Optimismo del FMI respecto al acuerdo

El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Gobierno argentino están en "camino" de alcanzar un acuerdo para evitar la suspensión de pagos, según indicó el portavoz del organismo de crédito, Thomas Dawson.

31 julio, 2003

“Estamos en camino…en términos de trabajar rápidamente, hay bastante trabajo por hacer, tanto en la agenda estructural como en los criterios macroeconómicos tradicionales”, señaló.

Dawson afirmó que el objetivo es alcanzar un convenio “mejor antes que después”, pero no ofreció información más precisa sobre la fecha en que se firmaría.

El actual acuerdo, por un valor de 3.040 millones de dólares, termina el 31 de agosto y Argentina se enfrenta a un pago de su deuda pendiente con el FMI el 9 de septiembre.
La delegación negociadora del Fondo se encuentra en Argentina, donde permanecerá “un par de semanas, quizá más”, según Dawson.

Argentina debe abonar 3.200 millones de dólares al FMI hasta fin de año, pero el funcionario de la agencia multilateral no quiso dar detalles sobre la posible cuantía del futuro programa de préstamos.
“Ese es precisamente uno de los asuntos a negociar”, afirmó.

El ministro de economía de Argentina, Roberto Lavagna, dijo el miércoles en Montreal, donde participaba en una reunión sobre comercio, que su país quiere refinanciar 6.500 millones de dólares en pagos que vencen en los próximos tres años.
Ese dinero no consistiría en fondos nuevos, sino en la postergación de amortizaciones, ya que su Gobierno estima que el país “ya acumuló una deuda muy grande en años pasados”.

Dawson dijo que el objetivo de las negociaciones es “alcanzar un programa de plazo medio que permita a Argentina fomentar su propia agenda de reforma económica y crecimiento… y normalizar sus relaciones con los prestamistas”.

El representante del FMI también se refirió a la situación en Brasil, donde las perspectivas de crecimiento se han reducido y el presidente Luiz Inácio Lula da Silva se ha topado con problemas para la aprobación de sus reformas, en especial la de las pensiones.
“Consideramos el compromiso y el desempeño del país como bastante fuerte”, señaló. “El propósito del programa, por supuesto, es intentar sentar las bases para el crecimiento y creo que la perseverancia del gobierno en el programa debería hacerlo”, añadió.
Además, recalcó que “las expectativas inflacionarias han bajado de forma sustancial”.

Fuente: EFE

“Estamos en camino…en términos de trabajar rápidamente, hay bastante trabajo por hacer, tanto en la agenda estructural como en los criterios macroeconómicos tradicionales”, señaló.

Dawson afirmó que el objetivo es alcanzar un convenio “mejor antes que después”, pero no ofreció información más precisa sobre la fecha en que se firmaría.

El actual acuerdo, por un valor de 3.040 millones de dólares, termina el 31 de agosto y Argentina se enfrenta a un pago de su deuda pendiente con el FMI el 9 de septiembre.
La delegación negociadora del Fondo se encuentra en Argentina, donde permanecerá “un par de semanas, quizá más”, según Dawson.

Argentina debe abonar 3.200 millones de dólares al FMI hasta fin de año, pero el funcionario de la agencia multilateral no quiso dar detalles sobre la posible cuantía del futuro programa de préstamos.
“Ese es precisamente uno de los asuntos a negociar”, afirmó.

El ministro de economía de Argentina, Roberto Lavagna, dijo el miércoles en Montreal, donde participaba en una reunión sobre comercio, que su país quiere refinanciar 6.500 millones de dólares en pagos que vencen en los próximos tres años.
Ese dinero no consistiría en fondos nuevos, sino en la postergación de amortizaciones, ya que su Gobierno estima que el país “ya acumuló una deuda muy grande en años pasados”.

Dawson dijo que el objetivo de las negociaciones es “alcanzar un programa de plazo medio que permita a Argentina fomentar su propia agenda de reforma económica y crecimiento… y normalizar sus relaciones con los prestamistas”.

El representante del FMI también se refirió a la situación en Brasil, donde las perspectivas de crecimiento se han reducido y el presidente Luiz Inácio Lula da Silva se ha topado con problemas para la aprobación de sus reformas, en especial la de las pensiones.
“Consideramos el compromiso y el desempeño del país como bastante fuerte”, señaló. “El propósito del programa, por supuesto, es intentar sentar las bases para el crecimiento y creo que la perseverancia del gobierno en el programa debería hacerlo”, añadió.
Además, recalcó que “las expectativas inflacionarias han bajado de forma sustancial”.

Fuente: EFE

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