Palestina fuerza el apoyo de China y EE.UU. a plan ruso sobre Irán
La súbita crisis creada por el triunfo de Hamás en las elecciones legislativas de Palestina puede llevar a un compromiso sobre Irán y su plan nuclear. La clave sería una propuesta planteada por Rusia hace pocos días.
Washinton y Beijing trasmitieron “cauto apoyo” a una propuesta lanzada el jueves 26 por Moscú. Consiste en permitir a Irán operar instalacioes atómicas “con fines civiles” –es decir, no bélicos-, con la condición de aceptar veedores rusos y de otros países “in situ”. Sugestivamente, Rusia informó a Israel sobre esa iniciativa.
Pero la clave reside en que el propio George W.Bush hablase públicamente del asunto, el viernes, como tema a incluir –el lunes- en el discurso anual sobre el estado de la nación. Si eso ocurre, muchos medios alrededor del mundo quedarán en posición desairada, pues no se han ocupado gran cosa del asunto durante el fin de semana.
Por supuesto, Estados Unidos abriga resquemores. En particular, teme que Tehrán prolongue negociacioens sobre el esquema ruso y aproveche para seguir con el enriquecimiento de uranio. En cuanto a los chinos, no creen que el objetivo real de los iraníes sea estratégico porque, a diferencia de Norcorea en el mar de Japón, carecen a lugares para hacer pruebas sin provocar un descalabro en todo Levante y aledaños.
Funcionarios occidentales que conocen la propuesta del presidente Vladyímir Putin recalcan que, hasta el gesto de Bush, la sola idea de convertir mineral de uranio en una forma (u 235) previa el enriquecimiento (u 238) era resistida por EE.UU. y la Unión Europea. He hecho, eso estaba prohibido en el acuerdo entre Irán y la UE, suscripto a fines de 2004 e infringifo en agosto de 2005, cuando se reiniciaron operaciones en Isfahán.
En el peor de los casos, Washington se limitará a no torpedearr la iniciativa de Moscú. Esta actitud resulta directamente del triunfo de Hamás en los comicios de Palestina, que ha dado vuewlta el table en toda la región y soprendió distraído al gobierno norteamericano. Así lo confesó la secretaria de Estado, Condoleezza Rice.
Quienes se oponen a ofrecer “concesiones” a Irán también tienen razones razones no explícitas. La principal: esa propouesta de Putin se orienta a recobrar el papel de la ex Unión Soviética en Eurasia (ver “Mercado” de diciembre), en una especie de reparto de influencias con China, Japón e India. Irán, Turquía y Pakistán serían los “vasos comunicantes” del ambicioso replanteo geopolítico.
La escueta declaraciones de Bush fueron de inmediato “reinterpretadas” por Scott McClellan, vocero presidencial más papista que el papa. Por su parte, la inefable Agencia Internacional de Energía (Viena) salió a hacer lo mismo: no le conviene en absoluto que Rusia adopte un papel político tan proactivo, en desmedro de las diversas burocracias “técnicas” –esa entidad, el Banco Mundial, etc.- que propseran en Occidente. Pero, lógicamente, el “golpe palestino” ha modificado el tablero mudial y, ahora, Irán ya no funciona como “bête noire” favorita.
Washinton y Beijing trasmitieron “cauto apoyo” a una propuesta lanzada el jueves 26 por Moscú. Consiste en permitir a Irán operar instalacioes atómicas “con fines civiles” –es decir, no bélicos-, con la condición de aceptar veedores rusos y de otros países “in situ”. Sugestivamente, Rusia informó a Israel sobre esa iniciativa.
Pero la clave reside en que el propio George W.Bush hablase públicamente del asunto, el viernes, como tema a incluir –el lunes- en el discurso anual sobre el estado de la nación. Si eso ocurre, muchos medios alrededor del mundo quedarán en posición desairada, pues no se han ocupado gran cosa del asunto durante el fin de semana.
Por supuesto, Estados Unidos abriga resquemores. En particular, teme que Tehrán prolongue negociacioens sobre el esquema ruso y aproveche para seguir con el enriquecimiento de uranio. En cuanto a los chinos, no creen que el objetivo real de los iraníes sea estratégico porque, a diferencia de Norcorea en el mar de Japón, carecen a lugares para hacer pruebas sin provocar un descalabro en todo Levante y aledaños.
Funcionarios occidentales que conocen la propuesta del presidente Vladyímir Putin recalcan que, hasta el gesto de Bush, la sola idea de convertir mineral de uranio en una forma (u 235) previa el enriquecimiento (u 238) era resistida por EE.UU. y la Unión Europea. He hecho, eso estaba prohibido en el acuerdo entre Irán y la UE, suscripto a fines de 2004 e infringifo en agosto de 2005, cuando se reiniciaron operaciones en Isfahán.
En el peor de los casos, Washington se limitará a no torpedearr la iniciativa de Moscú. Esta actitud resulta directamente del triunfo de Hamás en los comicios de Palestina, que ha dado vuewlta el table en toda la región y soprendió distraído al gobierno norteamericano. Así lo confesó la secretaria de Estado, Condoleezza Rice.
Quienes se oponen a ofrecer “concesiones” a Irán también tienen razones razones no explícitas. La principal: esa propouesta de Putin se orienta a recobrar el papel de la ex Unión Soviética en Eurasia (ver “Mercado” de diciembre), en una especie de reparto de influencias con China, Japón e India. Irán, Turquía y Pakistán serían los “vasos comunicantes” del ambicioso replanteo geopolítico.
La escueta declaraciones de Bush fueron de inmediato “reinterpretadas” por Scott McClellan, vocero presidencial más papista que el papa. Por su parte, la inefable Agencia Internacional de Energía (Viena) salió a hacer lo mismo: no le conviene en absoluto que Rusia adopte un papel político tan proactivo, en desmedro de las diversas burocracias “técnicas” –esa entidad, el Banco Mundial, etc.- que propseran en Occidente. Pero, lógicamente, el “golpe palestino” ha modificado el tablero mudial y, ahora, Irán ya no funciona como “bête noire” favorita.
