Potencial colapso del sector lácteo
La industria local intenta defenderse frente a Brasil; llevarán el caso a la cumbre del Mercosur. Piden ayuda al Gobierno.Prevén un derrumbe de precios si los excedentes no se colocan en Brasil o en otros destinos.
La industria lechera local tiene, frente a si, un potencial escenario de crisis y, por ello, a comenzado a moverse con velocidad.
Presentará su descargo en Brasil ante la posible decisión del gobierno de ese país de aplicar un arancel de hasta 46% a los productos lácteos argentinos por considerar que ingresaron en condiciones de dumping.
El Gobierno, además, está dispuesto a tratar el conflicto lácteo, que afecta exportaciones argentinas por US$ 200 millones, en la cumbre de presidentes del Mercosur que se realizará pasado mañana y el viernes en la ciudad brasileña de Florianópolis.
También los tamberos expresaron su preocupación por los efectos que tendría la medida. Temen que la industria local, ante la imposibilidad de volcar los excedentes de producción en los mercados externos, decida pagar precios bajos por la leche que producen.
Para evaluar la verdadera dimensión que puede alcanzar el panorama pintado por Brasil, cabe señalar que 80% de las exportaciones de productos lácteos argentinos se dirige al mercado brasileño.
De la gravedad de la situación habló el titular del Centro de la Industria Láctea (CIL), Ricardo James, minutos después de reunirse con el titular de la cartera de Agricultura, Antonio Berhongaray.
“¡Es un horror!, esa acusación de dumping es de una arbitrariedad alarmante y vamos a refutar caso por caso”, expresó James, quien aseguró que antes del 22 del actual la Argentina presentará su defensa.
De ser desfavorable para la Argentina, el sobrearancel comenzaría a regir desde mediados de febrero.
Consultado acerca de posibles pérdidas, James expresó: “Ni me atrevo a pensarlo”.
Hugo Luis Biolcatti, uno de los mayores productores del país y director de la Sociedad Rural Argentina, califica de “desastre” las consecuencias comerciales pues “el sector está supeditado a Brasil para colocar sus excedentes”.
“No hemos hecho nada —se queja— para desarrollar otros mercados y los productores somos los perjudicados finales de esta falta de proyección”.
Esta circunstancia demuestra, según Biolcatti, que “la Argentina sólo reacciona cuando el agua le llega al cuello”.
Recuerda que hace un año y medio existe un proyecto de ley para fomentar las exportaciones, “pero la falta de apoyo de la Secretaría de Agricultura frena su aprobación”.
José Quintana, productor y analista del sector, no está seguro de que Brasil pueda mantener vigente la medida por mucho tiempo, pues “cuando caiga su producción se expondrá a una suba desmedida de sus precios y necesitará importar”.
En su opinión, para fundamentar semejante decisión, “los brasileños deberán comprobar que los productos argentinos realmente ingresaron a precios de dumping y que, además, tienen peso suficiente como para dañar su mercado”.
“Con decisiones como ésta, las ventajas de haber conformado un bloque regional se diluyen. Esto nos pone en pie de igualdad con otros importadores; ahora hay que esperar el resultado de la apelación de las industrias argentinas”, evalúa el tambero Daniel Pelegrina.
“Los productores brasileños con los que nos reunimos hace poco —continúa— nos dicen que no quieren perjudicarnos, sino llegar a un arreglo.” .
El productor interpreta la situación como un juego de presiones. “Detrás de todo esto se esconde el interés por levantar el arancel externo común.” .
Por su parte, el vicecanciller argentino, Horacio Chiguizola, sostuvo ayer (lunes 11) que la actitud de Brasil afecta “la imagen de coherencia dentro del Mercosur”, y adelantó que desde su cartera “se hará todo lo posible para demostrar que la industria láctea no hace dumping”.
Como fusible para descomprimir la situación, altos funcionarios del Gobierno evalúan negociar una suba a 35% los aranceles extra Mercosur.
