Por la igualdad, un proyecto a largo plazo
En su 34º período de sesiones bianuales, llevado a cabo recientemente en El Salvador, la CEPAL presentó un extenso documento titulado Cambio Estructural para la Igualdad, con el que da continuidad a La hora de la Igualdad: brechas por cerrar, caminos por abrir, el informe publicado en su anterior período de sesiones de 2010.
4 octubre, 2012
<p>En gran parte del informe se compara a los países latinoamericanos con Corea del Sur, con lo que se pretende demostrar que un país en desarrollo puede alzarse por encima de las dificultades. Pero no se tiene en cuenta que el crecimiento económico de los dragones orientales fue en gran parte debido al interés de las multinacionales occidentales por acceder a grandes mercados (cosa que en Latinoamérica no existe) y a mano de obra barata. Ni se menciona el inmenso costo ambiental que han tenido que padecer estos países y padece actualmente China. <br /><br />El libro está dividido en siete capítulos que abarcan desde la definición de Cambio Estructural, que pretende dejar en claro la diferencia entre crecimiento y desarrollo, hasta el análisis de las economías latinoamericanas en todos sus aspectos: estructura productiva; inversiones; impuestos y situación fiscal; y realidad laboral y empleo; para terminar con las reflexiones finales, tituladas: El Estado y la política en la visión integral del desarrollo. Con muchos gráficos interesantes y tomando datos de diferentes informes producidos por la misma CEPAL, el informe contiene una serie de afirmaciones y consejos que, sí, deberían ser tomados en cuenta por nuestros gobernantes. <br /><br />Para dejar bien en claro que la actual CEPAL busca un camino alternativo al Consenso de Washington (y tal vez intenta un regreso a las fuentes prebischerianas), se aclara más de una vez que las políticas sociales asumidas por la mayoría de los países sudamericanos, no sólo han sido de gran ayuda para aliviar la pobreza, sino que son necesarias par nivelar las asimetrías inevitables en una primera etapa de aplicación del Cambio Estructural, que es un proyecto a largo plazo.<br /><br />Lo llamativo del texto es que, si bien mayormente se trata a la región como un todo y a veces se separa América del Sur del resto, en muchos párrafos pareciera que se está hablando exclusivamente de la Argentina. Por ejemplo:<br />“Para los exportadores netos de recursos naturales, tanto de América del Sur como del Caribe, la bonanza externa ha alejado (aunque no completamente) la amenaza de las crisis de deuda y de balanza de pagos. Esta mayor holgura externa no implica que los países que la han experimentado estén en una trayectoria sostenible de elevado crecimiento en el largo plazo. Aún persisten los principales problemas estructurales que han aquejado históricamente a la región.”<br />“Aunque persistieran estas condiciones favorables en el contexto externo, hay motivos para preocuparse por las tendencias en la estructura productiva, en particular la reprimarización de la especialización exportadora.”</p>
<p>“La experiencia histórica indica que la especialización tanto en ensamblaje de bajo valor agregado como en productos primarios está asociada a trayectorias poco dinámicas de la<br />
productividad, el empleo y el crecimiento económico de largo plazo. Es necesario evaluar los beneficios de corto plazo de este tipo de especialización productiva frente al costo que conlleva en el largo plazo. Esta disyuntiva es decisiva al definir las agendas de la política macroeconómica y las políticas industriales para el cambio estructural. La necesidad del cambio estructural como eje del desarrollo ha sido y sigue siendo el desafío fundamental que enfrenta la región, cuya importancia se acentuará en los próximos años.”<br />
“El desarrollo económico implica no solo altas tasas de crecimiento, sino también cambios cualitativos en la estructura productiva y, particularmente en economías abiertas, en el patrón de especialización e inserción en los mercados mundiales.” </p>
<p>Desde los títulos de estos últimos documentos está claro que la principal preocupación de la Comisión Económica para América latina y el Caribe, para esta segunda década, es la búsqueda de un camino conducente a mitigar los desequilibrios sociales en la región, que se caracteriza por una elevada concentración de la riqueza y una gran disparidad de ingresos entre los que más tienen y los que menos tienen. <br />
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Este camino debe transitarse a través del cambio estructural, concepto con el cual los economistas de CEPAL se refieren a un cambio cualitativo en la estructura productiva. En pocas palabras, lo que proponen es mayor industrialización. Pero no cualquier industrialización. A entender de la CEPAL los gobiernos de la región deben incentivar la industrialización en los sectores más modernos de la economía, aquellos que contengan un elevado nivel de innovación tecnológica. <br />
La idea básica es que esta era digital, de bio y nanotecnologías, representa una nueva revolución industrial y nuestra región no debe perder el tren. Invertir en conocimientos y nuevas tecnologías sería la única manera de no quedar relegados respecto a otras regiones del mundo y poder ofrecer a largo plazo, más y mejor empleo, que a su vez provocará un efecto derrame de más equidad social. <br />
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Este nuevo informe de más de 300 páginas representa un texto de gran valor para todo aquel interesado en la economía latinoamericana. Hay mucha información, así como interesante análisis de los datos recabados sobre los últimos treinta años de la actividad económica latinoamericana, que llevan a acertados diagnósticos de la realidad actual. Sin embargo, cuando se trata de propuestas a futuro, algo falla. Obviamente los gobiernos latinoamericanos no van a seguir los consejos plasmados en el documento. Como se menciona al comienzo del texto: “todos quieren ser productivos, todos quieren mejor calidad de vida, todos quieren saber, todos quieren estar educados todos quieren empleo y derechos. A eso aspiramos en CEPAL, a construir un proyecto de desarrollo inclusivo…”. <br />
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