Oscar Arias: “Honduras, resultado de la carrera armamentista”

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“Latinoamérica está sobremilitarizada”, sostiene en medios europeos el costarricense Oscar Arias, Nobel de la paz 1987. En la región “se malgasta en armas y se postergan necesidades más urgentes. Mi plan de hace 22 años fracasó, dice el presidente de Costa Rica”.

<p>El golpe militar hondure&ntilde;o &ldquo;es una crisis institucional que involucra a Centroam&eacute;rica y el Caribe&rdquo;, afirma el frustrado mediador. &ldquo;Ha habido en verdad avances desde 1987, pero cualquier salida en ese pa&iacute;s demandar&aacute; tiempo y actitudes m&aacute;s firmes por parte de Estados Unidos y la Organizaci&oacute;n de Estados Americanos&rdquo;.</p>
<p>Pero, m&aacute;s all&aacute; de este conflicto &ndash;donde la iglesia romana toma partido por los golpistas-, existe un trasfondo peligroso en forma de &ldquo;costosa competencia armamentista. La alianza de ej&eacute;rcitos fuertes y gobiernos d&eacute;biles es un vicio que debe corregirse&rdquo;, afirma el presidente de Costa Rica, &uacute;nico pa&iacute;s &ndash;junto con Panam&aacute;- m&aacute;s o menos democr&aacute;tico del istmo.</p>
<p>Las tentaciones militares son antiguas y grandes en Guatemala, El Salvador, Nicaragua y hasta Belice. Si bien Arias no toca el tema, el caudillismo armado de Hugo Ch&aacute;vez en Venezuela es un problema que desborda el subcontinente y, como sucedi&oacute; con Cuba en los a&ntilde;os 60, le abre la puerta a una Rusia no tan agresiva como la ex URSS, pero siempre interesada en el patio trasero de EE.UU..</p>
<p>Los gastos b&eacute;licos innecesarios &ldquo;tornan esas democracia en cascarones vac&iacute;os. S&oacute;lo este a&ntilde;o &ndash;se&ntilde;ala el mediador-, Latinoam&eacute;rica insumir&aacute; casi US$ 50.000 millones en erogaciones militares, el doble que en 2004. Esto es absurdo para una regi&oacute;n donde 200 millones de habitantes viven con menos de dos d&oacute;lares diarios&rdquo;.</p>
<p>Un caso extremo es Colombia, &ldquo;empe&ntilde;ada en una guerra civil a tres puntas&rdquo;, capaz de desestabilizar a sus vecinos inmediatos (Ecuador, Venezuela, Panam&aacute;, Per&uacute;). Tarde o temprano, &ldquo;eso puede convertir a las fuerzas armadas en &aacute;rbitros &uacute;ltimos de conflictos sociales. Nada de esto es nuevo para nosotros&rdquo;. El consenso de Costa Rica buscaba establecer mecanismos para cancelar deudas y asistir a estados que invirtiesen en educaci&oacute;n, ecolog&iacute;a y servicios sociales. No pudo ser.</p>
<p>&ldquo;Muy distantes en la historia est&aacute;n esos ej&eacute;rcitos que se asociaban a la libertad. Generaciones de dictadores, tiranos e inestabilidad sist&eacute;micas vaciaron el legado de Sim&oacute;n Bol&iacute;var&rdquo;. Arias no lo hace expl&iacute;cito, pero la eternizaci&oacute;n de los Castro en Cuba o el bolivarianismo estilo Ch&aacute;vez &ndash;dos fascismos de izquierda- no ayuda y, por el contrario, fomenta aventuras como la de Honduras. <br />
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