Polémico diagnóstico a De la Rúa
El cirujano que lo operó afirma que tiene una "enfermedad obstructiva coronaria",pero aclara que está en muy buenas condiciones". Lombardo había dicho que tenía aterosclerosis.
(NA). – El cirujano que operó al presidente Fernando de la Rúa, Jorge Belardi, discrepó hoy (miércoles 13) con Héctor Lombardo respecto de la afección que padece el jefe de Estado y por la cual el viernes pasado debió ser sometido a una angiosplastía, mientras que el flamante vocero del Gobierno, Juan Pablo Baylac, criticó las palabras del ministro de Salud, quien dijo que el mandatario tenía aterosclerosis.
En tanto, esta mañana a las 10:30 el presidente llegó a la Casa de Gobierno acompañado por su vocero, Ricardo Ostuni.
El portavoz del Presidente indicó que “después” realizará declaraciones a los periodistas, que buscaban consultarlo sobre el estado de salud del jefe de Estado.
Lombardo admitió en la víspera que De la Rúa sufre de aterosclerosis, aunque aclaró que “no significa una enfermedad invalidante”, y agregó que el ex presidente Carlos Menem “también la padece, y se le hizo una desobstrucción y sigue haciendo una vida normal”.
Sin embargo, Belardi afirmó esta mañana que lo que sufre De la Rúa “se llama enfermedad obstructiva coronaria, y esa es realmente la única acepción”.
A su vez, Baylac sostuvo que Lombardo “embarulló lo que era innecesario discutir”, y afirmó que la única persona autorizada a hablar de la salud del Presidente es su médico personal.
Negó luego que se hubiera generado en el Gobierno un conflicto con Lombardo por esas declaraciones, aunque señaló que frente a situaciones como la vivida por el Presidente “hay que tener mucho cuidado y mucha precisión en cómo se expresa, porque puede terminar preocupando a la sociedad y lo que hay que evitar es eso”.
“Sobre todo –añadió– cuando se tiene absoluta conciencia de que la persona, el paciente o el enfermo está bien”.
En tanto, Lombardo aseguró esta mañana que sus declaraciones fueron malinterpretadas, y enfatizó: “yo sé muy bien como médico, como funcionario y amigo, que el presidente ha solucionado sus problemas, y está perfectamente bien para realizar sus tareas”.
El ministro agregó que no iba a volver a referirse a este tema, porque no quiere prestarse “a aquellos que pretenden realizar una confusión de esta situación, atribuyendo algo que no existe”.
“Está sumamente claro que la enfermedad que padeció el Presidente está resuelta. Parece que a algunos les molesta que el Presidente esté repuesto”, dijo el ministro en declaraciones a la prensa.
Por su parte, el jefe del Departamento de Hemodinamia del Instituto Cardiovascular Buenos Aires, Jorge Belardi, se mostró cauto al referirse al diagnóstico formulado por Lombardo, al señalar que “lo importante es saber que el Presidente tenía la obstrucción de una arteria, que fue desobstruida, y está en muy buenas condiciones”.
“Lo demás es agregar cosas que escapan a la medicina y se escapa a mi manejo de pacientes”, añadió el facultativo en declaraciones radiales formuladas esta mañana.
Dijo que De la Rúa “tiene una afección en las arterias coronarias, y es la única afección que le detectamos”, aunque luego reconoció que el presidente también tiene “pequeñas arterias con obstrucciones, que no requieren ningún tratamiento médico, ni ahora ni en el futuro”.
Belardi agregó que “en cualquier país la salud del presidente es algo distinto a la de cualquier paciente, y las palabras que nosotros como Instituto Cardiovascular podemos usar o dejar de usar son las que habitualmente usamos en esta clase de circunstancias”.
Añadió que De la Rúa, como todos los pacientes similares, debe de ahora en más realizar una “prevención secundaria”, lo cual implica “ser más cuidadoso, tener un colesterol mucho más bajo, hacer ejercicio casi como medicación, mantener un peso adecuado, un estilo de vida sano, no fumar y controlar la presión”, todo lo cual tiene “beneficios muy marcados”.
