Oposición total al presupuesto
Los diputados del oficialismo y de la oposición acuerdan en oponerse al proyecto del presupuesto para el 2001. Proponen una modificación global del mismo.
Los diputados oficialistas y de la oposición resolvieron ,por unanimidad y después de cuatro horas de debate, modificar el proyecto del presupuesto nacional para 2001 que el Gobierno envió al Congreso.
La iniciativa original prevé un recorte de unos $ 700 millones repartidos en: $ 232 millones de poda al subsidio del gas y las naftas de la Patagonia y al fondo tabacalero; $ 305 millones como consecuencia del recorte del 12% al salario estatal; $ 220 millones al Pami y otros $ 30 millones en la Side.
El rechazo al recorte del subsidio a las naftas y al gas en la Patagonia fue unánime.
El secretario de Hacienda, Mario Vicens, intentó defender el proyecto señalando que la iniciativa se propone cumplir con la ley de responsabilidad fiscal, que establece un déficit de $ 4100 millones.
Asimismo, pronosticó un crecimiento de casi cuatro puntos para el año próximo y destacó la posibilidad de que se apliquen rebajas impositivas, como la del impuesto a los endeudamientos empresariales.
Por otro lado, el secretario de Hacienda remarcó que “hay un esfuerzo destacado en no tocar el gasto social”, pero esto no fue suficiente para lograr el apoyo ni siquiera de los legisladores de la Alianza.
Desde el bloque de la coalición gobernante se elevaron fuertes críticas, especialmente dirigidas a la eliminación de los subsidios a las hidrocarburos para la región patagónica.
El vicepresidente de la Comisión de Presupuesto, Oscar Lamberto dijo que “los gobernadores que cuestionan el proyecto oficial de presupuesto no están locos, sino que ven que cada vez se les mete más la mano en los bolsillos de sus provincias”.
La diputada Cristina Kirchner cuestionó ,aun con más dureza el recorte al subsidio de gas y naftas de la Patagonia y remarcó que el presupuesto elaborado por el gobierno aliancista “es menos de lo mismo porque significa la continuidad de los proyectos presentados por el anterior gobierno, pero con menos recursos y una disminuida capacidad de reacción frente a la recesión”.
Los diputados oficialistas y de la oposición resolvieron ,por unanimidad y después de cuatro horas de debate, modificar el proyecto del presupuesto nacional para 2001 que el Gobierno envió al Congreso.
La iniciativa original prevé un recorte de unos $ 700 millones repartidos en: $ 232 millones de poda al subsidio del gas y las naftas de la Patagonia y al fondo tabacalero; $ 305 millones como consecuencia del recorte del 12% al salario estatal; $ 220 millones al Pami y otros $ 30 millones en la Side.
El rechazo al recorte del subsidio a las naftas y al gas en la Patagonia fue unánime.
El secretario de Hacienda, Mario Vicens, intentó defender el proyecto señalando que la iniciativa se propone cumplir con la ley de responsabilidad fiscal, que establece un déficit de $ 4100 millones.
Asimismo, pronosticó un crecimiento de casi cuatro puntos para el año próximo y destacó la posibilidad de que se apliquen rebajas impositivas, como la del impuesto a los endeudamientos empresariales.
Por otro lado, el secretario de Hacienda remarcó que “hay un esfuerzo destacado en no tocar el gasto social”, pero esto no fue suficiente para lograr el apoyo ni siquiera de los legisladores de la Alianza.
Desde el bloque de la coalición gobernante se elevaron fuertes críticas, especialmente dirigidas a la eliminación de los subsidios a las hidrocarburos para la región patagónica.
El vicepresidente de la Comisión de Presupuesto, Oscar Lamberto dijo que “los gobernadores que cuestionan el proyecto oficial de presupuesto no están locos, sino que ven que cada vez se les mete más la mano en los bolsillos de sus provincias”.
La diputada Cristina Kirchner cuestionó ,aun con más dureza el recorte al subsidio de gas y naftas de la Patagonia y remarcó que el presupuesto elaborado por el gobierno aliancista “es menos de lo mismo porque significa la continuidad de los proyectos presentados por el anterior gobierno, pero con menos recursos y una disminuida capacidad de reacción frente a la recesión”.
