<p>El golpe militar hondureño “es una crisis institucional que involucra a Centroamérica y el Caribe”, afirma el frustrado mediador. “Ha habido en verdad avances desde 1987, pero cualquier salida en ese país demandará tiempo y actitudes más firmes por parte de Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos”.</p>
<p>Pero, más allá de este conflicto –donde la iglesia romana toma partido por los golpistas-, existe un trasfondo peligroso en forma de “costosa competencia armamentista. La alianza de ejércitos fuertes y gobiernos débiles es un vicio que debe corregirse”, afirma el presidente de Costa Rica, único país –junto con Panamá- más o menos democrático del istmo.</p>
<p>Las tentaciones militares son antiguas y grandes en Guatemala, El Salvador, Nicaragua y hasta Belice. Si bien Arias no toca el tema, el caudillismo armado de Hugo Chávez en Venezuela es un problema que desborda el subcontinente y, como sucedió con Cuba en los años 60, le abre la puerta a una Rusia no tan agresiva como la ex URSS, pero siempre interesada en el patio trasero de EE.UU..</p>
<p>Los gastos bélicos innecesarios “tornan esas democracia en cascarones vacíos. Sólo este año –señala el mediador-, Latinoamérica insumirá casi US$ 50.000 millones en erogaciones militares, el doble que en 2004. Esto es absurdo para una región donde 200 millones de habitantes viven con menos de dos dólares diarios”.</p>
<p>Un caso extremo es Colombia, “empeñada en una guerra civil a tres puntas”, capaz de desestabilizar a sus vecinos inmediatos (Ecuador, Venezuela, Panamá, Perú). Tarde o temprano, “eso puede convertir a las fuerzas armadas en árbitros últimos de conflictos sociales. Nada de esto es nuevo para nosotros”. El consenso de Costa Rica buscaba establecer mecanismos para cancelar deudas y asistir a estados que invirtiesen en educación, ecología y servicios sociales. No pudo ser.</p>
<p>“Muy distantes en la historia están esos ejércitos que se asociaban a la libertad. Generaciones de dictadores, tiranos e inestabilidad sistémicas vaciaron el legado de Simón Bolívar”. Arias no lo hace explícito, pero la eternización de los Castro en Cuba o el bolivarianismo estilo Chávez –dos fascismos de izquierda- no ayuda y, por el contrario, fomenta aventuras como la de Honduras. <br />
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Oscar Arias: “Honduras, resultado de la carrera armamentista”
Latinoamérica está sobremilitarizada, sostiene en medios europeos el costarricense Oscar Arias, Nobel de la paz 1987. En la región se malgasta en armas y se postergan necesidades más urgentes. Mi plan de hace 22 años fracasó, dice el presidente de Costa Rica.