Negó luego que De la Rúa vaya a tener limitaciones para ejercer la Presidencia, al sostener que “hay actividades más estresantes que ser Presidente, y todos hacen una vida normal”.
(NA). – El cirujano que operó al presidente Fernando de la Rúa, Jorge Belardi, discrepó hoy (miércoles 13) con Héctor Lombardo respecto de la afección que padece el jefe de Estado y por la cual el viernes pasado debió ser sometido a una angiosplastía, mientras que el flamante vocero del Gobierno, Juan Pablo Baylac, criticó las palabras del ministro de Salud, quien dijo que el mandatario tenía aterosclerosis.
En tanto, esta mañana a las 10:30 el presidente llegó a la Casa de Gobierno acompañado por su vocero, Ricardo Ostuni.
El portavoz del Presidente indicó que “después” realizará declaraciones a los periodistas, que buscaban consultarlo sobre el estado de salud del jefe de Estado.
Lombardo admitió en la víspera que De la Rúa sufre de aterosclerosis, aunque aclaró que “no significa una enfermedad invalidante”, y agregó que el ex presidente Carlos Menem “también la padece, y se le hizo una desobstrucción y sigue haciendo una vida normal”.
Sin embargo, Belardi afirmó esta mañana que lo que sufre De la Rúa “se llama enfermedad obstructiva coronaria, y esa es realmente la única acepción”.
A su vez, Baylac sostuvo que Lombardo “embarulló lo que era innecesario discutir”, y afirmó que la única persona autorizada a hablar de la salud del Presidente es su médico personal.
Negó luego que se hubiera generado en el Gobierno un conflicto con Lombardo por esas declaraciones, aunque señaló que frente a situaciones como la vivida por el Presidente “hay que tener mucho cuidado y mucha precisión en cómo se expresa, porque puede terminar preocupando a la sociedad y lo que hay que evitar es eso”.
“Sobre todo –añadió– cuando se tiene absoluta conciencia de que la persona, el paciente o el enfermo está bien”.
En tanto, Lombardo aseguró esta mañana que sus declaraciones fueron malinterpretadas, y enfatizó: “yo sé muy bien como médico, como funcionario y amigo, que el presidente ha solucionado sus problemas, y está perfectamente bien para realizar sus tareas”.
El ministro agregó que no iba a volver a referirse a este tema, porque no quiere prestarse “a aquellos que pretenden realizar una confusión de esta situación, atribuyendo algo que no existe”.
“Está sumamente claro que la enfermedad que padeció el Presidente está resuelta. Parece que a algunos les molesta que el Presidente esté repuesto”, dijo el ministro en declaraciones a la prensa.
Por su parte, el jefe del Departamento de Hemodinamia del Instituto Cardiovascular Buenos Aires, Jorge Belardi, se mostró cauto al referirse al diagnóstico formulado por Lombardo, al señalar que “lo importante es saber que el Presidente tenía la obstrucción de una arteria, que fue desobstruida, y está en muy buenas condiciones”.
“Lo demás es agregar cosas que escapan a la medicina y se escapa a mi manejo de pacientes”, añadió el facultativo en declaraciones radiales formuladas esta mañana.
Dijo que De la Rúa “tiene una afección en las arterias coronarias, y es la única afección que le detectamos”, aunque luego reconoció que el presidente también tiene “pequeñas arterias con obstrucciones, que no requieren ningún tratamiento médico, ni ahora ni en el futuro”.
Belardi agregó que “en cualquier país la salud del presidente es algo distinto a la de cualquier paciente, y las palabras que nosotros como Instituto Cardiovascular podemos usar o dejar de usar son las que habitualmente usamos en esta clase de circunstancias”.
Añadió que De la Rúa, como todos los pacientes similares, debe de ahora en más realizar una “prevención secundaria”, lo cual implica “ser más cuidadoso, tener un colesterol mucho más bajo, hacer ejercicio casi como medicación, mantener un peso adecuado, un estilo de vida sano, no fumar y controlar la presión”, todo lo cual tiene “beneficios muy marcados”.
Negó luego que De la Rúa vaya a tener limitaciones para ejercer la Presidencia, al sostener que “hay actividades más estresantes que ser Presidente, y todos hacen una vida normal”.
