Petróleo: nueva alza y reunión clave

Volvió a subir el precio. Mañana se encuentran en la capital árabe representantes de los principales países productores y consumidores. Por Javier Alonso Martínez (*)

16 noviembre, 2000

(EFE).- El precio del petróleo vuelve a poner a prueba las relaciones entre países productores y consumidores, que mañana (viernes 17) inauguran en Riad una reunión en la que pretenden aportar ideas para dar estabilidad al mercado del crudo.

Estados Unidos, la Unión Europea, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) y otros productores de petróleo acuden a Arabia Saudita al VII Foro Internacional de la Energía, creado en 1991, después de la Guerra del Golfo, y que hasta ahora apenas había despertado el interés de los países consumidores más industrializados.

Las alzas del precio del petróleo en septiembre, las protestas de los transportistas y la amenaza para el crecimiento económico parecen haber sido razones suficientes para que ahora sí exista ese interés de los países consumidores en acabar con la inestabilidad de ese mercado.

La decisión de la Opep del pasado lunes de no aumentar su producción por el momento –ya lo hizo cuatro veces este año–, además de las noticias sobre la escasez de reservas de combustible en Estados Unidos, el mayor consumidor mundial de energía, empujaron hoy los precios a niveles próximos a US$ 35.

Los 11 países de la Opep también han abandonado el empleo de un mecanismo de ajuste de su producción que consistía en aumentarla en 500.000 barriles diarios si los precios subían a más de US$ 28 dólares durante 20 días consecutivos, porque consideran que ya hay suficiente crudo en los mercados.

Insisten en que el mercado tiene petróleo y apoyan a los analistas del sector que argumentan que las reservas de los países industrializados están bajas porque esperan que la cotización del crudo baje para completarlas.

La Opep tiene una cuota aproximada de 40% del mercado internacional del crudo y proporcionó el pasado octubre 29,5 millones de barriles del total de la producción mundial, que alcanzó ese mes a 78,6 millones de barriles diarios, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Los 11 países de la Opep sostienen que existe suficiente crudo en el mercado –la Agencia Internacional de la Energía (AIE) dijo que el promedio de la demanda mundial del tercer trimestre de 2000 fue de 75,5 millones de barriles diarios, inferior a la producción total–- y que por eso no es necesario más para que bajen los precios.

En Riad se espera que los productores de crudo insistan a los países industrializados en que deben bajar sus impuestos sobre el consumo de derivados del petróleo, que en la Unión Europea llegan hasta 75% del precio total pagado por los consumidores.

Pero la Comisión Europea, representada en Riad por su vicepresidenta y responsable de Energía y Transportes, Loyola de Palacio, sostiene que el recorte de impuestos sobre los carburantes sería “ceder ingresos fiscales” a los países productores.

Bruselas tan sólo admite una hipotética congelación del Impuesto sobre el Valor Agregado (IVA) para cuando se den “importantes fluctuaciones” del precio del petróleo.

Los Quince también se resisten a adoptar medidas similares a las anunciadas por Estados Unidos –empleo de las reservas estratégicas para forzar una baja de los precios– y los líderes de la UE aseguraron en Biarritz (Francia) el pasado octubre que por el momento no recurrirán a ellas.

A la reunión asisten delegados de países latinoamericanos productores de crudo (México y Ecuador), además de organizaciones como el Banco Mundial, la Agencia Internacional de la Energía y las Naciones Unidas.

El secretario de Energía estadounidense, Bill Richardson, que hoy llega a Riad, insistió en que los niveles actuales de precios son excesivamente elevados, pero aseguró que Washington considera que “la opción de liberar reservas sigue sobre la mesa”.

Estados Unidos decidió en octubre poner a la venta 30 millones de barriles de crudo, pero la repercusión de la medida fue escasa y los precios se mantuvieron en torno de los US$ 30 por barril (159 litros) en los días posteriores.

La preocupación por la seguridad en el suministro de crudo también tiene relación con la crisis en Medio Oriente y con la preocupación del mercado por las exportaciones de Irak, cuyas ventas de petróleo están limitadas y sometidas a la vigilancia de Naciones Unidas.

El régimen iraquí podría utilizar el conflicto palestino-israelí como “excusa para recortarlas”, según el Centro de Estudios Globales de Energía, que dirige el jeque Ahmed Zaki Yamani, antiguo ministro saudita de Petróleo, que además predijo hace unos días que el precio del barril de crudo bajará en 2001 hasta US$ 10 dólares.

