Podría ser China el gran precursor de WikiLeaks
Hace nueve meses, un informe al Congreso norteamericano mencionaba filtraciones en la Web que duraron dieciocho minutos, nada menos. Hackers del gobierno y el ejército chinos desviaron datos a un servidor local. Julian Assange no estaba solo.
<p>La operación afectó órganos del poder ejecutivo y áreas del Pentágono. Entre ellos, reparticiones del ejército, armada, fuerza aérea e infantería de marina. También fueron afectadas la NASA y los departamentos de defensa y comercio exterior. A diferencia de WikiLeaks, no cayó la red diplomática norteamericana ni se cernían sombras sobre Wall Street.<br />
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Pero las cosas no terminaron allí. Asimismo, los ciberbucaneros –o sea, piratas con patente de corso- se metieron en bases de datos pertenecientes a gigantes como Microsoft, Google, Yahoo, Dell o International Business Machines. Tampoco quedaron satisfechos: en oportunidades subsiguientes interfirieron sitios indios, surcoreanos, taiwaneses y singapurenses.<br />
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No está todavía claro hasta qué punto estos hackers se limitaron a manipular flujos de información o, por el contrario, lograron abrir y ver contenidos (algo que sí hizo Assange). El destinatario inicial de la revelación, el comité senatorial de relaciones económicas Estados Unidos-China, optó por mantener extrema cautela al respecto. No obstante, medio Silicon Valley cuestionaba hacia julio ya “la escasa seguridad en la materia”, como sostuvo Lawrence Ellison (Oracle).<br />
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El episodio subraya por cierto un déficit de vigilancia en los ámbitos público y privado. Hasta hoy, no se ha podido determinar si fue piratería o un simple incidente, Por eso, la pregunta clave es una: ¿habrán los chinos descifrado códigos de encriptación? Por supuesto, Beijing niega todo.<br />
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A criterio de expertos norteamericanos, rusos, británicos y alemanes, China ejerce censura interna en la Red, por motivos políticos, Pero también tiene una censura hacia fuera, cifrada en tecnología, comercio y economía en general. En el trienio 2008/10, han sido denunciados cientos de intrusiones organizadas por chinos, que golpearon básicamente a EE.UU. y sus aliados desde Japón o Surcorea hasta Gran Bretaña y la Eurozona.<br />
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En el segundo trimestre de 2009, por ejemplo, Canadá descubrió la existencia de una red espía presente en 103 estados. Paralelamente, la NASA detectaba incursiones cibernéticas procedentes de dos importantes universidades chinas. Sin embargo, la clave de todo reside en un creciente número de jóvenes hackers profesionales, reclutados y adiestrados por las fuerzas armadas. WikiLeaks corrige y aumenta un universo donde la seguridad de las potencias vale poco, <br />
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