Plan de 100 mil viviendas

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Lanzarán dos líneas de créditos para la adquisición de viviendas populares. Las cuotas oscilarán entre $30 y $150. Intentan reactivar la construcción.

El presidente de la Rúa anunciará hoy, la puesta en marcha de un plan de construcción de viviendas dirigidas a familias de clase media y clase baja , imposibilitadas –hasta ahora– de acceder a un crédito inmobiliario. Se proyecta la construcción de unas 100 mil viviendas, en no menos de 10 provincias, en el transcurso de los próximos 12 meses.

Como está dirigido a dos poblaciones objetivo diferentes, el plan ha sido dividido en dos subprogramas:

· Una nueva línea de crédito, formada por un fondo fiduciario, encabezado por el Banco Nación, para construir 60 mil viviendas (cuyo valor oscilará entre los $20 mil y $25 mil). Este plan se acordó con unas 10 provincias y está destinado a sectores de ingresos medios-bajos. Las unidades tendrán entre 60 y 80 metros cuadrados y las cuotas rondarán los $150.

· Un plan de viviendas populares, para las familias de menores recursos. El costo de la unidad se calcula en $9.000 y las cuotas serán de $30 mensuales. En estos casos, la superficie cubierta será de unos 40 metros cuadrados y se prevé que cuenten con un terreno para poder realizar futuras ampliaciones.

En ambas líneas crediticias tendrán prioridad las familias numerosas. El plan de viviendas populares, ya está en ejecución en tres provincias (Santiago del Estero, Entre Ríos y Chaco).

El programa intenta facilitar el acceso a una vivienda a las familias de clase media más empobrecida; los denominados “nuevos pobres”. Para ello, el Banco Nación aportará cerca de US$ 600 millones, el Ciudad sumaría unos $ 200 millones más y se estarían teniendo conversaciones con algunos bancos privados y regionales (entre ellos el Banco Galicia, de Río Negro y el de San Juan). En total, el fondo fiduciario reunirá unos $1200 millones.

En el caso de los bancos privados se presenta un punto conflictivo: estas instituciones no quieren prestar dinero a los sectores de bajos recursos. Por eso ayer se discutía la posibilidad de “securitizar” las hipotecas; es decir, los bancos venderían los títulos en el mercado secundario de manera de recuperar ,rápidamente, parte del dinero prestado.

El otro gran beneficio de este plan es la reactivación del sector de la construcción, paralizado hace casi dos años y con altísimos niveles de desocupación ( se estima que llega a 27%). Pero no sólo quienes trabajen directamente en obra se verán beneficiados con este plan; el sector de la construcción es uno de los que más efecto multiplicador tienen. La UOCRA –gremio que nuclea al sector–calcula que por cada vivienda construida por este plan, habrá tres empleos directos y otros tantos indirectos (cerámicas, ventanas, artículos sanitarios); se estaría hablando, entonces, de la generación de unos 600 mil puestos de trabajo.

El presidente de la Rúa anunciará hoy, la puesta en marcha de un plan de construcción de viviendas dirigidas a familias de clase media y clase baja , imposibilitadas –hasta ahora– de acceder a un crédito inmobiliario. Se proyecta la construcción de unas 100 mil viviendas, en no menos de 10 provincias, en el transcurso de los próximos 12 meses.

Como está dirigido a dos poblaciones objetivo diferentes, el plan ha sido dividido en dos subprogramas:

· Una nueva línea de crédito, formada por un fondo fiduciario, encabezado por el Banco Nación, para construir 60 mil viviendas (cuyo valor oscilará entre los $20 mil y $25 mil). Este plan se acordó con unas 10 provincias y está destinado a sectores de ingresos medios-bajos. Las unidades tendrán entre 60 y 80 metros cuadrados y las cuotas rondarán los $150.

· Un plan de viviendas populares, para las familias de menores recursos. El costo de la unidad se calcula en $9.000 y las cuotas serán de $30 mensuales. En estos casos, la superficie cubierta será de unos 40 metros cuadrados y se prevé que cuenten con un terreno para poder realizar futuras ampliaciones.

En ambas líneas crediticias tendrán prioridad las familias numerosas. El plan de viviendas populares, ya está en ejecución en tres provincias (Santiago del Estero, Entre Ríos y Chaco).

El programa intenta facilitar el acceso a una vivienda a las familias de clase media más empobrecida; los denominados “nuevos pobres”. Para ello, el Banco Nación aportará cerca de US$ 600 millones, el Ciudad sumaría unos $ 200 millones más y se estarían teniendo conversaciones con algunos bancos privados y regionales (entre ellos el Banco Galicia, de Río Negro y el de San Juan). En total, el fondo fiduciario reunirá unos $1200 millones.

En el caso de los bancos privados se presenta un punto conflictivo: estas instituciones no quieren prestar dinero a los sectores de bajos recursos. Por eso ayer se discutía la posibilidad de “securitizar” las hipotecas; es decir, los bancos venderían los títulos en el mercado secundario de manera de recuperar ,rápidamente, parte del dinero prestado.

El otro gran beneficio de este plan es la reactivación del sector de la construcción, paralizado hace casi dos años y con altísimos niveles de desocupación ( se estima que llega a 27%). Pero no sólo quienes trabajen directamente en obra se verán beneficiados con este plan; el sector de la construcción es uno de los que más efecto multiplicador tienen. La UOCRA –gremio que nuclea al sector–calcula que por cada vivienda construida por este plan, habrá tres empleos directos y otros tantos indirectos (cerámicas, ventanas, artículos sanitarios); se estaría hablando, entonces, de la generación de unos 600 mil puestos de trabajo.

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