Perú intenta acabar con la rebelión

Humalla admitió que no tuvo el apoyo que esperaba en el ejército, y señaló que está dispuesto a "dialogar" con las autoridades para llegar a un acuerdo. El Defensor del Pueblo mediará.

1 noviembre, 2000

(EFE).- El comandante Ollanta Humala se mantiene en rebeldía por cuarto día, mientras el ejército, que reforzó el cerco de tropas para capturarle, permitió hoy (miércoles 1) la mediación del Defensor del Pueblo para acabar pacíficamente con la rebelión.

El Defensor del Pueblo, Jorge Santistevan de Noriega, y uno de los hermanos de Humala partieron esta mañana en un helicóptero militar al teatro de operaciones, en el límite de los departamentos de Puno y Moquegua, para pedirle al comandante rebelde que se rinda.

Santistevan y Ulises Humala viajaron acompañados del jefe de la Tercera Región Militar, general Abraham Cano, desde el aeropuerto militar de Moquegua, 1.300 kilómetros al sur de Lima.

Antes de partir, Santistevan le envió a Humala un mensaje en el que le dijo que “existe la mejor disposición para que esto tenga un final sin disparos y con respeto a su seguridad y a su dignidad militar”.

Santistevan también afirmó que la operación militar en marcha “tiene carácter estrictamente disuasorio, a tal punto que no se ha disparado ningún tiro”.

El comandante rebelde admitió que su movimiento no ha tenido el apoyo que esperaba en el ejército, y señaló que está dispuesto a “dialogar” con las autoridades para llegar a un acuerdo en el que se respete su dignidad y su vida.

Humala propuso que el diálogo se de “al más alto nivel”, con el jefe del ejército, general Walter Chacón, o con el presidente Alberto Fujimori, pero ante la imposibilidad de que ello se concrete señaló como una alternativa al Defensor del Pueblo.

El comandante Ollanta Humala se rebeló el pasado domingo, cuando abandonó su base en la localidad de Locumba, unos 1.500 kilómetros al sur de Lima, y tomó el pueblo minero de Toquepala, donde se rebeló contra la autoridad de Fujimori y de los mandos militares.

En caso de que Humala acepte la mediación del Defensor del Pueblo y se entregue será procesado por la justicia militar por los presuntos delitos de “rebelión, insulto al superior y abandono de destino”.

Tales cargos fueron planteados el pasado martes por un procurador del ejército, según informó una fuente del Consejo Supremo de Justicia Militar.

La actitud del militar sorprendió a todos en vista de que un día antes Fujimori había “pasado al retiro” a los principales jefes de las fuerzas armadas, en un golpe de timón político, aparentemente destinado a confirmar su control sobre los mandos militares.

Al frente de una columna de unos 60 hombres, el militar anunció que emularía la resistencia del héroe militar peruano Andrés Avelino Cáceres durante la guerra con Chile (1879-81), en espera de que otras unidades militares se sumaran a su rebelión.

Ello no ocurrió, sin embargo, y actualmente sólo cuenta con seis militares: su hermano y mayor en retiro, Autaro Humala, un capitán y cuatro civiles, tras el abandono del resto de los soldados sublevados.

El ejército ha evitado divulgar los alcances de la operación destinada a capturar a los rebeldes, pero el Defensor del Pueblo informó, tras reunirse con el general Cano, que Humala y sus hombres están en paradero desconocido.

De manera extraoficial se supo que la Tercera Región Militar ha movilizado una fuerza de unos 1.000 hombres, para capturar a los rebeldes y ha tendido un cerco de varios kilómetros en el límite de los departamentos de Puno y Moquegua.

Esos efectivos fueron reforzados en las últimas horas, tras conocerse que unos 100 reservistas del ejército partieron el pasado lunes, desde la ciudad de Tacna,1239 kilómetros al sur de Lima, para unirse a Humala, aunque sin armamento.