(*) Periodista de la Agencia EFE.

(EFE).- El precio del petróleo vuelve a poner a prueba las relaciones entre países productores y consumidores, que mañana (viernes 17) inauguran en Riad una reunión en la que pretenden aportar ideas para dar estabilidad al mercado del crudo.

Estados Unidos, la Unión Europea, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) y otros productores de petróleo acuden a Arabia Saudita al VII Foro Internacional de la Energía, creado en 1991, después de la Guerra del Golfo, y que hasta ahora apenas había despertado el interés de los países consumidores más industrializados.

Las alzas del precio del petróleo en septiembre, las protestas de los transportistas y la amenaza para el crecimiento económico parecen haber sido razones suficientes para que ahora sí exista ese interés de los países consumidores en acabar con la inestabilidad de ese mercado.

La decisión de la Opep del pasado lunes de no aumentar su producción por el momento –ya lo hizo cuatro veces este año–, además de las noticias sobre la escasez de reservas de combustible en Estados Unidos, el mayor consumidor mundial de energía, empujaron hoy los precios a niveles próximos a US$ 35.

Los 11 países de la Opep también han abandonado el empleo de un mecanismo de ajuste de su producción que consistía en aumentarla en 500.000 barriles diarios si los precios subían a más de US$ 28 dólares durante 20 días consecutivos, porque consideran que ya hay suficiente crudo en los mercados.

Insisten en que el mercado tiene petróleo y apoyan a los analistas del sector que argumentan que las reservas de los países industrializados están bajas porque esperan que la cotización del crudo baje para completarlas.

La Opep tiene una cuota aproximada de 40% del mercado internacional del crudo y proporcionó el pasado octubre 29,5 millones de barriles del total de la producción mundial, que alcanzó ese mes a 78,6 millones de barriles diarios, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Los 11 países de la Opep sostienen que existe suficiente crudo en el mercado –la Agencia Internacional de la Energía (AIE) dijo que el promedio de la demanda mundial del tercer trimestre de 2000 fue de 75,5 millones de barriles diarios, inferior a la producción total–- y que por eso no es necesario más para que bajen los precios.

En Riad se espera que los productores de crudo insistan a los países industrializados en que deben bajar sus impuestos sobre el consumo de derivados del petróleo, que en la Unión Europea llegan hasta 75% del precio total pagado por los consumidores.

Pero la Comisión Europea, representada en Riad por su vicepresidenta y responsable de Energía y Transportes, Loyola de Palacio, sostiene que el recorte de impuestos sobre los carburantes sería “ceder ingresos fiscales” a los países productores.

Bruselas tan sólo admite una hipotética congelación del Impuesto sobre el Valor Agregado (IVA) para cuando se den “importantes fluctuaciones” del precio del petróleo.

Los Quince también se resisten a adoptar medidas similares a las anunciadas por Estados Unidos –empleo de las reservas estratégicas para forzar una baja de los precios– y los líderes de la UE aseguraron en Biarritz (Francia) el pasado octubre que por el momento no recurrirán a ellas.

A la reunión asisten delegados de países latinoamericanos productores de crudo (México y Ecuador), además de organizaciones como el Banco Mundial, la Agencia Internacional de la Energía y las Naciones Unidas.

El secretario de Energía estadounidense, Bill Richardson, que hoy llega a Riad, insistió en que los niveles actuales de precios son excesivamente elevados, pero aseguró que Washington considera que “la opción de liberar reservas sigue sobre la mesa”.

Estados Unidos decidió en octubre poner a la venta 30 millones de barriles de crudo, pero la repercusión de la medida fue escasa y los precios se mantuvieron en torno de los US$ 30 por barril (159 litros) en los días posteriores.

La preocupación por la seguridad en el suministro de crudo también tiene relación con la crisis en Medio Oriente y con la preocupación del mercado por las exportaciones de Irak, cuyas ventas de petróleo están limitadas y sometidas a la vigilancia de Naciones Unidas.

El régimen iraquí podría utilizar el conflicto palestino-israelí como “excusa para recortarlas”, según el Centro de Estudios Globales de Energía, que dirige el jeque Ahmed Zaki Yamani, antiguo ministro saudita de Petróleo, que además predijo hace unos días que el precio del barril de crudo bajará en 2001 hasta US$ 10 dólares.

(*) Periodista de la Agencia EFE.

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