE, la escuela de dirección y negocios de la Universidad Austral, explicó que «si bien el blindaje calmó los ánimos y levantó tenuemente la confianza, aún hay aspectos políticos y económicos que deben cumplirse para que la economía repunte».

Fracchia estimó que el consumo podría aumentar alrededor de 2% el año próximo, y recordó que «desde agosto de 1998, cuando la Argentina ingresó en recesión como consecuencia de la crisis de Rusia, el país no pudo retomar la senda de crecimiento».

Con distintos matices, referentes de la Fundación Capital, Infupa, el Estudio Broda y Asociados, la Fundación Mediterránea, el estudio de los hermanos Roberto y Juan Alemann, y el IAE de la Universidad Austral coincidieron en que la salida de la recesión no será tarea sencilla ni rápida.

Los especialistas indicaron que los signos de recuperación comenzarán a verse recién a partir del segundo semestre del año próximo.

Además, se mostraron más pesimistas que las proyecciones incluidas en el presupuesto elaborado por el Ministerio de Economía, que prevé un crecimiento de 2,5% para el 2001.

Carlos Pérez, director de la Fundación Capital, en el año entrante el consumo crecería sólo 1,5% porque «las promesas favorables que hizo el gobierno se neutralizan, en parte, por el relajamiento fiscal y los cambios de la ley de Solvencia».

Entre las promesas positivas, el especialista de la fundación que encabeza Martín Redrado destacó la aprobación del Presupuesto, el Pacto Fiscal, la reforma previsional y la desregulación de las obras sociales.

Por su parte, Manuel Solanet, presidente de Infupa, consideró que el consumo alcanzará un crecimiento algo mayor (2% anual), pero para que ello ocurra «deberá producirse una fuerte alza de la inversión y ceder la profunda caída en el nivel de confianza de los consumidores».

En tanto, Juan Alemann se mostró más optimista que sus colegas, y señaló que la economía argentina «debería pegar un salto y crecer alrededor de 5%», porque el gobierno de Fernando de la Rúa «en un año aprendió bastante y creo que no repetirá errores».

Alemann dijo que «sin blindaje no se podía crecer, íbamos hacia la cesación de pagos» y consideró necesario tener «un buen manejo presupuestario, con un menor déficit que el previsto».

El ex secretario de Hacienda también pidió una «mayor capacidad de decisión por parte de las autoridades» y aseguró que «la recesión de 2000 la fabricó el gobierno, porque a fines de 1999 habíamos ingresado en una línea de ascenso».

Luciano Laspina, del Estudio Broda y Asociados, es uno de los más pesimistas; para él la economía crecerá sólo 0,8% , pero lo positivo es irá «de menor a mayor, ya que de una caída de 2,6% en el primer trimestre, alcanzaremos una suba de 4,2% en el último».

Para Ernesto O´Connor, investigador de la Fundación Mediterránea, existen dos escenarios: «El favorable nos indica que el consumo puede crecer 1,9% , pero siempre y cuando aumente la inversión, que es la única locomotora que puede tener la economía el año próximo».

En el escenario optimista, la Mediterránea estima un crecimiento de 2,5% en el Producto Bruto, y de 7% en la inversión.

En tanto, Eduardo Fracchia, del IAE, la escuela de dirección y negocios de la Universidad Austral, explicó que «si bien el blindaje calmó los ánimos y levantó tenuemente la confianza, aún hay aspectos políticos y económicos que deben cumplirse para que la economía repunte».

Fracchia estimó que el consumo podría aumentar alrededor de 2% el año próximo, y recordó que «desde agosto de 1998, cuando la Argentina ingresó en recesión como consecuencia de la crisis de Rusia, el país no pudo retomar la senda de crecimiento».

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