Se desconoce el paradero de los reservistas, quienes partieron de Tacna en autobuses, pero se considera difícil que puedan romper el cerco militar y llegar hasta donde están los rebeldes.

(EFE).- El comandante Ollanta Humala se mantiene en rebeldía por cuarto día, mientras el ejército, que reforzó el cerco de tropas para capturarle, permitió hoy (miércoles 1) la mediación del Defensor del Pueblo para acabar pacíficamente con la rebelión.

El Defensor del Pueblo, Jorge Santistevan de Noriega, y uno de los hermanos de Humala partieron esta mañana en un helicóptero militar al teatro de operaciones, en el límite de los departamentos de Puno y Moquegua, para pedirle al comandante rebelde que se rinda.

Santistevan y Ulises Humala viajaron acompañados del jefe de la Tercera Región Militar, general Abraham Cano, desde el aeropuerto militar de Moquegua, 1.300 kilómetros al sur de Lima.

Antes de partir, Santistevan le envió a Humala un mensaje en el que le dijo que “existe la mejor disposición para que esto tenga un final sin disparos y con respeto a su seguridad y a su dignidad militar”.

Santistevan también afirmó que la operación militar en marcha “tiene carácter estrictamente disuasorio, a tal punto que no se ha disparado ningún tiro”.

El comandante rebelde admitió que su movimiento no ha tenido el apoyo que esperaba en el ejército, y señaló que está dispuesto a “dialogar” con las autoridades para llegar a un acuerdo en el que se respete su dignidad y su vida.

Humala propuso que el diálogo se de “al más alto nivel”, con el jefe del ejército, general Walter Chacón, o con el presidente Alberto Fujimori, pero ante la imposibilidad de que ello se concrete señaló como una alternativa al Defensor del Pueblo.

El comandante Ollanta Humala se rebeló el pasado domingo, cuando abandonó su base en la localidad de Locumba, unos 1.500 kilómetros al sur de Lima, y tomó el pueblo minero de Toquepala, donde se rebeló contra la autoridad de Fujimori y de los mandos militares.

En caso de que Humala acepte la mediación del Defensor del Pueblo y se entregue será procesado por la justicia militar por los presuntos delitos de “rebelión, insulto al superior y abandono de destino”.

Tales cargos fueron planteados el pasado martes por un procurador del ejército, según informó una fuente del Consejo Supremo de Justicia Militar.

La actitud del militar sorprendió a todos en vista de que un día antes Fujimori había “pasado al retiro” a los principales jefes de las fuerzas armadas, en un golpe de timón político, aparentemente destinado a confirmar su control sobre los mandos militares.

Al frente de una columna de unos 60 hombres, el militar anunció que emularía la resistencia del héroe militar peruano Andrés Avelino Cáceres durante la guerra con Chile (1879-81), en espera de que otras unidades militares se sumaran a su rebelión.

Ello no ocurrió, sin embargo, y actualmente sólo cuenta con seis militares: su hermano y mayor en retiro, Autaro Humala, un capitán y cuatro civiles, tras el abandono del resto de los soldados sublevados.

El ejército ha evitado divulgar los alcances de la operación destinada a capturar a los rebeldes, pero el Defensor del Pueblo informó, tras reunirse con el general Cano, que Humala y sus hombres están en paradero desconocido.

De manera extraoficial se supo que la Tercera Región Militar ha movilizado una fuerza de unos 1.000 hombres, para capturar a los rebeldes y ha tendido un cerco de varios kilómetros en el límite de los departamentos de Puno y Moquegua.

Esos efectivos fueron reforzados en las últimas horas, tras conocerse que unos 100 reservistas del ejército partieron el pasado lunes, desde la ciudad de Tacna,1239 kilómetros al sur de Lima, para unirse a Humala, aunque sin armamento.

Se desconoce el paradero de los reservistas, quienes partieron de Tacna en autobuses, pero se considera difícil que puedan romper el cerco militar y llegar hasta donde están los rebeldes.

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