¿Otra vez alconafta?
El gobierno brasileño sugirió a empresarios argentinos que fabriquen alcohol combustible derivado del azúcar. Ya se intentó en la Argentina, hace más de 15 años, sin éxito.
(EFE).- El gobierno de Brasil invitó hoy (jueves 15) a los empresarios azucareros argentinos a sumarse al mercado de producción de alcohol combustible derivado del azúcar e integrarse en un proceso de comercialización conjunta de este producto.
La invitación coincide con la puesta en marcha, también hoy, de un proyecto para la producción de biodiesel, combustible no contaminante derivado del aceite de girasol y de bajo costo, en la provincia de Buenos Aires.
El gobernador bonaerense, Carlos Ruckauf, confirmó que se instalará cuanto antes una planta para la producción de biodiesel en la ciudad de Tres Arroyos, en el sur de la provincia.
El nuevo combustible fue desarrollado hace dos años por Mauro Knudsen, de 22 años, que vive en Tres Arroyos, área dedicada a la explotación de girasol.
La invitación brasileña para la producción de alcohol combustible se discute desde hace días entre empresarios argentinos y brasileños fue hecha pública en Buenos Aires por el ministro de Desenvolvimiento, Desarrollo, Industria y Comercio de Brasil, Alcides Tapias, luego de que éste se reuniera con el ministro de Economía de la Argentina, José Luis Machinea.
“Nosotros pretendemos que el alcohol, que en Brasil es utilizado como combustible alternativo para los automóviles, sea introducido en el mundo entero como una forma de atenuar la polución de las grandes ciudades, originada por el uso de combustibles derivados del petróleo”, explicó Tapias.
El alcohol derivado del azúcar es utilizado en varios países, como Estados Unidos, para reemplazar un aditivo utilizado en los combustibles conocido como MTBE, sigla en inglés del butileno metílico terciario.
La intención de las autoridades brasileñas es que el alcohol sea un commodity (materia prima) negociado en los mercados financieros de todo el mundo.
Tapias aseguró que si los empresarios argentinos se lanzan a producir alcohol combustible, la Argentina y Brasil podrían negociar en forma conjunta la venta de este producto a terceros mercados.
(EFE).- El gobierno de Brasil invitó hoy (jueves 15) a los empresarios azucareros argentinos a sumarse al mercado de producción de alcohol combustible derivado del azúcar e integrarse en un proceso de comercialización conjunta de este producto.
La invitación coincide con la puesta en marcha, también hoy, de un proyecto para la producción de biodiesel, combustible no contaminante derivado del aceite de girasol y de bajo costo, en la provincia de Buenos Aires.
El gobernador bonaerense, Carlos Ruckauf, confirmó que se instalará cuanto antes una planta para la producción de biodiesel en la ciudad de Tres Arroyos, en el sur de la provincia.
El nuevo combustible fue desarrollado hace dos años por Mauro Knudsen, de 22 años, que vive en Tres Arroyos, área dedicada a la explotación de girasol.
La invitación brasileña para la producción de alcohol combustible se discute desde hace días entre empresarios argentinos y brasileños fue hecha pública en Buenos Aires por el ministro de Desenvolvimiento, Desarrollo, Industria y Comercio de Brasil, Alcides Tapias, luego de que éste se reuniera con el ministro de Economía de la Argentina, José Luis Machinea.
“Nosotros pretendemos que el alcohol, que en Brasil es utilizado como combustible alternativo para los automóviles, sea introducido en el mundo entero como una forma de atenuar la polución de las grandes ciudades, originada por el uso de combustibles derivados del petróleo”, explicó Tapias.
El alcohol derivado del azúcar es utilizado en varios países, como Estados Unidos, para reemplazar un aditivo utilizado en los combustibles conocido como MTBE, sigla en inglés del butileno metílico terciario.
La intención de las autoridades brasileñas es que el alcohol sea un commodity (materia prima) negociado en los mercados financieros de todo el mundo.
Tapias aseguró que si los empresarios argentinos se lanzan a producir alcohol combustible, la Argentina y Brasil podrían negociar en forma conjunta la venta de este producto a terceros mercados.
