ONU: empieza al año internacional del microcrédito
Según Naciones Unidos, microcrédito y microfinanciamiento son cuestiones de relevancia global. Más de mil millones de personas (90% de los pobres en el mundo) no tienen acceso a servicios financieros básicos.
17 febrero, 2005
Entre 1999 y 2004, el microfinanciamiento creció una media de 25 a 30%, o sea a mayor ritmo anual que el sector bancario convencional. También la tasa promedio de rinde es atractiva: 2,5% anual neta. En la actualidad, más de sesenta fondos de inversión han incorporado el microfinanciamiento a sus carteras. Cerca de 70% del grupo surgió en el bienio 2003-4.
En Brasil, casi 15.700.000 personas traban en la economía informal (o negra) como microempresarios, número que triplica el de empresarios convencionales o estructurados. Cabe sospechar que, con 30% de las actividades “bajo la superficie”, México no debe andar lejos de esas cifras.
Así pues, la ONU ha designado 2005 como “año internacional de microcrédito”. Sus objetivos son: (1) promover programas microfinancieros, (2) aumentar la conciencia pública respecto del sector como componente de desarrollo y (4) alentar a innovar y generar alianzas que consoliden sistemas financieros inclusivos.
Aparece la ritual alusión a “objetivos del milenio”, algo que carece de sentido práctico; es un lapso a todas luces irreal (Estados Unidos tiene una iniciativa homónima y poco creíble). Como ocurre con los programas contra el hambre y la pobreza extrema, acaban creando burocracias caras y poco efectivas.
Entre 1999 y 2004, el microfinanciamiento creció una media de 25 a 30%, o sea a mayor ritmo anual que el sector bancario convencional. También la tasa promedio de rinde es atractiva: 2,5% anual neta. En la actualidad, más de sesenta fondos de inversión han incorporado el microfinanciamiento a sus carteras. Cerca de 70% del grupo surgió en el bienio 2003-4.
En Brasil, casi 15.700.000 personas traban en la economía informal (o negra) como microempresarios, número que triplica el de empresarios convencionales o estructurados. Cabe sospechar que, con 30% de las actividades “bajo la superficie”, México no debe andar lejos de esas cifras.
Así pues, la ONU ha designado 2005 como “año internacional de microcrédito”. Sus objetivos son: (1) promover programas microfinancieros, (2) aumentar la conciencia pública respecto del sector como componente de desarrollo y (4) alentar a innovar y generar alianzas que consoliden sistemas financieros inclusivos.
Aparece la ritual alusión a “objetivos del milenio”, algo que carece de sentido práctico; es un lapso a todas luces irreal (Estados Unidos tiene una iniciativa homónima y poco creíble). Como ocurre con los programas contra el hambre y la pobreza extrema, acaban creando burocracias caras y poco efectivas.