Polémica por los cambios en Economía

La llegada de Caro Figueroa a la Afip cosechó rechazos entre economistas y jueces. "Se puso a un técnico en una función política y a un político en una función técnica", consideró Raúl Cuello.

29 agosto, 2001

(NA). – El desplazamiento de Héctor Rodríguez de la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) y la llegada a ese cargo de Armando Caro Figueroa generó hoy (miércoles 29) más rechazos que apoyos entre economistas y jueces que se pronunciaron al respecto.

“Me parece que se puso a un técnico en una función política y a un político en una función técnica. El manejo del funcionamiento tributario requiere conocimientos y antecedentes que Caro Figueroa no tiene”, consideró el ex titular de la Dirección General Impositiva (DGI) Raúl Cuello.

En tanto, el juez en lo Penal Económico Julio Cruciani consideró que el enroque es “totalmente negativo”.

Por su parte, el ex titular de los “sabuesos” de la DGI Luis María Peña, se mostró sorprendido por el cambio y aseguró que “llama la atención porque es la primera vez que asume un técnico para dirigir la recaudación”.

“Indudablemente el país no puede manejar un organismo tributario con permanentes cambios en su dirección y las líneas carecen de permanencia en el tiempo, lo cual hace perder fidelidad a los inspectores”, enfatizó Cuello.

El economista insistió con que “no es un cambio feliz. En todo caso si Rodríguez no tuvo un buen desempeño se debe a la situación de la economía”.

“No se puede medir la eficiencia cuando no se le dan todos los recursos”, señaló en referencia al aumento de $ 90 millones de que dispondrá a partir de ahora el nuevo titular de la Afip, con lo cual contará con un presupuesto de 1.000 millones para combatir la evasión y el contrabando.

Cruciani, por su parte, destacó la “honestidad intelectual y material” de Rodríguez sobre quien dijo que era un funcionario “respetado tanto por los jueces como por la gente”.

“Rodríguez terminó con esa parodia de perseguir a los kiosqueros”, destacó el magistrado.

Al mismo tiempo, pronosticó que con la presencia de un político al frente de la Afip “retornarán las grandes persecuciones a los kiosqueros, pero las investigaciones sobre los grandes contribuyentes seguirán inexistentes”.

Por último, Peña reconoció que a Rodríguez “había que haberle dado los fondos que necesitaba para luchar contra la evasión porque era un funcionario probo y capaz”.

Sin embargo, advirtió que con el aumento presupuestario del cual gozará el flamante titular del organismo “van a tener la obligación de mostrar resultados”.

Consultado sobre por qué no se le otorgaron los fondos en su momento a Héctor Rodríguez, Peña consideró que “a lo mejor existe cierta intencionalidad política por parte del equipo económico al querer capitalizar un triunfo”.

(NA). – El desplazamiento de Héctor Rodríguez de la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) y la llegada a ese cargo de Armando Caro Figueroa generó hoy (miércoles 29) más rechazos que apoyos entre economistas y jueces que se pronunciaron al respecto.

“Me parece que se puso a un técnico en una función política y a un político en una función técnica. El manejo del funcionamiento tributario requiere conocimientos y antecedentes que Caro Figueroa no tiene”, consideró el ex titular de la Dirección General Impositiva (DGI) Raúl Cuello.

En tanto, el juez en lo Penal Económico Julio Cruciani consideró que el enroque es “totalmente negativo”.

Por su parte, el ex titular de los “sabuesos” de la DGI Luis María Peña, se mostró sorprendido por el cambio y aseguró que “llama la atención porque es la primera vez que asume un técnico para dirigir la recaudación”.

“Indudablemente el país no puede manejar un organismo tributario con permanentes cambios en su dirección y las líneas carecen de permanencia en el tiempo, lo cual hace perder fidelidad a los inspectores”, enfatizó Cuello.

El economista insistió con que “no es un cambio feliz. En todo caso si Rodríguez no tuvo un buen desempeño se debe a la situación de la economía”.

“No se puede medir la eficiencia cuando no se le dan todos los recursos”, señaló en referencia al aumento de $ 90 millones de que dispondrá a partir de ahora el nuevo titular de la Afip, con lo cual contará con un presupuesto de 1.000 millones para combatir la evasión y el contrabando.

Cruciani, por su parte, destacó la “honestidad intelectual y material” de Rodríguez sobre quien dijo que era un funcionario “respetado tanto por los jueces como por la gente”.

“Rodríguez terminó con esa parodia de perseguir a los kiosqueros”, destacó el magistrado.

Al mismo tiempo, pronosticó que con la presencia de un político al frente de la Afip “retornarán las grandes persecuciones a los kiosqueros, pero las investigaciones sobre los grandes contribuyentes seguirán inexistentes”.

Por último, Peña reconoció que a Rodríguez “había que haberle dado los fondos que necesitaba para luchar contra la evasión porque era un funcionario probo y capaz”.

Sin embargo, advirtió que con el aumento presupuestario del cual gozará el flamante titular del organismo “van a tener la obligación de mostrar resultados”.

Consultado sobre por qué no se le otorgaron los fondos en su momento a Héctor Rodríguez, Peña consideró que “a lo mejor existe cierta intencionalidad política por parte del equipo económico al querer capitalizar un triunfo”.

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