La medida había sido solicitada por los brasileños, aunque hasta ahora la Argentina se había mostrado reacia, pues afecta cerca de 300 productos.
La industria lechera local tiene, frente a si, un potencial escenario de crisis y, por ello, a comenzado a moverse con velocidad.
Presentará su descargo en Brasil ante la posible decisión del gobierno de ese país de aplicar un arancel de hasta 46% a los productos lácteos argentinos por considerar que ingresaron en condiciones de dumping.
El Gobierno, además, está dispuesto a tratar el conflicto lácteo, que afecta exportaciones argentinas por US$ 200 millones, en la cumbre de presidentes del Mercosur que se realizará pasado mañana y el viernes en la ciudad brasileña de Florianópolis.
También los tamberos expresaron su preocupación por los efectos que tendría la medida. Temen que la industria local, ante la imposibilidad de volcar los excedentes de producción en los mercados externos, decida pagar precios bajos por la leche que producen.
Para evaluar la verdadera dimensión que puede alcanzar el panorama pintado por Brasil, cabe señalar que 80% de las exportaciones de productos lácteos argentinos se dirige al mercado brasileño.
De la gravedad de la situación habló el titular del Centro de la Industria Láctea (CIL), Ricardo James, minutos después de reunirse con el titular de la cartera de Agricultura, Antonio Berhongaray.
“¡Es un horror!, esa acusación de dumping es de una arbitrariedad alarmante y vamos a refutar caso por caso”, expresó James, quien aseguró que antes del 22 del actual la Argentina presentará su defensa.
De ser desfavorable para la Argentina, el sobrearancel comenzaría a regir desde mediados de febrero.
Consultado acerca de posibles pérdidas, James expresó: “Ni me atrevo a pensarlo”.
Hugo Luis Biolcatti, uno de los mayores productores del país y director de la Sociedad Rural Argentina, califica de “desastre” las consecuencias comerciales pues “el sector está supeditado a Brasil para colocar sus excedentes”.
“No hemos hecho nada —se queja— para desarrollar otros mercados y los productores somos los perjudicados finales de esta falta de proyección”.
Esta circunstancia demuestra, según Biolcatti, que “la Argentina sólo reacciona cuando el agua le llega al cuello”.
Recuerda que hace un año y medio existe un proyecto de ley para fomentar las exportaciones, “pero la falta de apoyo de la Secretaría de Agricultura frena su aprobación”.
José Quintana, productor y analista del sector, no está seguro de que Brasil pueda mantener vigente la medida por mucho tiempo, pues “cuando caiga su producción se expondrá a una suba desmedida de sus precios y necesitará importar”.
En su opinión, para fundamentar semejante decisión, “los brasileños deberán comprobar que los productos argentinos realmente ingresaron a precios de dumping y que, además, tienen peso suficiente como para dañar su mercado”.
“Con decisiones como ésta, las ventajas de haber conformado un bloque regional se diluyen. Esto nos pone en pie de igualdad con otros importadores; ahora hay que esperar el resultado de la apelación de las industrias argentinas”, evalúa el tambero Daniel Pelegrina.
“Los productores brasileños con los que nos reunimos hace poco —continúa— nos dicen que no quieren perjudicarnos, sino llegar a un arreglo.” .
El productor interpreta la situación como un juego de presiones. “Detrás de todo esto se esconde el interés por levantar el arancel externo común.” .
Por su parte, el vicecanciller argentino, Horacio Chiguizola, sostuvo ayer (lunes 11) que la actitud de Brasil afecta “la imagen de coherencia dentro del Mercosur”, y adelantó que desde su cartera “se hará todo lo posible para demostrar que la industria láctea no hace dumping”.
Como fusible para descomprimir la situación, altos funcionarios del Gobierno evalúan negociar una suba a 35% los aranceles extra Mercosur.
La medida había sido solicitada por los brasileños, aunque hasta ahora la Argentina se había mostrado reacia, pues afecta cerca de 300 productos.
